miércoles, 19 de abril de 2017

La próxima semana realizaremos el 63er Café Ufológico de Mendoza

La próxima semana realizaremos el 63er Café Ufológico de Mendoza
por Luis Emilio Annino




El próximo miércoles 26 de abril tendrá lugar el 63er Café Ufológico de Mendoza, que se concretará en el tradicional Café Five Stars, ubicado en la calle Lavalle 45 de la Ciudad de Mendoza, al final de la tradicional Galería Independencia. Como sucede mes tras mes, será una buena oportunidad para que intercambiemos ideas, reflexiones, conocimientos y experiencias sobre el fenómeno OVNI y la posibilidad de vida extraterrestre.

El Café Ufológico de Mendoza pretende alcanzar un abierto y franco debate sobre las opiniones y conceptos que les presentes manejan en relación con el misterioso fenómeno OVNI, en un espacio caracterizado por la intervención de los asistentes en interesantes charlas efectuadas con el respeto, cordialidad y tolerancia que caracterizan a nuestros encuentros. No se permite el uso de grabadores o filmadoras por parte de otras personas ajenas a la organización para no afectar la libre expresión de los presentes. Sólo los coordinadores toman fotografías para registrar visualmente el encuentro. La asistencia es libre y gratuita, sólo se establece el compromiso de pagar lo que se consume en el lugar.

El Café Ufológico de Mendoza promueve y acompaña la creación de este tipo de reuniones ovnilógicas en otras partes del país y del mundo, tales como los existentes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Morón (Buenos Aires), Capilla del Monte (Córdoba), Rosario y Santa Fe capital (Santa Fe), que conforman la Red Argentina de Cafés Ufológicos, junto a los cafés organizados en Quito (Ecuador) y Valencia (España).


Entrevista realizada en FM 94.5 (Universidad Tecnológica Nacional)



A fines del mes de marzo fui invitado a participar de una entrevista realizada por María Victoria Chales y "Sr. Marious", conductores del programa radial "Monos con Navaja", que se emite por FM 94.5 UTN - Mendoza. Entre los temas abordados se encuentran: qué es un ufólogo, la teoría de los antiguos astronautas, el misterio del Triángulo de las Bermudas, la oleada OVNI argentina de 1978, la huella del "Pajarillo" (Capilla del Monte, cerro Uritorco, el rol del cronista José de Zer), la oleada francesa de 1954 y las ortotenias, las luces de Hessdalen, abducciones vs. contactados, acerca del Café Ufológico de Mendoza, la película "Encuentros Cercanos del Tercer Tipo" y los otros encuentros cercanos.

A continuación les presento el audio, espero que les resulte de interés:






Carl Sagan: "Mi intuición personal es que no estamos solos"
Creador de Cosmos, la serie vista en el mundo entero por millones de personas y relanzada recientemente, uno de los divulgadores más importantes del siglo XX, reflexiona sobre la posibilidad de formas de vida más allá de la Tierra

por Héctor D'Amico



Entrevista publicada originalmente el 31 de octubre de 1988

¿Bach o los Beatles? ¿Louis Armstrong o Beethoven? ¿Música china o canto de pájaros? En su brillante carrera como astrónomo y gurú de la ciencia contemporánea, Carl Sagan nunca imaginó que algún día debería formularse –y responder– preguntas de este tipo. Pero el día llegó. Fue a mediados de febrero de 1972 cuando se le ocurrió la idea de enviar al espacio el primer mensaje del planeta Tierra destinado a establecer contacto con otras formas de vida inteligente en el universo. El mensaje viajaría a bordo de la Pioneer 10, una sonda espacial que tiene las dimensiones de un Fiat 600, pero nadie sabía cuál sería su contenido. Como no había tiempo material para hacer consultas –el lanzamiento de la Pioneer estaba fijado para el 2 de marzo de ese año–, Sagan le pidió ayuda a su esposa y artista Linda Salzman y dibujó un hombre y una mujer, desnudos, en una plaqueta de aluminio y oro anodizado de 15 por 23 centímetros. Junto a las dos figuras, inspiradas en un dibujo clásico de Leonardo da Vinci, agregaron un puñado de datos elementales sobre el planeta y sus habitantes: la fórmula del átomo de hidrógeno neutro, algunos números del sistema decimal, la ubicación de la Tierra en relación con el Sol, etcétera.

