El 8vo Café Ufológico de Mendoza se consolida como ámbito de opinión ovnilógica
por Luis Emilio Annino
De izquierda a derecha: Oscar Ferreyra, Mónica Silva, Quito Urquiza, Juan Andrés Trejo, Luis Emilio Annino, Nahuel Lucero, Mariano Molina, Raúl Díaz y Gastón Pravata. |
La anhelada primavera llegó finalmente a estas tierras y junto a ella una nueva edición del Café Ufológico de Mendoza, el ámbito en donde los aficionados, estudiosos e
investigadores del fenómeno OVNI local se reunen para compartir experiencias y opiniones sobre el mismo,
con la cordialidad y respeto que identifica a estos
encuentros, todo un proceso que se va consolidando con el transcurrir del tiempo.
En
esta ocasión el 8vo Café Ufológico se tuvo que pasar del programado día miércoles 26 de setiembre para el jueves 27, debido a la conmemoración del día del empleado de comercio, lo que conllevaba al cierre de locales comerciales con la consiguiente afectación de nuestro habitual lugar de encuentros. No obstante, se seguirá manteniendo al último miércoles de cada mes como día de nuestros habituales encuentros.
Participaron en esta oportunidad Martín Fuentes, Gastón Pravata, Mariano Molina, Raúl Díaz, Juan Manuel Lima, Mónica Silva, Juan Andrés Trejo, Nahuel Lucero, Mariem Belavita, Quito Urquiza, Fanny Sosa, Juan Patricio Aciar, Ariel Godoy, Oscar Ferreyra y Luis Emilio Annino.
Los primeros aportes llegaron de la mano de dos nuevos asistentes a nuestras reuniones, Fanny Sosa y Juan Patricio Aciar, en la que ambos afirman haber experimentado vivencias que podemos considerar como lindantes con lo místico y parapsicológico, destacándose el relato efectuado por Juan Patricio, quien junto a otras dos personas, en la noche del 11 de setiembre de 1992 y en inmediaciones del Cerro Bayo, próximo al monumento histórico denominado Cerro de la Gloria, tuvieron una especie de encuentro programado en la que habrían tenido una extraña visión en una masa luminosa de un ser al que identificó como al Maestro Jesús, acompañado por otras dos entidades más pequeñas. También afirma hacer escuchado sonidos como mantras. Parte de sus comentarios refirieron a una visita a la supuesta ciudad intraterrena de Isidris, lo que deparó numerosos planteos, comentarios y opiniones sobre tan extraordinarias afirmaciones, algunas relativas al próximo 21 de diciembre del corriente año, según una revelación recibida recientemente.
A continuación tuvo la palabra otro recién llegado, Juan Andrés Trejo, quien expresó que su interés por el fenómeno OVNI se remonta a su niñez, cuando en una noche de diciembre de 1986, viajando en automóvil junto a su familia por calles del centro mendocino, tuvieron que detenerse en la concurrida esquina de Perú y Pellegrini junto a numerosos vehículos, cuyos ocupantes descendían apresuradamente de los mismos para poder apreciar en el cielo lo que Juan Andrés identificó como una "formación luminosa esférica" que permaneció varios minutos en el aire hasta que finalmente se desvaneció.
