jueves, 25 de noviembre de 2010

Algo de historia 
El caso Bariloche (Sexta parte)



Juan Pablo Gómez
Oscar Adolfo Uriondo
Buenos Aires - Argentina


Conclusiones del caso Bariloche

La clase de certeza a que es posible arribar mediante el análisis como el implementado en el Informe Preliminar sobre el Caso Bariloche, se asemeja más al que se puede adquirir en el ámbito de las investigaciones de tipo jurídico. Tal restricción es lógica consecuencia de la metodología que nos impone la naturaleza de los datos con que debemos manejarnos en el campo de la indagación ufológica. No hay aquí, y más precisamente no la hay en los incidentes anómalos de Bariloche, datos objetivos permanentes, sino evidencias de muy diferente relevancia probatoria, a las cuales es menester evaluar minuciosamente, eludiendo en lo posible cualquier tendencia prejuiciosa y parcializada.

Dentro de ese marco limitativo, el estudio analítico de los hechos, circunstancias y testimonios concernientes a los fenómenos aéreos presuntamente anómalos sobre la zona de Bariloche, reportados la noche del 31 de julio de 1995, nos permite arribar a varias conclusiones en las cuales se dan elementos de certeza, juntamente con dudas y conjeturas.

En primer término, la contrastación de las hipótesis convencionales con los datos recopilados durante la investigación y evaluados de modo objetivo y racional, revela que ninguna de aquellas posee la suficiente entidad probatoria para ser calificadas como medianamente plausibles. Resumiremos aquí lo ya expresado en el artículo anterior:

En virtud de su configuración, los fenómenos aéreos observados no corresponden a ninguna expresión de la aerotecnología contemporánea, lo cual permite descartar como factores de identificación a todo tipo de aviones, helicópteros, globos sondas, dirigibles, etc. Y tampoco el comportamiento cinemático de tales fenómenos se compatibiliza con los de cualquier ingenio volador convencional y excluyen, por tanto, soluciones que involucren estímulos aeronáuticos y astronáuticos. Agreguemos a lo expuesto que durante la noche del 31 de julio, no hubo en el área de Bariloche ningún lanzamiento de globos sondas y tampoco se reportaron vuelos de aeronaves militares, civiles o comerciales, ya fueran éstos programados o no.

Con respecto a las explicaciones astronómicas, el intento de reducir las observaciones de Bariloche a cuerpos celestes, ya fueran planetas, estrellas, o a meteoritos erróneamente percibidos es absolutamente inconsistente. Así lo demuestran los datos obtenidos mediante la implementación de softwares astronómicos, como el Expert Astronomer for Windows y el Ez Cosmos 3.0. Reiteramos que en los eventos de Bariloche las posiciones de los fenómenos luminosos insólitos no coinciden con la de ninguno de los astros. Y en cuanto a los meteoritos, ellos de manifiestan -como ya explicáramos en un capítulo anterior- dentro de muy limitadas condiciones de movilidad y duración que en nada semejan a las que caracterizan el comportamiento de los fenómenos reportados.

En relación a las hipótesis óptico-atmosféricas que pretenden reducir las observaciones a meros fenómenos de reflejos o de refracciones lumínicas, proyectadas desde tierra, subrayemos que las circunstancias meteorológicas existentes la noche de ese 31 de julio no fueron apropiadas para que ocurrieran efectos ópticos de alguna importancia. Y como ya expresáramos, mientras que las capas nubosa aparecían desplazadas hacia la Cordillera, al Oeste, las manifestaciones insólitas avistadas se dieron precisamente en los sectores despejados del cielo.

Finalmente, respecto a las hipótesis psicologistas, al término de una investigación y análisis minuciosos, la conclusión que alcanzamos es de que las probabilidades de que una solución de ese tipo tenga algún viso de razonabilidad y sensatez son enteramente remotas.

A luz de todo lo expuesto hasta ahora en este Informe, surgen los siguientes interrogantes:

¿Hubo en realidad un solo OVNI sobre Bariloche y las desemejanzas en las descripciones obedecen a dispares condiciones y perspectivas de observación por parte de los testigos?