Pero la música destinada a los extraterrestres no alcanzó a ser grabada a tiempo; partió hacia el espacio cinco años más tarde a bordo de la Voyager I y la Voyager II. Sagan, que como jefe del Jet Propulsion Laboratory de la NASA era uno de los directores de las dos misiones Voyager, se atribuyó una responsabilidad adicional totalmente alejada de la astronomía: la de disc-jockey. Seleccionó personalmente las voces, los sonidos y hasta algunos textos incluidos en el disco de hora y media de duración (lo bautizó Los sonidos de la Tierra), que pronto abandonará el sistema solar y continuará alejándose del planeta durante los próximos mil millones de años. Los únicos enemigos del disco son los rayos cósmicos y el impacto de finísimas partículas de polvo, pero será perfectamente audible dentro de 500.000 o 700.000 años.

La selección preparada por Sagan incluye un saludo del entonces presidente de los Estados Unidos, James Carter; canto de pájaros grabados en un zoológico de California, Bach, temas de jazz, los Beatles, saludos en sesenta idiomas, la voz del ex secretario de la ONU Kurt Waldheim, música china y, por supuesto, Mozart y Beethoven. Éstos son los sonidos que representan hoy a la raza humana en el espacio. A la hora de decidir quiénes serían los embajadores del planeta, Sagan prefirió no correr riesgo. Entre Mozart y los Beatles optó por Mozart y los Beatles.

Además de arrojar al océano cósmico botellas con música y textos, Sagan ha organizado y colabora activamente con varios programas científicos destinados a establecer un primer contacto con otras formas de vida. Sus aliados más importantes en esta búsqueda interestelar, reconoce, son los grandes radiotelescopios desarrollados especialmente para captar señales emitidas en dirección de la Tierra. El de la Universidad de Harvard, por ejemplo, es capaz de vigilar más de ocho millones de canales de radio simultáneamente. Otro de los grandes radiotelescopios son los de Arecibo, Puerto Rico, que pueden registrar señales provenientes de unas 250 estrellas, y el de una universidad de Ohio, destinado exclusivamente al proyecto SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence), es decir, búsqueda de inteligencia extraterrestre.

En este momento, el doctor Sagan es, sencillamente, el divulgador científico más conocido del mundo. Algunos colegas, como el británico Stephen Hawking o su compatriota Thomas Gold, han acumulado tanto o más prestigio y son menos polémicos en ciertos círculos académicos. Pero Sagan es, sin dudas, el más conocido por el gran público. Su serie de televisión Cosmos ha sido vista por cientos de millones de espectadores en unos cuarenta países. Ha publicado alrededor de 500 artículos en 20 idiomas y varios de sus libros (El cerebro de Broca, La conexión cósmica y Los dragones del Edén) figuraron en la lista de best sellers de varios países. Actualmente dirige el Laboratorio de Estudios Planetarios de la Universidad de Cornell y el Departamento de Astronomía de la Asociación para el Avance de las Ciencias de los Estados Unidos. Durante sus años de colaboración con la NASA fue director de los proyectos Mariner, Voyager y Viking. En 1978 ganó el Premio Pulitzer de Literatura.

Días atrás, Sagan concedió un largo reportaje telefónico a LA NACION. Éstas son sus respuestas.

–Profesor Sagan, usted tiene, entre otros, el privilegio de haber despachado la primera carta del planeta Tierra destinada a otras formas de vida inteligente. Sería interesante saber cuáles eran sus expectativas en el momento en que partió la Pioneer 10. ¿Pensó que recibiría algún tipo de respuesta mientras estaba todavía acá, en el mundo de los mortales, o, por el contrario, sabía que pasarían algunas generaciones antes de que se pudiese establecer un primer contacto?

–Cuando usted habla de algunas generaciones está pecando de apresurado. Piense, por ejemplo, que la Voyager I demorará unos 30.000 años en llegar hasta Alfa Centauro, la estrella más cercana a la Tierra. Ahora bien, como la Voyager ni siquiera vuela en dirección de Alfa Centauro tenemos que calcular que su viaje demorará en realidad mucho más. Le daré otro ejemplo: la Pioneer 10, el objeto más veloz que hemos lanzado hasta hoy, no penetrará en el sistema planetario de ninguna otra estrella hasta dentro de 10.000 millones de años. Por supuesto que no es fácil familiarizarnos con estos números o comprender cabalmente su verdadera dimensión, pero son nuestro marco de referencia obligatorio. Afortunadamente, disponemos de otros medios para enviar mensajes a través del espacio. El más eficiente, por ahora, son las sondas radiales que viajan a la velocidad de la luz, es decir, unos 300.000 kilómetros por segundo. Sin embargo, yo no hablaría de algunas generaciones porque no sabemos si, efectivamente, alguien va a respondernos ni cuándo va a hacerlo. Ahora, antes de seguir adelante, quiero volver por un segundo a su pregunta para aclarar un detalle que considero importante. Yo le agradezco que me considere un pionero de los mensajes a los extraterrestres, pero me temo que eso no es verdad.

–Bueno, es un dato que está en cualquier manual de astronomía contemporánea. Fue usted quien diseñó los mensajes de las misiones Pioneer y Voyager y, hasta donde sabemos, ésos son los primeros intentos científicos que hizo la humanidad para comunicarse con otras formas de vida.

–Los datos que usted cita son correctos, qué duda cabe, pero nuestro primer mensajero no ha sido el Pioneer sino la televisión. Sus emisiones viajan a la velocidad de la luz y hace varias décadas que esas ondas se están alejando de la Tierra. Si queremos ser rigurosos al hablar de los pioneros, debemos considerar a la televisión comercial y al radar militar en primer término. Naturalmente, la intención de un programa de televisión no es provocar respuestas de algún lugar alejado del planeta, pero, de hecho, envía mensajes que pueden ser captados en cualquier punto de nuestra galaxia y aun fuera de ella. (Nota de la Redacción: un año luz equivale a 9,5 millones de millones de kilómetros.)

–¿Cree que alguien de ahí afuera ha conseguido descifrar esos mensajes?

–Es una pregunta interesante que me hago con frecuencia. Pero por ahora no tiene respuesta. Yo escribí una novela sobre ese tema que se titula Contact. En ella especulo con que las ondas televisivas del planeta son remitidas nuevamente a nosotros desde algún lugar lejano. Pero esto, por el momento, no es más que ficción.

–Usted ha participado en los dos congresos científicos más importantes que se han celebrado hasta ahora para debatir este tema, el de Green Bank, Estados Unidos, y el de Byurakán, organizado por la Academia de Ciencias de la Unión Soviética. ¿Cuáles son las probabilidades matemáticas con las que trabajan hoy los científicos al hablar de otras formas de vida en el universo? ¿Cuáles son las probabilidades, si es que se puede formular la pregunta en estos términos, de que existan otras civilizaciones más o menos avanzadas que la nuestra?

–En la Vía Láctea, donde vivimos, hay por lo menos 100.000 millones de estrellas. Al alcance de nuestros instrumentos, observatorios y radiotelescopios hay unos 100.000 millones de galaxias. Es posible que, detrás de ellas, existan muchas otras que demoraremos algún tiempo en descubrir. En años recientes los astrónomos hemos comprobado que los planetas son compañeros frecuentes de las estrellas y, por lo tanto, debemos considerar que existe una cantidad absolutamente asombrosa de ellos. La posibilidad de que uno y solamente uno de ellos esté habitado es altamente improbable. Lo extraño no es que hayan evolucionado otras formas de vida en diferentes partes del universo: lo asombroso sería que sólo uno de los planetas, ni siquiera el más grande ni el más importante, estuviese habitado. Sabemos que la vida en nuestro planeta se desarrolló con rapidez, tan pronto la evolución geológica le dio su forma más o menos definitiva, y sabemos también que esa vida se desarrolló obedeciendo las leyes de la química y de la física. Pues bien, tenemos todo el derecho de pensar que esas mismas leyes son las que rigen todo el universo. Pero hay algo más: la existencia de cantidades de otras estrellas tanto o más viejas que la Tierra indica que un proceso similar puede estar ocurriendo en cualquiera de ellas. Finalmente, sabemos que las probabilidades de supervivencia de cualquier especie dependen de su capacidad de adaptación al medio y de su inteligencia (salvo cuando esa especie inventa las armas nucleares). La pregunta, una vez más, es por qué esa capacidad de adaptación y esa inteligencia deberían haberse dado en un sólo punto de la galaxia.

–¿Su opinión personal es que estamos solos o acompañados?

–Para opinar es necesario juzgar pruebas y argumentos, y me temo que no los tenemos.

–¿Cuál es su intuición entonces?

–Mi intuición personal –por favor, comprenda que estoy hablando solamente de intuición y comprenda que es de tipo personal– es que no estamos solos.

–La otra pregunta, además de si existen o no, es cómo comunicarse con ellos. Usted ha sugerido varias veces que la Tierra puede estar recibiendo cantidades de mensajes provenientes del espacio, pero no nos damos cuenta porque desconocemos la frecuencia y la forma de esos mensajes.

–Imaginemos que en este preciso momento, mientras conversamos, una gran cantidad de señales llegan al hemisferio sur del planeta. Como no tenemos ningún radiotelescopio funcionando en ese hemisferio, jamás podremos captar –no hablemos ya de descifrar– esos mensajes. A propósito de este tema quiero darle una noticia que entiendo es una primicia para su país: la Argentina muy pronto estará en condiciones de participar activamente en la búsqueda de inteligencia extraterrestre. Me refiero a una búsqueda sistemática y sujeta a métodos científicos. Hasta ahora el programa más sofisticado aplicado en el hemisferio norte es uno que conocemos con las siglas MEPA y que auspicia la Sociedad Planetaria, de la cual soy presidente. Esta sociedad tiene su sede en la Universidad de Harvard. En este momento estamos preparando el programa MEPA 2, que se desarrollará en la Argentina. A fin de año recibiremos en Harvard a tres científicos argentinos que irán a aprender el sistema de escucha utilizado con radiotelescopios. Después de dos años de entrenamiento los científicos y el radiotelescopio con el cual harán su entrenamiento, regresarán a la Universidad de Buenos Aires para poner en marcha el MEPA 2.

–En la serie Cosmos, que ya es un clásico de la televisión pedagógica, usted hacía una observación muy conmovedora y, a la vez, poética. Decía que entre toda la materia del universo existe una relación tan estrecha que se puede afirmar que el hombre está hecho del mismo material que las estrellas. ¿Sugiere, de alguna manera, que nuestra especie y otras posibles formas de vida inteligente pueden tener el mismo origen?

–Digo que la materia de la cual estamos compuestos tiene su origen en las estrellas. Los átomos de nuestro organismo, con excepción del hidrógeno y del helio, estuvieron concentrados en el núcleo de las estrellas durante millones de años antes de alcanzar la forma de la especie humana. Yo sé que esto puede sonar muy poético a sus oídos y a los de mucha gente, pero es literalmente así. El calcio de nuestros dientes, el carbón de los genes, el nitrógeno del pelo alguna vez formaron parte de una estrella. Lo mismo que la silicona de nuestros anteojos. Esos átomos nacieron de otros átomos más simples en el corazón de estrellas que dejaron de existir hace mucho tiempo. Es absolutamente sorprendente la manera en que estamos relacionados con el resto del cosmos. Los rayos cósmicos originados en la agonía de las estrellas también son responsables de lo que somos; el origen de la vida fue estimulado por rayos ultravioletas que calentaron la superficie terrestre. La conexión entre las distintas formas de materia es misteriosa, fascinante y de una intimidad sorprendente. Los humanos estamos ligados al cosmos no de la manera en que pretenden los astrólogos sino en un sentido vital y verdadero.

–Durante el último siglo y medio la mayoría de los autores de ciencia ficción han presentado a los extraterrestres como unos auténticos villanos, de aspecto horrible, inevitable color verdoso y decididamente hostiles hacia los seres humanos. Después, gracias a gente como Clark, Asimov, Bradbury, el mismo Spielberg, la imagen de los extraterrestres mejoró notablemente. ¿Qué fantasía cree que alimenta la opinión pública respecto de los seres con los que usted intenta comunicarse?

–Realmente no lo sé. Es cierto que ha habido un cambio importante y la gente tiene una opinión más neutral de los posibles extraterrestres. Nos los imaginan como unos monstruos. Sin embargo, déjeme que les confiese una sospecha: mucha gente se sentiría muy infeliz si alguien contestara nuestros mensajes.

–¿Por qué?

–Porque seguramente será una civilización mucho más avanzada que la nuestra. Seres que pueden echar por tierra nuestra secreta esperanza de que somos los más listos del universo. Que tendrán otros conocimientos tecnológicos, otra religión, otra cultura política y que estarán en la posición de revelar cuán equivocados estamos respecto de infinidad de temas. Muchos científicos pueden quedar en el ridículo.

Bio

Profesión: astrónomo y divulgador científico


Carl Edward Sagan fue un astrónomo y divulgador estadounidense que alcanzó fama mundial a partir del estreno, en 1980, de la serie televisiva Cosmos, donde reveló los misterios del universo de una forma única. Falleció en 1996. El sitio del aterrizaje de una sonda de la NASA en Marte lleva su nombre. 


http://www.lanacion.com.ar/1674829-carl-sagan-mi-intuicion-personal-es-que-no-estamos-solos


OVNI: Memoria histórica México
por Yohanan Díaz Vargas




El proyecto “Memoria Histórica OVNI México” nace con el objetivo de recuperar los trabajos de investigación que se han realizado en todo el país —desde principios del siglo pasado— por diversos grupos de estudio, investigadores independientes que, incluso, algunos han quedado en el olvido.

Es recuperar esos trabajos, darles su importancia, ponerlos en su justa dimensión y preservar esa memoria que tanto hace falta al 2017, para tenerlos como base y saber qué tanto se conocía en el pasado sobre esta gran temática.

Algunos de los casos son los estrellamientos de objetos que cayeron del cielo. Cuentan las crónicas que dichos objetos no tenían ninguna similitud con las aeronaves conocidas.

Se trataba de objetos con forma de disco, de apariencia metálica, que se habían estrellado produciendo un gran estruendo y una intensa luminosidad que espantaba a los lugareños, sobre todo al norte de nuestro país.

Otro de los grandes temas son los avistamientos de objetos voladores anómalos que han quedado registrados en fotografías y filmaciones.

Los hechos muy puntuales están registrados sobre el municipio de Taxco, Guerrero; sobre el lago de Chapala, Jalisco, entre muchos otros sitios que a la fecha, siguen siendo lugares calientes para la observación de OVNIs.

Aterrizajes

No podemos olvidar los “aterrizajes” que estuvieron de moda en la década de los 60 en nuestro país, con objetos que fueron descritos por los testigos, como objetos con forma de disco que en la base tenían tres patas que era con lo que se sostenían esos misteriosos artefactos voladores.

El caso más representativo se presentó en los terrenos de Zacatenco, en el Instituto Politécnico Nacional en 1965, con tres jóvenes que estuvieron involucrados en un incidente que incluso dejó huellas sobre el terreno.

Con los investigadores debemos de hacer un recuento de las obras publicadas, conocer ampliamente qué tanto aporta al esclarecimiento del tema OVNI a nivel nacional, ya que algunos de ellos proponían hipótesis novedosas para explicar este gran tema.

Dentro este mismo rubro no debemos olvidar a los contactados con extraterrestres que también —a lo largo de la historia— han realizado un gran trabajo de concientización de que no estamos solos en el universo y algunos de ellos publicaron libros.

En esos ejemplares, algunos se adelantaron por varias décadas a su tiempo con objetos como el Ipad, la internet, el fax, los celulares y los drones, pero que entre todos nos dan un matiz perfecto de la importancia de esos mensajes donde se nos hablaba de la gran importancia de que el ser humano se llevara bien con sus semejantes, así como la advertencia del uso de nuevas tecnologías y la poca madurez del ser humano para usarlas.

Esclarecer hipótesis

Se tiene que hacer un trabajo exhaustivo con muchos de los grupos de investigación que han propuesto hipótesis serías de trabajo para casos muy puntuales con las que han tratado de esclarecer el tema de los no identificados.

El proyecto “Memoria Histórica OVNI México” es recuperar, procesar y dar a conocer en internet todo lo relacionado sobre el fenómeno OVNI y temas afines.

Es la mejor opción para saber que en toda la historia de nuestro país, los mexicanos hemos convivido con un fenómeno que a pesar de los grandes avances tecnológicos no hemos sido capaces de solucionar.

Ustedes pueden ser parte importante de este gran proyecto.

Guía ufológica 

En Argentina, en el año 2000, se publicó el libro “Guía biográfica de la Ufología Argentina” por el reconocido investigador Roberto Banchs, en la cual hace un recuento de los investigadores, los grupos de estudio, los libros publicados y sus propuesta, así como los casos más destacados que forman parte de la casuística OVNI argentina que van del año 1947 a 1972.

Un libro considerado en este país como de cabecera para todo aquel que le interesa involucrarse en esta materia.

En uno de sus apartados dedicados a los casos que tuvieron una fuerte repercusión se rescata un texto publicado en el periódico Noticias Gráficas del 12 de agosto e 1947:

“Los habitantes de otros planetas —aseguran— nos envían mensajes buscando contacto. El motivo resultaría el mismo para quienes están convencidos que ‘los discos o platos voladores son, en realidad, entidades astrales que se han mostrado en determinados momentos y en diversos lugares el mundo a personas que han actuado en ese instante como médiums espontáneos’, como afirma un espiritista que utilizaba el seudónimo hindú Prana Maya”.

“Es fácil suponer —continúa— que se trata de un serio llamado de atención a la humanidad en instantes que se apresta a emprender la guerra atómica que arrasaría la Tierra (…); se trata de un llamado a la cordura: de un mensaje a la razón. Los platos voladores han escrito en el cielo de nuestro planeta el anhelo divino en esta hora crucial del mundo, sintetizando en una sola, expresiva, angustiosa y honradamente determinativa palabra: ¡Paz!”, un texto fuerte que hizo resonancia entre los contactados de la época quienes en muchas de sus historias presintieron la proximidad de una catástrofe final.

Aquí radica la importancia de este tipo de trabajos que nos recuerda las investigaciones y estudios sobre el fenómeno OVNI en el pasado, lo que nos ayudará a entender nuestro presente en estas temáticas.

Glosario
Lugares calientes: Sitios en México donde son comunes y constantes los avistamientos de OVNIs.
Contactados: Personas que afirman vivir una experiencia de comunicación con seres de otros mundos.
Luis Reynoso disertó en Quito sobre el fenómeno OVNI
Integrante del Rosario OVNI bar, fue invitado por el Café Ufológico de Quito.



El reconocido ufólogo funense Luis Reinoso quien desde hace años realiza trabajos de campo e investigaciones sobre la aparición de objetos no identificados, fue invitado a disertar sobre la temática, en el marco de una conferencia sobre "El nuevo orden mundial, la globalizacion y fenómeno OVNI", por el Café Ufologico de la ciudad de Quito, Ecuador

La misma se llevó a cabo el pasado 5 de abril en el restaurante “The maple” en tierras ecuatorianas, con una gran afluencia de público joven y muy interesado en la temática OVNI y del nuevo orden mundial. A su vez Reinoso participo de varias entrevistas con medios locales y nacionales.

“Uno de los temas que me interesó analizar, es el gigante de siete metros encontrado en la provincia de Loja, sur del Ecuador y frontera con Perú, donde se encontraron huesos muy similares al humano pero de increible tamaño. El padre Carlos Vaca fue quien custodiaba esos huesos hasta su muerte en 1999. Fueron encontrados en un lugar denominado "cementerio de dioses". El investigador Klaus Dona expone algunos fragmentos en sus exposiciones Misterios no resueltos”, aseguró Reinoso.

Por otra lado agregó: “Otro tema abordados en la conferencia fue "la Cueva de los Tayos". El húngaro naturalizado argentino Juan Moricz dijo haber encontrado signos de hábitat de una civilización muy desarrollada. La más antigua civilización data de 48.000-12000 años AC... alrededor de 1500 AC empiezan los primeros Shuar a situarse en la zona y se mezclan con los aborígenes de la cueva de los Tayos. La ultima expedición fue en el año 2012 por el explorador polaco Yoris Jarzynski, el cual concluyó que la cueva es de origen natural geológica”, concluyó el ufólogo funense.



Los extraterrestres pueden ser una sola inteligencia y otras cinco fascinantes reflexiones de Martin Rees
El famoso cosmólogo británico aborda en «El próximo paso» (BBVA) la poshumanidad, los viajes espaciales y la existencia de civilizaciones fuera de la Tierra

por Judith de Jorge Gama



Quizás no sean seres biológicos

Escena de «2001: Una odisea en el espacio»- Archivo

«Al considerar las posibilidades de encontrar vida en otra parte (fuera de la Tierra), dada nuestra actual ignorancia deberíamos tener la mente abierta acerca de lo que pueda surgir y las formas que podría adoptar». El británico Martin Rees, uno de los mejores cosmólogos del mundo y un divulgador apasionado, reflexiona en «El próximo paso: la vida exponencial», el último libro de BBVA dedicado a los avances científicos y tecnológicos como motores del cambio en la especie humana, sobre los viajes espaciales y la posibilidad de que no estemos solos en el Universo. Rees, que firma el último de los 18 capítulos de la publicación de acceso libre en internet, tiene un enfoque fascinante sobre cómo pueden ser nuestros hipotéticos vecinos en el Cosmos.

Martin Rees- J.R. Ladra
Según explica, de haber surgido inteligencia en otros mundos, podría haber ocurrido antes que en la Tierra (por ejemplo, en un planeta que orbite una estrella más antigua que el Sol) o evolucionado más rápidamente que aquí. Entonces, la vida en otra parte podría haber desarrollado capacidades que superarían con creces las nuestras.

Detectar una señal artificial sería un descubrimiento trascendental, dice el científico espacial, pero, ¿qué aspecto tendrían quienes la originen? Rees no cree que las criaturas inteligentes que podríamos encontrar tengan nada que ver con las que describe la cultura popular y sugiere que deberíamos esperar «algo muy distinto».

Según explica, si llegáramos a detectar vida extraterrestre inteligente, tendríamos muy pocas posibilidiades de «captarla» en el breve lapso de tiempo en el que aún conserve su forma orgánica. «Es mucho más probable que nos haya precedido y haya hecho la transición a formas electrónicas (e inorgánicas) hace ya tiempo», apunta. A su juicio, lo más probable es que una señal extraterrestre no nos llegue de una forma de vida biológica, no de una civilización extraterrestre tal y como la entendemos, sino de «cerebros electrónicos inmensamente complejos y potentes». Los extraterrestres «podrían ser una única inteligencia integrada».


¿Cómo vamos a encontrarlos?

El telescopio de 100 metros de Green Bank (derecha) y una recreación artística de la misteriosa estrella de Tabby- NASA/NRAO

Martin Rees está de acuerdo con los empeños de buscar señales de inteligencia fuera de la Tierra. Por ese motivo, respalda la iniciativa del multimillonario ruso Yuri Milner, que pretende llevar a cabo la más extensa búsqueda en la historia de vida tecnológica extraterrestre utilizando algunos de los telescopios más grandes del mundo. En el proyecto, llamado Breakthrough Listen, gigantescas radioantenas como las de Green Bank, en Virginia Occidental (EE.UU.) y Parkes, en Australia, rastrearán transmisiones de radio no naturales procedentes de estrellas cercanas y lejanas en una amplia frecuencia de 100 MHz a 50 GHz.

Sin embargo, el cosmólogo advierte que la posibilidad de éxito es muy pequeña (no más del 1%). Y aunque ocurriera, seguiría siendo muy difícil que fuéramos capaces de entender la señal, que milagrosamente estaría dirigida a nosotros. Más bien, se trataría de un subproducto o un fallo de funcionamiento de alguna máquina supercompleja que sobrepase con mucho nuestra comprensión. «Incluso si las señales fueran intencionadas, podríamos no reconocerlas como artificiales al no saber decodificarlas», dice.


Los poshumanos conquistarán las estrellas

Imagen de la película «Ex Machina»- DNA FILMS

Rees espera que personas que hoy estén vivas lleguen a poner un pie en Marte, como un paso más hacia a las estrellas. «Quizás sean los chinos», dice. Y espera también que para 2100 valerosos pioneros hayan establecido bases independientes de la Tierra, en el Planeta rojo o quizás en un asteroide. Pero cuidado, no habrá ninguna migración masiva desde la Tierra, porque, que sepamos, no existe el «planeta B».

Sin embargo, el científico recuerda que el espacio es un entorno terriblemente hostil para los humanos, así que es probable que quienes viajen a las estrellas no sean exactamente como nosotros. Los tripulantes serán poshumanos, criaturas orgánicas (cíborgs) que hayan ganado la batalla a la muerte o perfeccionado las técnicas de hibernación, que podrían viajar durante miles de años sin estar limitados a una vida de duración humana. De igual manera, una inteligencia artificial, un cerebro no biológico, podría construir gigantescos complejos excavados en lunas y asteroides y desarrollar allí «conocimientos tan alejados de nuestra imaginación como lo está la teoría de cuerdas para un ratón».

No es tan asombroso como parece. La biotecnología avanzada, la inteligencia artificial y la capacidad para explorar el espacio se desarrollan tan rápido «que no podemos predecir con seguridad ni siquiera lo que pasará cuando termine el presente siglo». Porque todo eso ocurrirá a una escala de tiempo tecnológica, mucho más veloz que la lenta selección darwiniana que ha marcado la evolución de la Tierra hasta ahora. Como dice el expresidente de la Royal Society, «las criaturas que presencien la extinción del Sol dentro de 6.000 millones de años no serán humanas, serán tan diferentes de nosotros como nosotros lo somos de los insectos».


Nuestro Universo, una isla en el espacio

Nuestro cosmos puede no ser el único- Scientific Report

Lo que llamamos el Universo, la consecuencia espacio-temporal del Big Bang, puede no ser más que una «isla» en un «archipiélago» tal vez infinito. Martin Rees introduce en su artículo de «El próximo paso» la idea de que podrían haberse producido infinidad de big bangs. Todos ellos formarían parte de un multiverso enfriado a ritmos distintos para terminar gobernado por leyes diferentes. Por eso, para el científico, nuestro actual concepto de la realidad física podría ser tan limitado en relación al todo como la perspectiva que tuviera de la Tierra un placton cuyo «universo» cabe en una cucharada de agua.


¿Vivimos en matrix?

Seres avanzados podrían simular mundos enteros- Archivo

Por si el artículo de Rees no fuera suficientemente emocionante, el científico también plantea otra inquietante posibilidad. La inteligencia poshumana, expone, ya sea en forma orgánica o de artefactos que evolucionen autónomamente, desarrollará hiperordenadores con una potencia de procesamiento capaz de simular seres vivos, incluso mundos enteros. Así que tal vez seres avanzados ya tengan esta capacidad y superen con creces los mejores «efectos especiales» de las películas hasta el punto de replicar todo un universo tan complejo como el que creemos habitar. «Puede que ya existan superinteligencias en algún lugar del multiverso, en universos más antiguos que el nuestro, o más idóneos que, con sus hiperordenadores, puedan crear universos virtuales en número muy superior a los 'reales'», dice el autor para lanzar a continuación una reflexión escalofriante: «Tal vez seamos vida artificial en un universo virtual».


Naves por todo el Sistema Solar

Minería espacial- Archivo

Martin Rees cree que, a lo largo de este siglo, flotillas de pequeñas naves robóticas explorarán y cartografiarán la totalidad del Sistema Solar. El paso siguiente será la minería y la fabricación en el espacio. Todos los objetos hechos por el hombre que hay ahora en el espacio han sido enviados desde la Tierra, pero, a medida que avance el siglo, «gigantescas fábricas robóticas serán capaces de instalar enormes placas solares y desmesuradas redes informáticas en el espacio», predice. Además, los sucesores del telescopio Hubble, con sus maravillosos espejos ensamblados en condiciones de gravedad cero, «ampliarán aún más nuestra visión de las estrellas, las galaxias y la inmensidad del cosmos».


http://www.abc.es/ciencia/abci-extraterrestres-pueden-sola-inteligencia-y-otras-cinco-fascinantes-reflexiones-martin-rees-201703241420_noticia.html



Finalmente recordamos que nuestra convocatoria es para:

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"63er Café Ufológico de Mendoza: Día: Miércoles 26 de abril de 2017. Lugar: Café Five Stars - Lavalle 45 (Galería Independencia) - Ciudad de Mendoza. Horario: 19 hs. Participación libre".
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Esperamos contar con su participación. 

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