Seguidamente, pude compartir con los presentes un caso del que tuve conocimiento el pasado fin de semana, cuando me entrevisté con el ex sargento mayor de Gendarmería Eduardo Olmedo, persona afable y sencilla que me informó de una experiencia vivida en los primeros días de diciembre de 1981, cuando se desempeñaba en el escuadrón de alta montaña situado en Punta de Vacas, próximo al valle de Uspallata. En ese entonces, él junto a sus compañeros gendarmes realizaban tareas de vigilancia sobre el tendido telegráfico próximo al trazado de las líneas férreas, debido a las denuncias recibidas por el robo de cables de este medio de comunicación. Dicha actividad implicaba el pernocte en la zona considerada bajo amenaza de dos gendarmes ubicados a 1 km. de distancia aproximada el uno del otro, los que eran relevados y reemplazados noche por medio. En una de esas oportunidades, una noche despejada, sin vientos y con buena visibilidad, alrededor de las 2 a.m., Eduardo viajaba en la caja trasera de un camión de transporte Unimog junto a otros compañeros para efectuar el relevo de los dos gendarmes, cuyos apellidos cree que eran Moreno y Azcurra, cuando en un determinado momento ve un extraño objeto luminoso brillante, de color blanquecino, con forma aproximada de gota o lágrima, desplazándose por la zona montañosa en sentido paralelo pero opuesto al avance del camión, a unos 4 km. de distancia y a una altura cercana a 50º respecto del horizonte. Su paso fue veloz y desapareció repentinamente, no pudiendo compartirlo con sus compañeros de viaje. Agregó además que esa noche no había Luna, restando a ésta como posible causal de confusión. Cuando llegan al lugar de reunión con el gendarme Moreno, éste se acerca y sube al vehículo con un notable grado de nerviosismo, permaneciendo callado. Luego recuperan al gendarme Azcurra en un estado similar, lo que le llama la atención a Eduardo Olmedo ya que pensó que éstos podrían haber experimentado su mismo avistamiento. Les consulta al respecto y para su sorpresa descubre que no vieron lo mismo que él, pero que en la noche previa ambos fueron sobrevolados a baja altura por un objeto luminoso desconocido, al cual asociaron literalmente con un "platillo volador", el que realizaba un desplazamiento similar al mencionado por Olmedo, deteniéndose primero sobre la vertical de Moreno, quien recibe una proyección de luz muy fuerte emanada por el objeto, para luego seguir camino en dirección a la ubicación de Azcurra, quien sufre la misma acción por con una intensidad lumínica inferior, para luego seguir su trayectoria hasta perderse entre los cerros cercanos. Como consecuencia de las experiencias vividas particularmente por estos dos últimos gendarmes y ante el evidente impacto emocional que recibieron estas personas, preparadas para actuar contra ladrones de cable pero no contra algo de naturaleza desconocida, fueron autorizados por sus superiores a no retornar al lugar de los hechos y en poco tiempo estas tareas de vigilancia fueron finalizadas. Este caso me parece interesante, no sólo por la naturaleza de los testigos y de lo acontecido, sino porque en el 7mo Café Ufológico se hizo referencia a una serie de avistamientos que ocurrieron en la zona en particular y en la región en general a fines de octubre y comienzos de noviembre de ese año, lo que daría la pauta de haber ocurrido una oleada OVNI en esos meses de 1981.
A continuación se difundieron los resultados de la primera actividad de vigilancia de los cielos realizada por participantes del Café Ufológico mendocino, que es conocida popularmente como "Alertas OVNI" u "Operación Suricata" en el ámbito francófono. La "Operación Suricata 1", llevada a cabo el pasado 7 de setiembre, estuvo integrada por 9 personas, quienes se desplazaron a los lugares elegidos para realizar las observaciones, Canota, Villavicencio y Vaquerías, situadas en la zona pedemontana del departamento de Las Heras, conocido por presentar reportes de OVNIs. La noche se presentó sin Luna, entre completamente estrellada y con escasa nubosidad durante el período de vigilancia (21.00 a 01.00 hs). Se emplearon cámaras fotográficas digitales, binoculares y una estación de observación total que fue empleada para hacer algunas visualizaciones astronómicas. Se pudo realizar una tarea de identificación de todo lo que se iba apreciando, estrellas, aeronaves, estrellas fugaces. Alrededor de las 23.00 hs. y en dirección suroeste respecto de nuestra posición (Villavicencio) pudimos ver durante unos 10 segundos a un objeto luminoso, cuyo tamaño aparente era el de una moneda, que avanzaba en sentido oeste-este. Hubo quien vió la emisión de un flash, otro la proyección de un haz de luz descendente e inmediata retracción y finalmente, para otro, la realización de un giro y repentina desaparición. Tal evento fue considerado como un objeto volador desconocido, sin agregarle ninguna connotación extraña. Una hora más tarde recibimos la visita de los guardaparques de la Reserva Villavicencio, donde uno de ellos conocía a un miembro de nuestro grupo, al ingeniero Godoy, y aprovechó para señalarnos que esa zona es conocida justamente por este tipo de historias y recordó como dos años atrás, en un puesto cercano (pequeña producción ganadera de subsistencia) se pudo ver la evolución de un objeto luminoso que había estado cerca de la superficie, se elevó algunos metros permaneciendo estacionario pocos segundos hasta que luego ascendió velozmente, perdiéndose de vista. La vigía se extendió una hora más, hasta que un paulatino incremento en la nubosidad motivó la finalización de nuestra primera Operación Suricata y la expresión de deseo de realizar una nueva, la que se concretará el próximo fin de semana en lugar a confirmar.