¿O quizá el fenómeno percibido, aunque único, posea cualidades "proteiformes", esto es, posea la aptitud de modificar, en diferentes instancias, tanto su apariencia, como sus patrones lumínicos?

¿O bien su estructura es ambigua, como un modelo geométrico equívoco, en el cual surgen diversidad de figuras, cambios en el aspecto sensible de su imagen, disímiles, pero todos ellos igualmente valederos y reales?

¿Podría argumentarse, tal vez, que el llamado caso Bariloche no se limite al avistaje de un solo OVNI -como a nivel periodístico y popular se ha creído hasta ahora- sino que se trate de una pluralidad de fenómenos insólitos (al menos dos), cuyo comportamiento muestra evidente intencionalidad?

Nos inclinamos a rescatar como más viable esta última presunción, aunque sin desechar una posible incidencia secundaria por parte de las otras tres opciones, al menos en una fase preliminar y con los elementos de convicción reunidos hasta hoy.

Hay un aspecto relevante del fenómeno OVNI, al que hemos mencionado con alguna frecuencia: la intencionalidad, sin duda el más desusado de los ítems de extrañeza y que merece un párrafo especial. Adviértase que en ningún momento aplicamos el concepto de inteligencia para designar tal modalidad en las manifestaciones OVNI. Hay una razón de peso para esta elección: el término inteligencia resulta equívoco, habida cuenta de que por él se entienden realidades distintas, y que una precisa definición teórica plantea problemas, no habiendo sido aceptada por unanimidad desde el punto de vista psicológico.

En cambio, el concepto de intencionalidad es menos comprometido. Recordemos a este propósito que, como señala el filósofo Franz Brentano, todo acto psíquico participa de esa cualidad. Es decir que los entes psíquicos que la ejercen son capaces de percibir estímulos externos y reaccionar con relación a ellos. En muchos casos los OVNIs dan la clara impresión de que advirtieran dichas presencias y orientaran su comportamiento en función directa de las mismas.

En el caso Bariloche, se aprecian varias fases que sugieren actitudes y movimientos intencionales por parte de los fenómenos luminosos observados. Como los ejemplos que citamos a continuación:

    1. El desplazamiento evasivo (en ángulo de 90 grados), cuando el Boeing realiza su viraje a los 6.400 pies de altura.
    2. La configuración triangular que lo acompaña -en vuelo formado- durante 3 minutos en su descenso hacia el aeropuerto.
    3. Las maniobras totalmente insólitas para un fenómeno natural y conocido que efectúa luego de sobrepasar en vuelo al GN-705, de la Gendarmería.
    4. La "espera" a 10.000 pies de altitud y el nuevo acompañamiento al avión de línea.
    5. Son también dignas de mención las expresiones del comandante Cipuzak acerca de la "sensación" que el comportamiento de la extraña luz le produjera, en el sentido que no parecía errática, sino como el de un objeto controlado inteligentemente.
    6. Notemos, además, que los dos niveles mencionados -6.400 y 10.000 pies- son precisamente los preestablecidos en la carta de vuelo nº 1 para el procedimiento de aterrizaje en el Aeropuerto de San Carlos de Bariloche. La circunstancia de que las detenciones en "espera" del fenómeno luminoso ocurrieran precisamente en ambos niveles, no deja de ser intrigante.

Como conclusión, creemos que es posible vislumbrar en los incidentes de Bariloche una intrincada estructura fáctica de insospechada complejidad; una sucesión de eventos anómalos -no siempre asociados entre sí con claridad- y de no fácil integración en un panorama general. Precisamente, es debido a la antedicha complejidad que se torna difícil ensayar una valoración global de extrañeza en términos cuantitativos para todos los avistamientos involucrados.

