martes, 15 de marzo de 2011

Algo de historia 

Crónica de un OVNI que no fue (17ma parte)

Un análisis crítico y objetivo sobre el caso del objeto volador que apareció sobre Buenos Aires, Argentina, el 17 de Septiembre de 1985.

por Luis Eduardo Pacheco

Nota de orbitaceromendoza: se agradece al Sr. Luis Eduardo Pacheco por brindarnos su autorización para divulgar su interesante trabajo de investigación relacionado con un famoso incidente ovni acaecido en setiembre de 1985 en Buenos Aires, Argentina. Invitamos a los lectores a visitar su página web relacionada con la historia y la actualidad de los globos estratosféricos: http://stratocat.com.ar/.

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Capítulo 17 - Cerrando el círculo - Analizamos los porqué de la aparición de los MIR sobre Sudamérica en 1985

A modo de corolario, intentaremos reconstruir paso a paso cada una de las fases del vuelo del balón y por que apareció dos meses después de lanzado sobre Sudamérica, cuando teóricamente ya había finalizado su vida útil.
A lo largo de este extenso trabajo, que estamos usted y yo, anónimo lector, a punto de concluir, he procurado exponer cada una de las múltiples facetas del caso, a la luz de la evidencia contrastable, la reflexión inteligente y el raciocinio. Así pues fueron quedando perfectamente explicados la falacia de los rumores de ocultamiento del envío de aviones en busca del objeto, las supuestas maniobras de traslación instantánea y otra piruetas que desafiaban las leyes físicas, la eyección de vehiculos de exploración o la no menos fantástica versión de una segunda "nave" gemela sobre el Uruguay.

El tiempo que pasó desde los sucesos de 1985, ha jugado en contra de los investigadores, no sólo acrecentando la serie de mitos asociados al caso sino esencialmente distanciándolos de una información valiosa para su resolución.

Si bien hoy en día es posible a traves de internet seguir las instancias de cualquier operación de lanzamiento de globos estratosféricos, incluso en tiempo real, hace un par de décadas todo era muy distinto: esta actividad era muchisimo menos difundida que hoy (de hecho, no existía StratoCat!) y solo tenía cabida en publicaciones especializadas del ámbito científico/técnico, llegando solo ocasionalmente a alcanzar al público.

Sabemos que ese año desde Paardefontein se realizó una campaña científica de vuelo con globos MIR que se extendió entre el 15 de Junio y el 15 de Agosto, e involucró un total de ocho misiones, de las cuales una de ellas falló debido a una rotura en la superficie del globo. Esta información se desprende de una publicación periódica del organismo espacial galo llamada "La Lettre du CNES", que en su edición Nº 100 publicada en 1985 incluía un breve resumen de los aspectos generales de la campaña, sus objetivos y resultados. Lamentablemente, no se mencionan allí fechas concretas de lanzamiento de los balones.

Recién en 2008 -casi tres años despues de la aparición del presente trabajo en internet y casi diez desde el inicio de mi investigación-, pude por fin rastrear algunas referencias en publicaciones científicas acerca de las misiones de ese año. Estos "papers" si bien generalmente se enfocan fuertemente en la faz científica de las experiencias realizadas, a veces entregan información del costado "balonístico" que me resultan muy útiles.

Así, pude dar con un ejemplar de "Advances in Space Research" publicación que en su Volumen 7, Numero 7 (de 1987) contenía al menos dos artículos que me proporcionaron nuevos datos y al mismo tiempo me obligaron a rever algunas de las conclusiones publicadas en la version 2005 de este escrito. El primero de ellos, se extiende entre las páginas 111 y 114 del mencionado volumen, y se titula "Stratospheric water vapor in-situ measurements from Infra-Red Montgolfier". Fue escrito por Florence Goutail y Jean Pierre Pommereau, del Servicio de Aeronomía del CNRS. Allí se abordan los datos técnicos concernientes a la performance de los instrumentos científicos transportados en sendos MIR: un primer lanzamiento que tiene lugar el 21 de julio con una duración de escasos 8 días y lo más importante un segundo vuelo con una extensión de 15 dias que se inició en la base sudafricana el 26 de julio.

