Para el Vaticano, la existencia de vida inteligente fuera de la Tierra es posible
Así lo afirmó el director argentino del Observatorio Astronómico de la Santa Sede, aunque aclaró que todavía no hay evidencias. Se trata del sacerdote jesuita José Gabriel Funes, quien además aseguró que esto no representa dificultad para la fe católica. El punto de vista de dos párrocos mendocinos.
El sacerdote y astrónomo José Gabriel Funes dirige desde 2006 el Observatorio del Vaticano. |
El director del Observatorio Astronómico del
Vaticano, el jesuita argentino José Gabriel Funes, explicó desde Castel
Gandolfo (Italia), que hay grandes probabilidades de que exista vida
fuera del planeta Tierra. Comentando la posibilidad de encontrar vida
inteligente fuera de la Tierra, el sacerdote afirmó que “sería posible
la existencia de vida en el universo”.
De ser así, “los católicos no tenemos necesidad de cambiar nuestra visión del universo”, afirmó a la agencia católica de noticias ACI Prensa, y “Dios, en su libertad, podría haber creado otras criaturas también inteligentes y poder ser parte de la creación”, agregó.
Según el padre Funes, estos seres “se podrían relacionar con Dios, así como lo hemos hecho nosotros”, y su existencia no estaría lidiada con la existencia de Jesucristo. “No veo ninguna dificultad para la fe católica”, subrayó.
Los párrocos locales intentaron extender la explicación sobre esta afirmación. El padre Juan Pablo, quien hasta el jueves desempeñó funciones en la catedral de San Rafael, en el sur de la provincia, explicó que esta visión no es incompatible con la institución católica porque “Dios no tiene por qué contarnos lo que hizo con otros seres. Por ejemplo, del mundo de los ángeles nos ha dicho algo, pero no todo. En el caso de los extraterrestres Dios no nos ha dicho nada, no lo ha revelado porque considera que no es necesario y justamente por eso no lo dice”.
De todas formas, el sacerdote sureño agregó que lo que sí sería incompatible sería afirmar que los seres de otros planetas, si es que existen, son dioses porque Dios es uno solo. “Nos reveló las cosas necesarias, a través de las escrituras, para nuestra salvación. Por eso nos da la posibilidad de investigar y ver si hay algo. Si encontramos algo es porque Dios así lo quiso”, agregó el padre quien está a punto de viajar a Roma por cuestiones de estudio.
En tanto, el padre Lalo, párroco de la Sagrada Familia de Villanueva, fue un poco más escéptico y categórico en sus palabras afirmando que para él no hay seres extraterrestres: “Según lo que he escuchado, hay algunos curas que dicen que si Dios puso la vida acá lo pudo haber puesto en otro lado. Pero yo en esto si no lo veo no lo creo”.
En profundidad
El padre Funes explicó que todo se reduce a probabilidad. Considerando que el universo está hecho de cien mil millones de galaxias y “si dividimos las galaxias por la población mundial, a cada uno le tocarían 14 galaxias, cada una de estas galaxias está hecha de unos cien mil millones de estrellas”.
Es posible, entonces, “que cada una de estas estrellas tengan planetas que giran alrededor de otras estrellas, como lo hacen alrededor del Sol. Y por lo tanto, sería posible la existencia de vida en el universo".
“Es mucho lo que sabemos, porque podemos reconstruir la historia del universo desde los primeros instantes hasta la formación de la Tierra, de los planetas, esto no está en contradicción con la fe. Lo que aprendemos del mensaje bíblico, y también con la reflexión teológica. Lo que sabemos por la fe, y también por la razón, no sólo por la fe, es que Dios es el creador, un Padre bueno, que nos sostiene en el ser, en el existir”, dijo.
Dentro de este marco, recordó a ACI Prensa que el universo “existe gracias a la voluntad de Dios, y como dice la Biblia, ‘cuando al terminar de crear vio Dios que era bueno...’, también nos tiene que ayudar a nosotros viendo la bondad del universo, mirar también con ojos de bondad en la historia de la humanidad y también nuestra propia historia en la Tierra”.
“De todos modos, por ahora, no tenemos ningún resultado. No hay ninguna evidencia de que exista vida fuera de la Tierra. Este descubrimiento podría suceder mañana. Tal vez dentro de mil años, o tal vez jamás suceda”, y “que alguna vez tengamos una evidencia de que haya vida, depende de la ciencia, si no, es inútil especular”, señaló.
De ser así, “los católicos no tenemos necesidad de cambiar nuestra visión del universo”, afirmó a la agencia católica de noticias ACI Prensa, y “Dios, en su libertad, podría haber creado otras criaturas también inteligentes y poder ser parte de la creación”, agregó.
Según el padre Funes, estos seres “se podrían relacionar con Dios, así como lo hemos hecho nosotros”, y su existencia no estaría lidiada con la existencia de Jesucristo. “No veo ninguna dificultad para la fe católica”, subrayó.
Los párrocos locales intentaron extender la explicación sobre esta afirmación. El padre Juan Pablo, quien hasta el jueves desempeñó funciones en la catedral de San Rafael, en el sur de la provincia, explicó que esta visión no es incompatible con la institución católica porque “Dios no tiene por qué contarnos lo que hizo con otros seres. Por ejemplo, del mundo de los ángeles nos ha dicho algo, pero no todo. En el caso de los extraterrestres Dios no nos ha dicho nada, no lo ha revelado porque considera que no es necesario y justamente por eso no lo dice”.