Por último, en lo que concierne a la naturaleza de estos extraños fenómenos (OVNIs o anomalías aéreas), sólo podemos movernos por ahora en un terreno conjetural y especulativo, donde por el momento no se avizoran respuestas categóricas. Este es, sin lugar a dudas, el gran desafío pendiente.

Una acotación final que ubica el incidente de Bariloche dentro de un contexto más amplio: estos encuentros de aviones con OVNIs no son excepcionales y por supuesto no se limitan a los sucesos considerados en el presente informe (existen al respecto valiosos catálogos mundiales que recogen una nutrida casuística [*]). En la mayoría de estos eventos se alude con mucha frecuencia a un manifiesto comportamiento intencional por parte de los fenómenos anómalos. Incluso la calificación de maniobras inteligentes es explícitamente aplicada. Estos llamados casos aeronáuticos han ocurrido desde el inicio de la historia contemporánea de los OVNIs y siguen ocurriendo en distintas latitudes y épocas.

Notas
[*] Un caso de notable similitud al incidente de Bariloche, por nosotros analizado, se dio en la vecina República del Uruguay. Fue exhaustivamente investigado por CRIDOVNI, organismo oficial de la Fuerza Aérea de ese país y lleva el número de registro 316.

http://www.vickersviscount.net/images/Paintings/Jorge%20Cobas%20PLUNA%20CX-BIY%20special.jpg
Representación gráfica de un Vickers Viscount de la aerolínea PLUNA (http://www.vickersviscount.net/images/Paintings/Jorge%20Cobas%20PLUNA%20CX-BIY%20special.jpg)


La noche del 25 de agosto de 1975, un avión Vickers Viscount de Pluna sobrevolaba Tacuarembó proveniente de Asunción del Paraguay. "La tripulación y alguno de los pasajeros pudieron observar una luz blanca a la izquierda y un poco más abajo del avión. El comandante, suponiendo que tenía en las cercanías otra aeronave, se comunica con la torre de control para corregir las trayectorias. Desde la torre le dicen que ningún otro vuelo estaba registrado allí. Pensando que podría tratarse de una pequeña avioneta (incluso podía ser un avión contrabandista) y en la prevención de un accidente, hozo notar su presencia encendiendo y apagando las luces de sus avión. Para sorpresa y temor de todos los observadores, al encenderse los faros de aterrizaje, aquella luz se acercó vertiginosa y peligrosamente al avión, para enseguida e inmediatamente retornar a sus posición original con la misma velocidad. Esta maniobra, imposible para una aeronave normal, ocurrió un par de veces... La luz acompañó al avión durante algunos minutos, hasta que empezó a alejarse hacia el este. Dato complementario: el comandante del vuelo, asegura que durante toda la ocurrencia sintió, pese a un lógico recelo, la extraña sensación (se podría decir la seguridad) de que nada iba a ocurrir. Como que algo le decía que no debía sentir miedo".

Anexos al caso Bariloche

A continuación se transcribe el Informe que el Comandante Jorge Polanco elaboró y dejó en la Jefatura del Aeropuerto:

DE : CDTE. JORGE POLANCO
A : JEFATURA DEL AEROPUERTO
TEMA: AVISTAMIENTO DE OBJETO NO IDENTIFICADO EN BAR.

Habiendo iniciado alejamiento en PROCE N° 1 y en descenso hacia 6400 ft. observamos en trayectoria opuesta el acercamiento de luces con fuerte intensidad, a requerimiento nuestro se notifica y la torre confirma que no se trata de ninguna aeronave identificada. Al efectuar el viraje de procedimiento, dicho objeto se aproxima desde el sur quedando a nuestra derecha y acercándose en forma continua, verificando luces verdes en sus extremos y una fuerte luz naranja en el centro de las luces. Próximos a los 5500 ft. y con el objeto a nuestro lado se produce el corte de todas las radio ayudas del aeropuerto en el preciso instante en que dicho objeto se aleja bruscamente en dirección sudeste a velocidad imposible de determinar. Procedemos al escape para 10.000 ft. para posterior procedimiento sin novedad.

