sábado, 1 de octubre de 2016

CEFAe: conferencia sobre metodología de la investigación de fenómenos aeroespaciales

Informa Fuerza Aérea Argentina
CEFAe: conferencia sobre metodología de la investigación de fenómenos aeroespaciales
El comodoro (R) Rubén Lianza, especialista en la materia, brindó una charla en el Centro Cultural de la Ciencia

Por Lic. Florencia Sosa/Cobertura y fotos: Lic. Santiago Sosa




El 15 de septiembre, el titular de la Comisión de Estudio de Fenómenos Aeroespaciales (CEFAe), comodoro (R) Rubén Lianza, brindó una charla sobre “Metodología de la Investigación de Fenómenos Aeroespaciales” en el Centro Cultural de la Ciencia ubicado en el barrio porteño de Palermo.

La CEFAe tiene como objetivo la investigación de las posibles causas de los avistamientos de objetos no identificados en el aeroespacio que hayan sido denunciados. Asimismo, es responsable de publicar un informe con las conclusiones de los casos que fueron resueltos.

Durante la charla, el comodoro Lianza relató cómo nació su interés por la observación aeroespacial y mencionó que al entrar en la Fuerza Aérea Argentina se dedicó a los fenómenos de tránsito aéreo inusuales. De forma personal, también investigó los casos de marcas en el terreno para los cuales registró fotográficamente la marca de un círculo en el pasto de una estancia y el caso de una mancha en la Sierra de Pajarillo.

Según el especialista, los antecedentes de estudios de fenómenos en Fuerza Aérea se remontan a 1968 y las investigaciones dependían del Servicio de Inteligencia de Aeronáutica. Posteriormente, en 1979 se creó un área en la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales, que tenía como objetivo investigar los casos de caídas de chatarra aeroespacial. La misma funcionó hasta el año 1987 y en 2011 el entonces jefe de Estado Mayor General de la Fuerza Aérea creó la Comisión de Estudio de Fenómenos Aeroespaciales (CEFAe).

“En el caso de CEFAe, su problema a resolver es identificar un fenómeno inicialmente no identificado. No se puede asumir la investigación de un caso si no están estas dos patas: el testimonio y la prueba. Esto es vital porque algunos ufólogos han dedicado su vida y millones de dólares para estudiar casos solamente con testimonios, sin pruebas”, afirmó el titular de la Comisión.

Durante la jornada también se resaltó la importancia de diferenciar los conceptos de Objeto Volador No Identificado (OVNI) y Objeto Volador Identificado (OVI), dos siglas que denotan el estatus del objeto en cuestión. Según el oficial, la identificación de un objeto se debe a la experiencia de los investigadores que analizan casos similares y a la aplicación de nuevas herramientas informáticas.

“La investigación es algo totalmente necesario. El método científico procura operar con información relevante. Si es histórica describe lo que era; si es descriptiva, interpreta lo que es y si es experimental, describe lo que será”, explicó el comodoro Lianza.

El oficial manifestó que la investigación del fenómeno OVNI es netamente descriptiva debido a que requiere identificar la causa del avistamiento.

Las fotos y los videos pasan por un primer filtro, en donde se identifica inmediatamente si la prueba “es un fenómeno óptico; el efecto de la cámara; una causa de astronomía, aeronáutica, astronáutica, satelital, meteorológica, geológica; o incluso causas biológicas como aves o insectos aunque también pueden haber fenómenos aéreos inusuales de los cuales no conocemos”.

El titular de CEFAe explicó que el método que él recomienda para resolver estos fenómenos se compone de una hipótesis, primeras causas, causas sospechadas y conclusión. Estos informes se publican en el sitio oficial de la Fuerza Aérea Argentina todos los años en la primera semana de diciembre.

“La importancia de la investigación es crucial porque nos permite establecer contacto con la realidad a fin de que la conozcamos mejor”, manifestó el comodoro Lianza y agregó: “De los miles de casos investigados en todo el mundo, menos del 5% permanecen como no identificados”.

“La metodología de investigación nos obliga a hacer un doble esfuerzo en averiguar no sólo qué es el OVNI sino también en averiguar qué no es, por lo tanto el conocimiento profundo de los identificables, IFO (OVI por sus siglas en español), es de fundamental para ir descartando” explicó el oficial y agregó: “Para ser un buen ufólogo primero hay que ser un buen ifólogo”.