Se trata de dos referencias fundamentales. Claramente el primer MIR que se menciona es el mismo que provoca el avistamiento masivo en varias ciudades de Zimbabwe y la salida en "scramble" de los dos cazas Hawk el 22 de julio que ya mencioné en el capítulo 13. No menos importante, el segundo es el que varias fuentes (CNES incluído) señalan como responsable del incidente OVNI ocurrido casi dos meses después en Buenos Aires.

Originalmente asumí que el MIR lanzado el 26 de julio arribó a la Patagonia 18 dias más tarde, lugar y momento en que se separó de su carga útil. Como la fecha de arribo del globo al continente (el 13 de agosto) coincide con un avistamiento masivo a plena luz del día de un objeto similar en aspecto y comportamiento a un MIR, todo parecía encajar perfectamente.

Ahora bien, ¿que me lleva tres años más tarde a desestimar dicha conclusión?.

Continuando la lectura del ejemplar de "Advances..." citado me encuentro con otro artículo tambien relacionado con los MIR de 1985. En este caso se trataba de un trabajo escrito por Pierre Malaterre de la división globos del CNES titulado "La Montgolfiere infrarouge: Acquis et futur" escrito en francés y que se localizaba en las páginas 59 a 61 del volumen de marras. Allí se abordan aspectos técnicos y de diseño del MIR y lo más importante, aparece el mapa que reproduzco a continuación. 


El mapa en cuestión muestra el recorrido de algunas de las misiones con globos MIR de 1985. Como se puede apreciar, el más largo de ellos -que se extiende a lo largo del Pacífico- termina abruptamente en la parte más austral del continente americano. Al verlo, inmediatamente recordé mis intercambios de mensajes con el responsable actual de la división MIR del CNES Gerard Letrenne de hace unos años mientras trabajaba en la version preliminar de este escrito. En uno de sus mensajes el galo me aseguró que el MIR que provocó el avistamiento de Buenos Aires -a la sazón lanzado el 26 de julio desde Paardefontein- había eyectado su carga en cercanías de la ciudad chilena de Punta Arenas y que todos los instrumentos habían sido encontrados por un hacendado de nombre Juan Barrientos, quien de inmediato se puso en contacto con las autoridades locales. A resultas de esto, meses despues la Armada Chilena le hizo llegar por vía marítima a los científicos franceses la carga recuperada.

Lo que me llevó a ignorar inicialmente este dato fue la ubicación del lugar de caída de la carga útil que se me antojaba demasiado al sur de la ruta habitual o posible de los MIR. A eso -debo confesarlo- contribuyó tambien un tonto prejuicio de mi parte hacia la habitual tendencia que tienen europeos y norteamericanos de confundir entre sí los países de Sudamérica o no saber ubicar en el mapa determinado lugar. Esto me hizo sospechar que Letrenne o quienes le habían proporcionado la información no sabían que tan al sur se encontraba Punta Arenas. Por ello fue que inicialmente inferí que el MIR que depositó su carga sobre la Patagonia chilena lo hizo a la altura de Osorno (en coincidencia con el caso OVNI que ya mencioné) y que luego de cruzar Sudamérica aparecería sobre la capital argentina.

La evidencia encontrada, me demuestra -con no poca verguenza- que estaba equivocado.

Ahora bien, volviendo al caso, ¿que me hace pensar que ese mismo MIR que se deshizo de su carga en Punta Arenas pudo ser el que fue avistado casi un mes después en Buenos Aires siendo que el mismo finalizó en ese momento su misión?. Para hallar una respuesta cabal, es necesario profundizar conceptos acerca de la operación de los globos en general y lo que se podría denominar "ciclo de vida útil".

Un concepto fundamental

Es importante entender que los globos de uso científico actúan como meros vehículos de transporte. Al igual que los cohetes, simplemente sirven como medio para situar una carga útil en determinado lugar, por lo que podríamos afirmar que en líneas generales no tienen más fin que el de servir de soporte o vector de aquello que transportan.

