viernes, 23 de diciembre de 2011

Brasil
El caso del vuelo 169 de VASP (1982)
Por Marco Antonio Petit

El Boeing 727-200, prefijo PP-SNG, que fue acompañado por un OVNI durante el vuelo del 2 de febrero de 1982, en una fotografía de unos pocos meses después del incidente. (fenomenum.com.br)

Gerson Maciel de Britto
(ufo.com.br)
Una de las experiencias más extraordinarias en la historia de la ufología es sin duda el caso del llamado vuelo 169 de VASP, que sucedió en medio de una gran oleada de ovnis en la madrugada del 8 de febrero de 1982. Además de los contactos que tuve con el comandante del vuelo, Gerson Maciel de Britto, conocí a varios de los pasajeros, que al ser alertados por el mismo, observaron el OVNI.

Las repercusiones del caso llegaron al extranjero, llevando a periódicos y revistas de varios países a informar del hecho, que también se convirtió en un clásico de la literatura OVNI de nuestro país (Brasil).

Gerson Maciel de Britto fue finalmente conferencista en varios eventos que promoví en la ciudad de Río de Janeiro y algunos años después del episodio también hizo una declaración detallada en vídeo, sin duda uno de los más importantes de mi participación en la Ufología, en el que el piloto reveló además de todos los detalles del caso y sus consecuencias, otras tres experiencias anteriores ocurridas en otros vuelos, respectivamente, en los años 1963, 1975 y 1978.
Ruta del vuelo 169 (fenomenum.com.br)

Según Britto, el vuelo comenzó despegando alrededor de las 2 a.m. en la ciudad de Fortaleza. El cielo estaba despejado, mostrando condiciones de visibilidad que se mantuvieron a lo largo de la ruta. Aproximadamente una hora después del despegue, cuando sobrevolaba la ciudad de Petrolina, en el Estado de Pernambuco, el comandante se dio cuenta entonces por primera vez de la presencia de un objeto brillante a la izquierda de la aeronave, similar a los faros de un avión. A partir de ese momento, Britto sigue de cerca el ovni, para comprobar la trayectoria que seguiría el objeto con relación a la ruta de su avión, pensando en la seguridad del vuelo que comandaba.

En este momento el avión estaba justo sobre una región en donde tenemos una intersección de aerovías, vinculado al tráfico aéreo relacionado con Europa. En ese momento el comandante del vuelo todavía estaba pensando en la posibilidad de la participación de otro avión comercial. Con el pasar de los minutos, Britto se dio cuenta que aquella fuente de luz mantenía la misma distancia de su Boeing, con una trayectoria paralela, sin factor de aproximación. No venía en confluencia con su avión. Entonces se da cuenta que estaba cambiando de color el objeto, como si estuviera girando en torno de sí, ionizando los gases de la atmósfera, presentando una coloración alternadamente rojiza, anaranjada y azulada. Entonces, el comandante del vuelo entra en contacto con la jurisdicción del tráfico aéreo de Recife para saber si había algún tráfico especial de la Fuerza Aérea Brasileña en la región, ya que no había sido informado de antemano como es normal cuando se comienza un vuelo comercial y que pudiera explicar lo que él y los otros tripulantes estaban viendo.

Imagen ilustrativa (fenomenum.com.br)
Diseño del Com. Gerson Maciel de Brito que representa lo que él, su tripulación y los pasajeros atestiguaron durante el vuelo 169 (fenomenum.com.br)

En respuesta "Recife" comunica por radio que desconocía vuelos militares en la zona y también que no tenía información sobre tráfico comercial en la región en ese momento.

A partir de la confirmación de que no era un tráfico aéreo convencional, el comandante Britto pasa a observar con más atención al objeto, ya definido en forma definitiva con un OVNI, manteniendo su avión en ruta normal, ya que el objeto no identificado no presentaba ningún riesgo para el vuelo, permaneciendo a una distancia segura, con una velocidad cercana a la mantenida por el Boeing, que volaba a un poco más de 900 kilómetros por hora.