De todas formas, el sacerdote sureño agregó que lo que sí sería incompatible sería afirmar que los seres de otros planetas, si es que existen, son dioses porque Dios es uno solo. “Nos reveló las cosas necesarias, a través de las escrituras, para nuestra salvación. Por eso nos da la posibilidad de investigar y ver si hay algo. Si encontramos algo es porque Dios así lo quiso”, agregó el padre quien está a punto de viajar a Roma por cuestiones de estudio.
En tanto, el padre Lalo, párroco de la Sagrada Familia de Villanueva, fue un poco más escéptico y categórico en sus palabras afirmando que para él no hay seres extraterrestres: “Según lo que he escuchado, hay algunos curas que dicen que si Dios puso la vida acá lo pudo haber puesto en otro lado. Pero yo en esto si no lo veo no lo creo”.
En profundidad
El padre Funes explicó que todo se reduce a probabilidad. Considerando que el universo está hecho de cien mil millones de galaxias y “si dividimos las galaxias por la población mundial, a cada uno le tocarían 14 galaxias, cada una de estas galaxias está hecha de unos cien mil millones de estrellas”.
Es posible, entonces, “que cada una de estas estrellas tengan planetas que giran alrededor de otras estrellas, como lo hacen alrededor del Sol. Y por lo tanto, sería posible la existencia de vida en el universo".
“Es mucho lo que sabemos, porque podemos reconstruir la historia del universo desde los primeros instantes hasta la formación de la Tierra, de los planetas, esto no está en contradicción con la fe. Lo que aprendemos del mensaje bíblico, y también con la reflexión teológica. Lo que sabemos por la fe, y también por la razón, no sólo por la fe, es que Dios es el creador, un Padre bueno, que nos sostiene en el ser, en el existir”, dijo.
Dentro de este marco, recordó a ACI Prensa que el universo “existe gracias a la voluntad de Dios, y como dice la Biblia, ‘cuando al terminar de crear vio Dios que era bueno...’, también nos tiene que ayudar a nosotros viendo la bondad del universo, mirar también con ojos de bondad en la historia de la humanidad y también nuestra propia historia en la Tierra”.
“De todos modos, por ahora, no tenemos ningún resultado. No hay ninguna evidencia de que exista vida fuera de la Tierra. Este descubrimiento podría suceder mañana. Tal vez dentro de mil años, o tal vez jamás suceda”, y “que alguna vez tengamos una evidencia de que haya vida, depende de la ciencia, si no, es inútil especular”, señaló.
La trayectoria del sacerdote científico
El padre Funes se licenció en Astronomía en
el año 1985, posteriormente ingresó en la Compañía de Jesús, y después
de su ordenación sacerdotal, se doctoró en Astrofísica en la Universidad
de Padua, Italia. Posteriormente, los superiores de su congregación lo
destinaron como astrónomo al Observatorio Vaticano, y en el año 2006, el
Papa Benedicto XVI, lo nombró director del organismo.
Para el P. Funes, dirigir el Observatorio es un reto, “porque se trata de hacer de puente, un puente entre la Iglesia Católica y los científicos, en particular los astrónomos. Es un desafío que entusiasma, que también permite llegar a más público, porque hay temas muy interesantes, el origen del universo, la posibilidad de vida extraterrestre”.
En este sentido, explicó que la relación entre ciencia y fe ocupa un lugar muy importante para el Santo Padre, “se puede ver en sus homilías, en sus discursos... en particular, para el Observatorio Vaticano y para los otros observatorios también en el mundo, 2009 fue una época muy importante, porque fue el año internacional para la astronomía, durante ese año, el Papa se refirió varias veces a la astronomía en particular, y en ese año, el Papa inauguró las nuevas instalaciones del observatorio”.
Se puede afirmar que el origen del Observatorio del Vaticano, como se le conoce hoy, se puede fijar en el año 1891, cuando el Papa León XIII quiso demostrar que la Iglesia no se opone al desarrollo científico y que, por el contrario, promueve la ciencia de gran calidad.
Hoy en día, el Observatorio Astronómico del Vaticano se divide en dos grupos, uno con una sede histórica en los jardines pontificios de Castel Gandolfo, y otro en Monte Graham, Tucson, Arizona (Estados Unidos), donde los investigadores, principalmente sacerdotes jesuitas, tienen su telescopio más importante. Es uno de los centros astronómicos más importantes del mundo.
Para el P. Funes, dirigir el Observatorio es un reto, “porque se trata de hacer de puente, un puente entre la Iglesia Católica y los científicos, en particular los astrónomos. Es un desafío que entusiasma, que también permite llegar a más público, porque hay temas muy interesantes, el origen del universo, la posibilidad de vida extraterrestre”.
En este sentido, explicó que la relación entre ciencia y fe ocupa un lugar muy importante para el Santo Padre, “se puede ver en sus homilías, en sus discursos... en particular, para el Observatorio Vaticano y para los otros observatorios también en el mundo, 2009 fue una época muy importante, porque fue el año internacional para la astronomía, durante ese año, el Papa se refirió varias veces a la astronomía en particular, y en ese año, el Papa inauguró las nuevas instalaciones del observatorio”.
Se puede afirmar que el origen del Observatorio del Vaticano, como se le conoce hoy, se puede fijar en el año 1891, cuando el Papa León XIII quiso demostrar que la Iglesia no se opone al desarrollo científico y que, por el contrario, promueve la ciencia de gran calidad.
Hoy en día, el Observatorio Astronómico del Vaticano se divide en dos grupos, uno con una sede histórica en los jardines pontificios de Castel Gandolfo, y otro en Monte Graham, Tucson, Arizona (Estados Unidos), donde los investigadores, principalmente sacerdotes jesuitas, tienen su telescopio más importante. Es uno de los centros astronómicos más importantes del mundo.
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