Participaron en esta oportunidad Martín Fuentes, Gastón Pravata, Mariano Molina, Raúl Díaz, Juan Manuel Lima, Mónica Silva, Juan Andrés Trejo, Nahuel Lucero, Mariem Belavita, Quito Urquiza, Fanny Sosa, Juan Patricio Aciar, Ariel Godoy, Oscar Ferreyra y Luis Emilio Annino.
De izquierda a derecha: Fanny Sosa, Ariel Godoy, Martín Fuentes, Mariem Belavita, Oscar Ferreyra y Juan Patricio Aciar. |
Los primeros aportes llegaron de la mano de dos nuevos asistentes a nuestras reuniones, Fanny Sosa y Juan Patricio Aciar, en la que ambos afirman haber experimentado vivencias que podemos considerar como lindantes con lo místico y parapsicológico, destacándose el relato efectuado por Juan Patricio, quien junto a otras dos personas, en la noche del 11 de setiembre de 1992 y en inmediaciones del Cerro Bayo, próximo al monumento histórico denominado Cerro de la Gloria, tuvieron una especie de encuentro programado en la que habrían tenido una extraña visión en una masa luminosa de un ser al que identificó como al Maestro Jesús, acompañado por otras dos entidades más pequeñas. También afirma hacer escuchado sonidos como mantras. Parte de sus comentarios refirieron a una visita a la supuesta ciudad intraterrena de Isidris, lo que deparó numerosos planteos, comentarios y opiniones sobre tan extraordinarias afirmaciones, algunas relativas al próximo 21 de diciembre del corriente año, según una revelación recibida recientemente.
A continuación tuvo la palabra otro recién llegado, Juan Andrés Trejo, quien expresó que su interés por el fenómeno OVNI se remonta a su niñez, cuando en una noche de diciembre de 1986, viajando en automóvil junto a su familia por calles del centro mendocino, tuvieron que detenerse en la concurrida esquina de Perú y Pellegrini junto a numerosos vehículos, cuyos ocupantes descendían apresuradamente de los mismos para poder apreciar en el cielo lo que Juan Andrés identificó como una "formación luminosa esférica" que permaneció varios minutos en el aire hasta que finalmente se desvaneció.
Dibujo de lo observado por el ex gendarme Eduardo Olmedo en la zona de Uspallata, en los primeros días de diciembre de 1981. |
Seguidamente, pude compartir con los presentes un caso del que tuve conocimiento el pasado fin de semana, cuando me entrevisté con el ex sargento mayor de Gendarmería Eduardo Olmedo, persona afable y sencilla que me informó de una experiencia vivida en los primeros días de diciembre de 1981, cuando se desempeñaba en el escuadrón de alta montaña situado en Punta de Vacas, próximo al valle de Uspallata. En ese entonces, él junto a sus compañeros gendarmes realizaban tareas de vigilancia sobre el tendido telegráfico próximo al trazado de las líneas férreas, debido a las denuncias recibidas por el robo de cables de este medio de comunicación. Dicha actividad implicaba el pernocte en la zona considerada bajo amenaza de dos gendarmes ubicados a 1 km. de distancia aproximada el uno del otro, los que eran relevados y reemplazados noche por medio. En una de esas oportunidades, una noche despejada, sin vientos y con buena visibilidad, alrededor de las 2 a.m., Eduardo viajaba en la caja trasera de un camión de transporte Unimog junto a otros compañeros para efectuar el relevo de los dos gendarmes, cuyos apellidos cree que eran Moreno y Azcurra, cuando en un determinado momento ve un extraño objeto luminoso brillante, de color blanquecino, con forma aproximada de gota o lágrima, desplazándose por la zona montañosa en sentido paralelo pero opuesto al avance del camión, a unos 4 km. de distancia y a una altura cercana a 50º respecto del horizonte. Su paso fue veloz y desapareció repentinamente, no pudiendo compartirlo con sus compañeros de viaje. Agregó además que esa noche no había Luna, restando a ésta como posible causal de confusión. Cuando llegan al lugar de reunión con el gendarme Moreno, éste se acerca y sube al vehículo con un notable grado de nerviosismo, permaneciendo callado. Luego recuperan al gendarme Azcurra en un estado similar, lo que le llama la atención a Eduardo Olmedo ya que pensó que éstos podrían haber experimentado su mismo avistamiento. Les consulta al respecto y para su sorpresa descubre que no vieron lo mismo que él, pero que en la noche previa ambos fueron sobrevolados a baja altura por un objeto luminoso desconocido, al cual asociaron literalmente con un "platillo volador", el que realizaba un desplazamiento similar al mencionado por Olmedo, deteniéndose primero sobre la vertical de Moreno, quien recibe una proyección de luz muy fuerte emanada por el objeto, para luego seguir camino en dirección a la ubicación de Azcurra, quien sufre la misma acción por con una intensidad lumínica inferior, para luego seguir su trayectoria hasta perderse entre los cerros cercanos. Como consecuencia de las experiencias vividas particularmente por estos dos últimos gendarmes y ante el evidente impacto emocional que recibieron estas personas, preparadas para actuar contra ladrones de cable pero no contra algo de naturaleza desconocida, fueron autorizados por sus superiores a no retornar al lugar de los hechos y en poco tiempo estas tareas de vigilancia fueron finalizadas. Este caso me parece interesante, no sólo por la naturaleza de los testigos y de lo acontecido, sino porque en el 7mo Café Ufológico se hizo referencia a una serie de avistamientos que ocurrieron en la zona en particular y en la región en general a fines de octubre y comienzos de noviembre de ese año, lo que daría la pauta de haber ocurrido una oleada OVNI en esos meses de 1981.