Después de varios minutos de acompañar al avión, el OVNI comenzó a mostrar desplazamientos sorprendentes. Según Britto, en fracciones de segundos, el aparato se trasladó a decenas de kilómetros, situándose muy por delante del avión, para luego retroceder a la posición anterior, lo que demuestra un potencial tecnológico que está mucho más allá de nuestra comprensión. Estas variaciones de velocidad y posición se produjeron varias veces, y se observaron tanto visualmente como a través del radar de a bordo.

Cuando el vuelo llegó a la jurisdicción de CINDACTA Brasilia (Centro Integrado de Defensa Aeroespacial y  de Control de Tráfico Aéreo), Britto entró en contacto con él, informando todos los detalles sobre lo que estaba sucediendo. Para su sorpresa, el centro de control dijo que no estaba detectando ningún eco de radar en la región. El comandante de vuelo solicitó a continuación, sabiendo que podrían haber otros aviones en el mismo sector, que los controladores del órgano preguntaran si otras tripulaciones estaban observando el mismo fenómeno. El CINDACTA entonces entró en contacto con un Jumbo de Aerolíneas Argentinas y el comandante de la aeronave confirmó que también estaba observando el fenómeno. A continuación, la tripulación de un vuelo de Transbrasil que iba desde Brasilia a Río de Janeiro confirmaba que observaban la evolución del objeto durante mucho tiempo, describiendo los desplazamientos impresionantes que el OVNI estaba realizando.

El CINDACTA todavía no daba ninguna instrucción para cambiar la ruta del vuelo 169. Ante esta situación, el comandante Britto siguió manteniendo la misma dirección, nivel y velocidad mientras observaba constantemente al aparato no identificado.

Cuando el vuelo ya estaba cerca de la vertical de la ciudad de Belo Horizonte, ese objeto, que desde el principio se mantenía a una distancia razonable del Boeing, comenzó a acercarse definitivamente y CINDACTA finalmente se puso en contacto con la tripulación informando que detectaban un eco de radar en la posición de las nueve, es decir a la izquierda, a una distancia de 8 millas náuticas. Al comandante Britto le extrañó la conducta del CINDACTA, ya que sólo cuando comenzó a materializarse un conflicto de tráfico aéreo los operadores del órgano decidieron asumir que el OVNI estaba en realidad en sus pantallas.

La fuente de luz era cada vez más fuerte a medida que se aproximaba al Boeing. Según Britto podía ver una estructura en forma de disco en el medio de la luz intensa, con un tamaño equivalente a dos aviones Jumbo juntos.

Trayetoria de aproximación del avión y el movimiento del objeto durante la maniobra (fenomenum.com.br)

A partir de este momento, el comandante de vuelo ya había comprendido que en realidad era una nave espacial extraterrestre que estaba de alguna manera tratando de ponerse en contacto, dejó surgir su lado humano mentalizando un mensaje de bienvenida a la tripulación del objeto, y tuvo entonces la idea de llamar al resto de la tripulación, ya que hasta ahora sólo la tripulación de cabina había estado siguiendo el fenómeno, y a los pasajeros para compartirles estos momentos especiales. El avión se llenó de una luz azulada intensa, y los pasajeros tranquilos y ordenados se turnaban en las ventanas de la izquierda para observar el fenómeno. Con la excepción de Don Ivo Lonchaider y de otro religioso que lo acompañaba, que no querían ver el OVNI, probablemente por temor a ser transformados en testigos, todos los demás pasajeros tuvieron la oportunidad de observar el fenómeno, que siguió manteniendo la distancia de 16 millas hasta el inicio de las maniobras de descenso cuando el avión estaba cerca de la ciudad de Barra do Piraí, en el interior del Estado de Río de Janeiro. Britto pudo observar, cuando volaba sobre las sierras cercanas al Aeropuerto Internacional de Río de Janeiro, al OVNI por detrás de una formación brumosa que existía en la región.

Con la llegada del avión al Aeropuerto Internacional de Río de Janeiro, los pasajeros que descendieron comenzaron a divulgar lo ocurrido y lo mismo sucedió poco después en São Paulo, llamando la atención de la prensa en el lugar. Al finalizar el histórico vuelo, Britto se retiró de las dependencias de la VASP todavía en el aeropuerto, con el fin de elaborar un informe sobre el vuelo para el departamento de operaciones de la empresa, como es habitual. Luego fue informado por uno de los directores del departamento que había una multitud de reporteros de periódicos, revistas, radio y televisión, tratando a través del servicio de prensa de la compañía de entrevistarse con el comandante del vuelo, ya que querían saber todos los detalles del encuentro con el OVNI.

El comandante Gerson Maciel de Britto, tras ser liberado por la empresa para hablar abiertamente sobre el incidente, pasó siete horas y media dialogando con los periodistas. En cuestión de horas la historia se divulgó en Brasil de norte a sur. Como suele suceder en casos OVNI impactantes, llegaron con el paso del tiempo las explicaciones más absurdas para desacreditar la realidad de la presencia de una nave extraterrestre. Nos involucramos en el conflicto participando directamente en las discusiones sobre el caso, en el que intervinieron incluso algunos astrónomos. Uno de ellos inicialmente defendió la idea de que era Venus, pero después de hacer el mismo vuelo, al mismo tiempo, descubrió que Venus estaba por debajo del horizonte en el momento en que comenzó a observarse el fenómeno, pasando a defender enseguida la idea de que era la extensión de una aurora boreal. Esto no impidió que un profesor de navegación astronómica apareciera pocos días después defendiendo la idea absurda de que un piloto con más de 20.000 horas de vuelo había sido capaz de confundir el planeta Venus con una nave extraterrestre, que tenía aproximadamente el doble del tamaño de un jumbo jet.

CINDACTA también tuvo una actitud dudosa ante el evento. Al principio, cuando fue interrogado por el capitán del vuelo 169, negó la detección de cualquier objetivo que pudiera estar relacionado con el fenómeno observado. Cuando el OVNI comenzó a aproximarse definitivamente al Boeing, Britto fue alertado finalmente por el órgano de control del tráfico aéreo que estaban detectando además del avión, a un eco radar en sus proximidades. Pero con el pasar de los días, ya en medio de la repercusión violenta del caso, el CINDACTA retrocedió, no admitiendo oficialmente que estaban realmente monitoreando en sus pantallas las evoluciones del OVNI

El caso del vuelo 169, como llegó a ser conocido, llevó a muchas personas que todavía se mostraban escépticas acerca de la presencia extraterrestre a desarrollar una nueva visión sobre el tema debido a la calidad y credibilidad de los testigos involucrados. Como dijo el comandante Britto en medio de la controversia, la negación de una o dos personas es fácil, pero de 150 testigos...

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Informe periodístico televisivo del incidente (www.portalufonet.com)

Una pasajera del vuelo 169 de VASP llamada Silesia Del Rosso dijo que el objeto brillaba como una lámpara de mercurio, como la de los postes de luz. Los pasajeros disputaron durante varias horas las ventanas de la izquierda del avión para observar mejor al OVNI.

Todos los pasajeros confirmaron el encuentro con el OVNI, con la excepción de algunas figuras religiosas que estaban a bordo del vuelo, como Don Aloisio Lorscheider, cardenal arzobispo de Fortaleza, que cuando le preguntó un pasajero de por qué no iba a la ventana para ver al objeto, respondió que no quería saber de estas cosas.

Con los años, cuando el fenómeno OVNI sea sin duda reconocido en términos globales, este caso es seguro que será recordado como uno de los episodios más importantes de la historia de la ufología brasileña y mundial. El valor de Britto en revelar todos los detalles de la experiencia, sin preocuparse por las posibles repercusiones que estén relacionadas con su vida privada o profesional, debe ser un ejemplo para aquellos que a pesar de haber sufrido experiencias similares, siguen manteniendo su silencio. A diferencia de lo que algunos divulgaron temerariamente, no fue despedido, ni sufrió ningún tipo de sanción de la empresa para la que trabajaba, o de cualquier otro organismo, por haber publicado los hechos. Por el contrario, incluso recibió una carta de la VASP, con elogios por su conducta durante el vuelo. Cuando tomamos actitudes firmes y basadas en la verdad, dejamos ciertamente poco espacio para aquellos que desean mantener la ignorancia, para continuar manipulando a la humanidad a partir de intereses generalmente inconfesables. El caso VASP, sin dudas,  es un buen ejemplo de esta realidad.

http://www.cubbrasil.net/index.php?option=com_content&task=view&id=25&Itemid=83 

Modificado por orbitaceromendoza

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