Nota: La torre informa que todos sus instrumentos se descontrolaron durante el corte de energía. 
Nota: Avión de gendarmería confirma haber avistado el objeto. Dicho avión estaba por encima de nuestro avión.
JORGE NESTOR POLANCO . CDTE.
CARLOS DORTONA . PILOTO
JORGE ALLENDE . ING. DE VUELO
674902 - 4912471 - 7018

Los informes del personal de la Fuerza Aérea

Por todo lo que conlleva a los investigadores OVNI el obtener información proveniente de un organismo militar, en este caso la Fuerza Aérea Argentina, sobre un incidente ocurrido en jurisdicción que le pertenece, como es el aeropuerto de San Carlos de Bariloche, el reunir la documentación que se muestra en este artículo no fue tarea fácil. Sin embargo, lo más difícil que se nos presentó fue, sin lugar a dudas, el análisis de los testimonios del personal aeronáutico, ya que en éstos las contradicciones fueron numerosas. En gran medida porque a la fecha de nuestra entrevista muchos pasajes y detalles ya no podían ser recordados con exactitud, cayendo en el olvido. Por consiguiente, algunos de los testigos (a causa de la influencia que ejercieron los relatos, comentarios y descripciones que, a posteriori, entre ellos realizaron) recurrieron al llenado de sus "lagunas" con información errónea, basándose no en lo que ellos vieron, sino, en las versiones que habrían escuchado de otros involucrados. En honor a la verdad, debemos reconocer que, al día de hoy, no está del todo claro como se sucedieron los hechos en el aeropuerto.

En el mes de septiembre de 1996, uno de los autores (J. P. Gómez) viajó -en la que sería la primera de dos visitas- a la ciudad de Bariloche para realizar la investigación "in situ" del caso. Para ser sinceros, no teníamos demasiadas expectativas en lograr obtener el testimonio del personal del aeropuerto debido a que, al día siguiente de la difusión de los hechos, recibieron la orden de no hacer declaraciones públicas sobre lo acontecido esa noche. Pero suponemos que el tiempo transcurrido jugó a nuestro favor, pues, para dicha fecha, la orden de mantener el silencio, se había levantado. Los miembros de la Fuerza Aérea -según nos explicó durante nuestra entrevista el Suboficial Principal Machado- tenían "luz verde" para contar lo sucedido. No obstante ello, algunos, a la hora de hablar, seguían haciéndolo con ciertas reservas. Incluso, quién se negó rotundamente a darnos su testimonio aduciendo un pedido de "gente de la fuerza que investigó el suceso" fue el Suboficial Auxiliar Andrada, que también esa noche se encontraba con Enrique Bressa a cargo del equipo electrógeno.

Como mencionamos a lo largo del artículo, entre el personal aeronáutico que la noche del 31 de Julio desempeñaban sus tareas y fueron partícipes directos o indirectos de los hechos se encontraban: el Suboficial Principal Daniel Alberto García, de operaciones, cumpliendo el turno de "jefe del aeropuerto"; el Suboficial Ayudante Alfredo Ramón Blanco, en la Torre de Control; el Cabo Principal Julio Cesar Cantero, en plan de vuelo; el Suboficial Auxiliar Andrada y el Sr. Enrique Bressa, a cargo del equipo electrógeno y Sr. Nicolás Araya, en Meteorología. De los mencionados solamente tres realizaron informes escritos.

A continuación éstos se transcriben completos, siendo fieles transcripciones de los originales y, por ende, ninguno de los errores gramaticales que existen fueron modificados:

Documento elaborado por el Suboficial Principal Daniel Alberto García.
Declaración.
S.P. GARCIA DANIEL ALBERTO
P.V. 14957

Siendo aproximadamente, las 23:15 UTC encontrándome en la jefatura de Operaciones, observo hacia el sector de plataforma de estacionamiento de aeronaves menores, un reflejo similar a un flash (color blanco azulado), produciéndose un pestañeo en la iluminación del aeropuerto cosa que produce el apagado inicialmente de las torres de alumbrado del sector estacionamiento de vehículos.