Asimismo también comentó que entran en juego en la problemática OVNI las emociones humanas, las identificaciones erróneas y las ilusiones ópticas.

“Para mí el progreso es pasar de OVNI a OVI, así sea una nave extraterrestre porque ya está identificado con un nombre. Lo lamentable de estos 69 años es que la gente usa la sigla OVNI como sigla OVE (objeto volador extraordinario), lo usa como sinónimo y no lo son”, comentó el comodoro.

En el CEFAe existen dos áreas de trabajo que se centran en investigaciones puertas adentro (investigación de gabinete) o puertas afuera (investigación de campo).

“Para la investigación de gabinete se realiza una revisión de datos, procesamiento de entrevistas a testigos y análisis fotográfico. Es lo que estamos haciendo prácticamente todos los días en CEFAe”, explicó el oficial.

A su vez, el comodoro afirmó que utilizan diversos métodos para determinar la causa del objeto. En algunos casos se calcula la distancia del objeto a la cámara, la trayectoria o si se trata de un reflejo interno de la óptica. Asimismo, es requisito indispensable que para el análisis del material se entregue la imagen original, sin recortes ni ediciones de post-producción.

“El verdadero desafío en la observación de fenómenos espaciales es llegar a ver qué era, no importa si no era extraterrestre”, comentó el especialista y agregó: “Nosotros tenemos la obligación de darle una respuesta atinada a la gente. La idea es que la gente no vea a CEFAe como un simple explicador, porque explicar es la última fase de un proceso, sino que sea una entidad esclarecedora”.

A lo largo de la charla se resaltó que el contacto permanente entre la persona que aporta las pruebas y la CEFAe es sumamente importante debido a que ayuda a esclarecer aún más el caso.

Para el análisis de las evidencias materiales, el comodoro Lianza explicó que es necesario cotejarlas con una serie de elementos. En el caso de la chatarra espacial, se requiere contar con un laboratorio para poder analizarlo y con un registro de lanzamientos. Éste último elemento también se utiliza para los casos de avistamientos al igual que el registro de entradas a la atmósfera de chatarra aeroespacial, que existe desde el 14 de abril de 1958 y se actualiza de forma permanente.

Otros conceptos relevantes son los de seguimiento satelital astronómico en tiempo real (para los casos urgentes) y en diferido (para casos que ocurrieron en un lapso de tiempo considerable). La ventaja de estos desarrollos tecnológicos es que pueden utilizarse en modo simulación para reproducir la trayectoria y permiten saber dónde se encuentra cada satélite en cada momento siguiendo un sistema de coordenadas tanto de día como de noche.

En el caso de la investigación de campo, el comodoro Lianza explica que es fundamental tener un plan de trabajo sólido y desarrollar una buena estrategia de comunicación con las autoridades de la zona y los medios que necesitan informar en tiempo real las causas del fenómeno. Además, comentó que es importante trasladarse a la escena con un formulario de entrevistador, un grabador, una cámara fotográfica y de video, herramientas de recolección y transporte de evidencia y sensores de medición, entre otros elementos.

A lo largo de la charla, manifestó la necesidad de concientizar a los funcionarios y a la sociedad sobre la creación de un plan de contingencia para los casos de caída de chatarra espacial radioactiva.

Por último, destacó la importancia de continuar investigando los Fenómenos Aeroespaciales para facilitar su reconocimiento y el análisis de casos. En este sentido, la CEFAe lleva adelante la ineludible responsabilidad de formar recursos humanos, iniciativa que se está logrando a través de cursos de Fuerza Aérea con personal del Curso de Transcendencia del Poder Aeroespacial Nacional (CTPAN).

“Hasta el momento no existe una prueba científicamente aceptada por la comunidad científica de que hay naves evolucionando en nuestro planeta (…) pero lo que si existen son los testimonios de avistamientos OVNI, las denuncias de los testigos son reales y merecen que alguien les dé una respuesta lo más veraz y certera posible”, concluyó el comodoro Lianza y agregó: “Recordemos que cuando una persona ve cosas al límite de la visión, el cerebro completa la información faltante recurriendo a la imaginación”.

La charla finalizó con una ronda de preguntas en la que los presentes manifestaron su interés en la temática y se interiorizaron un poco más en el trabajo que realiza la Comisión de Estudio de Fenómenos Aeroespaciales.


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