Por eso el corazón de la operatividad de todo el conjunto -globo incluído- se encuentra en la o las góndolas de instrumentos que transporta. Allí residen no sólo los diversos experimentos o aparatos de medición u observación, sino también los sistemas de transmision de datos y de posicionamiento. Sin ellos, es imposible que los cientificos puedan saber donde se encuentran los globos que lanzan, lo cual es vital a la hora de recuperar los a menudo millonarios equipos que son llevados hasta la estratósfera.

Por lo general cuando una misión llega a su fin, se activan los mecanismos que separan al globo de su carga, ya sea por mecanismos temporizadores, por medio de señales de radio enviadas desde tierra, desde algun avión volando en cercanías del globo o más recientemente por medio de satélites. Asimismo existen mecanismos de seguridad que se activan automáticamente cuando el aeróstato desciende por debajo de una altura predeterminada evitando asi que ingrese peligrosamente a una zona de tráfico aéreo comercial.

En ambos casos, al tiempo que se produce la citada separación, se desgarra el globo para evitar que éste siga volando sin su carga. Abajo podemos apreciar una pequeña secuencia de video que ilustra este procedimiento. 


¿Por que se desgarra completamente uno de sus lados en lugar de simplemente abrir una válvula o un orificio?: porque a esa altitud la presión ambiente es extremadamente baja y el gas no saldría, o lo haría muy lentamente. Por ello es que se destruye el balón, provocando la fuga masiva del gas de su interior.

En esta fase del vuelo el globo no es más que un "residuo" de la misión científica que se recupera sólo en aquellos casos en que se desea estudiarlo (por ejemplo para establecer el origen de alguna fuga o falla), cuando las regulaciones indican que se debe disponer del mismo o cuando cae en cercanías del lugar de aterrizaje del instrumental y su recuperación no implica costos adicionales.

Puede fallar
 
Cuando hablamos de que una misión ha finalizado, en la mayoría de los casos nos referimos exclusivamente al período de operatividad de la góndola de instrumentos cientificos. Si por alguna razón técnica durante el vuelo dejan de funcionar los mecanismos de posicionamiento y telecomando, será imposible saber donde se encuentra el globo o enviar los comandos necesarios para activar los mecanismos de eyección de la carga y destrucción del balón. Este impedimento se potencia aun más en vuelos de larga duración que deben recorrer grandes distancias.

Por otro lado -y he aquí un concepto clave- en caso de producirse correctamente la secuencia de separación, este hito marca el fin de la misión, pero no indica necesariamente que el globo ha sido destruido.

No obstante las previsiones y recaudos que se tomen, el balonismo cientifico está sujeto a las mismas fallas que cualquier otra actividad tecnológica humana y así pues desde sus comienzos, existen innumerables casos en los cuales los rebeldes globos se niegan a devolver a tierra su preciada carga instrumental. En muchos otros casos, a pesar de haberla devuelto exitosamente, por malfuncionamiento del mecanismo de destrucción, permanecen durante días o incluso semanas vagabundeando por la atmósfera.

En este período es muy dificil efectuar un seguimiento de su recorrido ya que el balón sin su instrumental no posee medio alguno de transmitir su posición y presenta baja o nula reflectividad a las ondas de radar. La única posibilidad es un rastreo visual, pero aún así se trata de una operación dificil, costosa y sin sentido.

¿A donde apunto con este razonamiento?. Muy sencillo. Mi presunción es que no todos los MIR resultaron destruidos una vez liberada su carga, y por ende pudieron ser los responsables de varios de los avistamientos de agosto y setiembre de 1985 en el cono sur, a pesar de haber finalizado su período operacional. Específicamente el globo que llegó a la costa de Chile y eyectó su carga en Punta Arenas, sobrevive a este proceso y liberado de casi la mitad de su peso asciende nuevamente, iniciando un derrotero hacia el este empujado por los vientos estratosféricos estacionales. Ahora, ¿como es posible que este mismo globo aparezca casi un mes despues, sobre Buenos Aires al norte y desplazándose en sentido inverso?.

Una meteorología singular

Como bien señala el Dr. Ghielmetti en su articulo de la revista Astrofísica, los vientos estratosféricos de agosto y setiembre de 1985 fueron inusualmente lentos, permitiendo así que el o los globos MIR que se paseaban sobre Sudamérica, se mantuvieran más o menos en la misma zona por un período de tiempo mayor al habitual. Algo similar ocurrió durante la campaña de 1988, cuando un aquietamiento extremo de las corrientes estratosféricas sobre Sudáfrica hicieron permanecer flotando durante días a varios globos MIR lanzados desde Pretoria, provocando informes OVNI. De la misma manera los MIR de 1985 pudieron permanecer mas tiempo del habitual en la zona, ofreciendo su involuntario espectáculo.

Si se trata pues del mismo globo que ingresó al continente desde el Pacífico en una clara trayectoria hacia el este ¿como diantres aparece en sentido inverso casi un mes después sobre Buenos Aires?, muy simple: existe una inversión estacional -perfectamente conocida por la ciencia- en la dirección de movimiento de los vientos en la estratósfera. En medio de dicho proceso de rotación de las corrientes estratosféricas se produce el llamado período de "Turnaround", el cual se caracteriza por un debilitamiento de la intensidad de los vientos junto a una notoria inestabilidad en su dirección.

En el hemisferio sur los vientos se desplazan hacia el este entre mayo y setiembre y a la inversa el resto del año.

El globo -luego de recorrer el sur de Chile y Argentina- sigue el flujo de vientos de la época adentrándose en el Atlántico hasta que se produce la inversión citada y luego de un periodo de inestabilidad en donde deriva hacia el norte, regresa sobre el continente. A la izquierda vemos dos mapas (click para ampliarlos) que ilustran como este fenómeno afecta la trayectoria de un balón. Se trata de una misión lanzada desde Australia en 1973 de un globo de superpresión (cerrado) precursor del actual "driftsonde" y que como carga útil portaba una gondola contenedora de pequeñas sondas meteorológicas eyectables.

En la secuencia de imágenes se puede apreciar la trayectoria de desplazamiento de las dos últimas órbitas del balón. En la primera vemos como esta se mantiene en una trayectoria más o menos estable hasta que en la segunda tiene lugar el periodo de "Turnaround" en el cual el globo adquiere un derrotero errático para posteriormente estabilizarse nuevamente pero con una trayectoria inversa a la que tenía originalmente. Es este mismo fenómeno el que afectó el errante vagabundear del moribundo globo MIR lanzado desde Sudáfrica dos meses antes.

Otro interrogante recurrente entre los partidarios de la hipótesis OVNI, es el que apunta a señalar que si se hubiera tratado de globos MIR, éstos deberían haber sido vistos en años anteriores o posteriores, en los que tambien se efectuaron lanzamientos de globos desde Sudáfrica. ¿Por qué si fueron tan abundantes y habituales los vuelos efectuados desde allí nunca más volvieron a aparecer sobre la capital argentina?.

Existe un factor de singularidad que se halla presente solamente en dos de las campañas realizadas durante la década del 80 desde Paardefontein, la de 1981 y la de 1985. ¿De que se trata?, de la estación elegida para su desarrollo: el invierno. Salvo estas dos, el resto fueron efectuadas en el verano austral. Ciertamente no es un dato menor ya que, este factor no sólo influye en la dirección de desplazamiento de los globos sino también en su progresiva desviación latitudinal. 

http://stratocat.com.ar/artics/1709/imgs/tn_paardefontein-85.jpg
Campaña 1985.

http://stratocat.com.ar/artics/1709/imgs/mir1981.gif
Campaña 1981.


http://stratocat.com.ar/artics/1709/imgs/tn_mir1982.gif

Si vemos con detalle las imágenes de arriba podremos apreciar que en los mapas superiores los globos lanzados entre junio y agosto (invierno), se dirigen hacia el este, presentando una ligera desviación hacia el sur.

En cambio, el que fuera lanzado en diciembre (verano) presenta una deriva a la inversa de aquéllos hacia el norte. Esa es la razón por la cual la ruta seguida por la mayoría de los globos lanzados desde Sudáfrica en epoca estival los aleja de la parte sur del continente. Así en más de una ocasión con posterioridad a 1985 provocaron reportes OVNI en algunas ciudades de Brasil o del norte de Chile pero nunca volvieron a sobrevolar la zona centro-sur del subcontinente. 

Continuará...

http://stratocat.com.ar/artics/1709/17917.htm

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