Transcurrido unos segundos/minutos el corte de la energía eléctrica se hace general quedando a oscuras toda la zona (ciudad-aeropuerto).

El observador meteorológico, se dirige hacia el campo meteorológico, cuando observo al mismo totalmente iluminado por las luces descriptas y mirando hacia el edificio/ TWR.

Al mirar por la ventana situada en sección central observo una luz blanca/ámbar desplazándose hacia el sur donde pierdo de vista lo mencionado (aparentemente detiene el movimiento a una altura con respecto al horizonte de treinta a sesenta metros). En el ínterin se restablece el suministro de energía por parte de la usina local lo que produce que el vuelo de aerolíneas (ARG 674) inicie la aproximación instrumental normalizado.

Cuando esto ocurre me dirijo hacia la oficina de la jefatura de aeropuerto a efecto de mantener buen enlace con el personal de usina mientras observo el paso del ARG 674 cuando abandona la vertical en alejamiento, y comienza el viraje de procedimiento... Observo nuevamente la luz muy brillante en sentido opuesto al vuelo, ubicándose el mismo a la derecha del B 727 (no puedo precisar la distancia entre el ARG674 y la luz/objeto) aunque si se aprecia relativamente cerca.

El ARG674 continua la aproximación, siempre "acompañado" por la luz, observo el mismo color (blanco/ámbar), cuando el ARG 674 se encontraba ya en App Final, el personal de usina (S. Aux. Andrada y Tec. Bressa) este ultimo con voz alarmada, por medio del HT informa "se me muere el grupo" produciéndose el apagado de luces de pista, lo que hace que el comandante del ARG674, inicie el procedimiento de escape, siempre con la (Luz/Objeto) siguiendo su mismo curso.

Al producirse el escape, dejo de observar lo descripto para abocarme a solucionar el inconveniente de falta de energía.

Lo sucedido en el sector opuesto (zona ciudad lago Nahuel Huapí) no lo puedo ver, dado que había abandonado la oficina de jefatura...

Cuando se reestablece la energía eléctrica con el suministro de la cooperativa elect. Bariloche, el vuelo de Aerol. Arg. reinicia la aproximación en forma normal.

Una vez arribado y ya en la plataforma y posteriormente de efectuado el descenso del pasaje subo a la cabina de la ACTF donde le requiero dirigirnos a la oficina de operaciones de la empresa para conversar sobre lo sucedido.

Lo expuesto de ahora en más (conversaciones) es presenciado por personal de la empresa Sr. Gustavo Bianchi, Sr. Ezquerra, quien oficia de transportista de la empresa.

El Cdte. del vuelo Sr. Polanco, relató lo sucedido y concordando en todo momento a lo por mi observado, agregándose a la charla el Sr. Ezquerra quien afirma lo dicho ya que el mismo, se encontraba llegando al aeropuerto por la ruta de acceso, quien corrobora lo sucedido estando el vuelo "acompañado" por la luz u objeto.

Solicito al Comandante del vuelo mencionado, si desea hacer un informe escrito, accediendo sin inconveniente.

Mientras el mencionado, redacta su informe, bajo de la oficina hacia el hall del aeropuerto a efectos de solicitarle al Cdte. del GN705, si podía explicar lo visto, mientras se encontraba en aproximación a la vertical (ya en la oficina de la empresa) relata y corrobora lo ya expresado, con la salvedad que estando en espera y observando el vuelo de aerolíneas cuando efectúa el viraje de acercamiento desde el sector del lago hacia el aeropuerto el objeto/luz efectuó un ascenso casi adelante y ligeramente a un costado de su aeronave a velocidad imposible de determinar perdiéndose WSW.

Una vez llegado a la oficina de ARO-AIS, se encontraba el personal de Gendarmería (enfermero) que también explican lo por ellos visto cuando se aproximan en su vehículo al aeropuerto.

Posteriormente cuando se producen los despegues del ARG y de la aeronave de Gendarmería, el personal de usina / técnica me relatan lo sucedido con el grupo electrógeno, que inicialmente la causa del apagado del mismo se debía a una falla mecánica en el grupo, pero que habían efectuado un chequeo del mencionado grupo, procediendo a ponerlo en marcha nuevamente cosa que ocurre sin inconveniente.

Informo al Sr. Jefe que no puedo identificar en momento alguno, silueta, forma u otra cosa extraña a lo relatado.

Informe del operador de Torre de Control, Suboficial Ayudante Ramón Alfredo Blanco:
DECLARACION
S.A. Blanco Ramón Alfredo
P.V. 16634

Siendo las 23 :15 UTC se produce corte de energía eléctrica total..23 :20 UTC se restablece energía eléctrica AUX. Equipo electrógeno 1 (uno), en esta hora ingresa al TMA en comunicación con TWR BAR el Arg. 674. Informándole este control Las novedades del AD; quien notifica, posterior al abandono del fijo (IAC Nº 1 pista 28) de procedimiento, tener tránsito en sentido convergente.

Se le informa que la única aeronave que está a cuarenta NM ingresando al TMA, y que no constituye transito esencial.

Estando en viraje de procedimiento (previa coordinación con el auxiliar de operaciones y técnico usina) notifica dicha aeronave tener transito en su trayectoria con luz muy fuerte; nuevamente se le informa que la aeronave que se encuentra en zona de control esta aproximadamente a 15 NM a las tres de su aeronave con nivel de vuelo 110.

23 :47 este control le comunica al Arg. 674 que efectué el escape correspondiente por corte de iluminación en RWY.

Sobre la vertical del aeródromo este control ve a la aeronave en cuestión alejándose proa al lago, como así también a la otra aeronave GN 705 próximo a la vertical en ese instante corroboro lo que informo el Arg. 674 acerca de la luz que había visto ; ahora le informo al comandante que la luz esta detrás de su aeronave como así también informa el GN 705 que ve dicha luz entre el lago y el Arg. 674.

Informo que en todo momento estaba en comunicación por HT con el S.P. García y el técnico Bressa y le pido que escuche la frecuencia principal, contestándome que estaba en el despacho del jefe de aeropuerto viendo lo que acontecía, viendo además la luz, subiendo en ese instante el C.P. Cantero quien también corrobora lo acontecido.

Asiendo notar a la jefatura por este medio que en el preciso corte de iluminación de la RWY veo que : anemómetro fuera de servicio, VOR en servicio normal, ILS en servicio normal, luz plataforma sector norte serv. Normal, estufas en torre fuera de serv. Luz pupitre torre fuera de serv.

Restableciendo después la energía de la cooperativa, arribando Arg.674 y GN 705, sin novedad.

Por último el informe del observador meteorológico Sr. Nicolás Enoe Araya (Recuerde el lector que en éste se detectó la alteración de los horarios).

DECLARACION
SPVI ARAYA NICOLAS ENOE
OSFA 43245

Paso de la siguiente manera: siendo las 19.30 hs. se produjo una baja en la energía y haciendo fuerte ruido en los tableros generales de la luz del pasillo y el taller de radio, al observar el ruido verifique que se había apagado las luces de la playa de estacionamiento, avisando al suboficial de turno Garcia dicha novedad. Habiendo transcurrido aproximadamente 20 minutos, salí a tomar la temperatura al campo, de regreso a la mitad de la plataforma fui enceguecido por una fuerte luz amarilla observando hacia la torre de control pensando que estarían iluminando con algún reflector, comprobando que no era así, observando que dicha luz se desplazaba a gran altura en dirección Oeste - Este por detrás de la torre. Al arribar a la oficina, comencé a realizar el meterro cuando se produjo un corte de energía, estando el suboficial García de operaciones en inmediaciones de la escalera, bajando a gran velocidad y entró en la oficina de meteorología, para comunicarse con la torre, por la luz observada anteriormente, creyendo que eran dos aeronaves que se cruzaban. Siendo las 20.30 hs. se produjo un descalibre del barómetro, subía y bajaba en forma continua, pasados 15 minutos volvía a la normalidad. Esto es todo.

La opinión de la Fuerza Aérea Argentina

El Comandante de Regiones Aéreas, en ese entonces Brigadier Mayor Horacio Ernesto Genolet, en carta fechada el 5/09/95 y dirigida al señor Heriberto Janosch (1) hizo pública la opinión de la Fuerza Aérea Argentina sobre lo acontecido la noche en cuestión. En el segundo párrafo de la misma dice: "Al respecto le informo que el Comando de Regiones Aérea, a través del Jefe del Aeropuerto, tomó las declaraciones pertinentes a las personas involucradas en el hecho. Las mismas sirvieron de base para un análisis posterior de los sucedido, descartándose a priori una posible confusión con objetos aéreos convencionales, aunque no se elimina la posibilidad de que pueda haber ocurrido una confusión con objetos naturales, o reflejos de luces sobre la base nubosa o algún otro fenómeno óptico de explicación no inmediata".

Agregando en el párrafo siguiente: "La investigación por parte de la Fuerza Aérea fue finalizada en el momento que se determinó que no hubo invasión del espacio aéreo de jurisdicción por parte de objetos aéreos convencionales conocidos".

Esta respuesta merece algunos comentarios: Las "declaraciones pertinentes" a la que hace mención el Brigadier Mayor Genolet son los informes escritos que tenemos en nuestro poder; y creemos, sinceramente, que no es correcto basarse únicamente en ellos, pues los mismos son ciertamente confusos e, incluso, contradictorios. Indudablemente con estos, por si solos, no se puede arribar a conclusión valida alguna.

¿Y a qué conclusión llega la Fuerza Aérea Argentina?... Bueno, a ninguna. Pues la respuesta es ciertamente ambigua. Descartan a priori la posibilidad de confusión con "objetos aéreos convencionales conocidos" (entiéndase cualquier tipo de avión) aunque no eliminan la posibilidad de "confusión con objetos naturales o reflejos de luces sobre la base nubosa o algún otro fenómeno óptico de explicación no inmediata". De esta manera matan dos pájaros de un tiro. Por un lado, se desligan de la obligación -y todo lo que ello implica- de investigar qué o quién violó el espacio aéreo argentino. Y no solo eso, en una zona de vuelo restringida como es la de un aeropuerto y, más grave aún, poniendo en peligro (con su sola presencia) el aterrizaje de dos aviones. Por otro lado, con la hipótesis de confusión con un "fenómeno óptico de explicación no inmediata" (descartado según nuestra investigación) no se ven en la necesidad de reconocer que los llamados O.V.N.I.s pusieron en evidencia lo indefenso que está nuestro espacio aéreo y, por consiguiente, los habitantes de éste país.

Quién no tuvo inconvenientes en contradecir la versión oficial fue el propio Mayor Jorge Oviedo, a la sazón Jefe del Aeropuerto.

Al día siguiente del avistamiento, él se encargó de avalar y respaldar los testimonios de su personal a cargo, confirmando la presencia de un Objeto Volador No Identificado en espacio aéreo barilochense. Y, como si eso fuera poco, hizo pública su opinión de que ese "tránsito" nada tenía que ver con una aeronave terrestre, expresando a una radio local, lo siguiente: "...Tenemos que ser conscientes de que en una galaxia tan inmensa debemos suponer que, evidentemente, no somos los únicos seres vivientes... no soy tan egoísta de pensar de que sólo existe el ser humano..." Una conclusión, por cierto, muy parecida a la que el comandante de Aerolíneas Argentinas, Jorge Polanco, brindaría a la prensa.

(1) Comunicación a través de e-mail del Sr. Heriberto Janosch, en respuesta a una solicitud de información a la Fundación Anomalía.

http://fuego.dragoninvisible.com.ar/boletin3/dragon121.htm

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