A continuación se difundieron los resultados de la primera actividad de vigilancia de los cielos realizada por participantes del Café Ufológico mendocino, que es conocida popularmente como "Alertas OVNI" u "Operación Suricata" en el ámbito francófono. La "Operación Suricata 1", llevada a cabo el pasado 7 de setiembre, estuvo integrada por 9 personas, quienes se desplazaron a los lugares elegidos para realizar las observaciones, Canota, Villavicencio y Vaquerías, situadas en la zona pedemontana del departamento de Las Heras, conocido por presentar reportes de OVNIs. La noche se presentó sin Luna, entre completamente estrellada y con escasa nubosidad durante el período de vigilancia (21.00 a 01.00 hs). Se emplearon cámaras fotográficas digitales, binoculares y una estación de observación total que fue empleada para hacer algunas visualizaciones astronómicas. Se pudo realizar una tarea de identificación de todo lo que se iba apreciando, estrellas, aeronaves, estrellas fugaces. Alrededor de las 23.00 hs. y en dirección suroeste respecto de nuestra posición (Villavicencio) pudimos ver durante unos 10 segundos a un objeto luminoso, cuyo tamaño aparente era el de una moneda, que avanzaba en sentido oeste-este. Hubo quien vió la emisión de un flash, otro la proyección de un haz de luz descendente e inmediata retracción y finalmente, para otro, la realización de un giro y repentina desaparición. Tal evento fue considerado como un objeto volador desconocido, sin agregarle ninguna connotación extraña. Una hora más tarde recibimos la visita de los guardaparques de la Reserva Villavicencio, donde uno de ellos conocía a un miembro de nuestro grupo, al ingeniero Godoy, y aprovechó para señalarnos que esa zona es conocida justamente por este tipo de historias y recordó como dos años atrás, en un puesto cercano (pequeña producción ganadera de subsistencia) se pudo ver la evolución de un objeto luminoso que había estado cerca de la superficie, se elevó algunos metros permaneciendo estacionario pocos segundos hasta que luego ascendió velozmente, perdiéndose de vista. La vigía se extendió una hora más, hasta que un paulatino incremento en la nubosidad motivó la finalización de nuestra primera Operación Suricata y la expresión de deseo de realizar una nueva, la que se concretará el próximo fin de semana en lugar a confirmar.
"Arqueología y arte rupestre de la región Cuyana", del Prof. Juan Schobinger. |
Imágenes tomadas del libro "Arqueología y arte rupestre de la región Cuyana", del Prof. Juan Schobinger. |
Por último y fiel al compromiso que tiene quien esto escribe con la organización CEFORA (Comisión de Estudios del Fenómeno OVNI de la República Argentina), cuya finalidad consiste en solicitar a las autoridades nacionales la desclasificación de documentos oficiales OVNI, procedí a la obtención de firmas entre los asistentes, quienes generosamente siguen acompañando este esfuerzo.
El médico Gastón Pravata apoya el esfuerzo de CEFORA firmando la solicitud para la desclasificación de documentos oficiales OVNI. |
Cerca de las 23.00 hs. y luego de haber compartido una enriquecedora y amena reunión, se puso fin a la misma convocando a los
participantes a nuestro
próximo café ufológico. Nuestra
invitación es para: