Opinión
Manuel Peimbert: “Los OVNIs son puro cuento”
Manuel Peimbert: “Los OVNIs son puro cuento”
Al menos dos docenas de nebulosas planetarias descubiertas por el
astrónomo mexicano han sido bautizadas con su apellido. En esta plática
el científico hace volar la imaginación.
por Héctor González
¿Cuál es el origen de su apellido?
Aparentemente viene del País Vasco. En España hay muchos Imbert y mi teoría es que de pronto un Pedro Imbert se puso Peimbert. Pero todos mis antepasados, al menos desde hace siete generaciones, son mexicanos.
¿Es verdad que de niño le gustaban las canicas?
Sí, pero no era bueno. Entonces no había televisión y vivía en la colonia Crédito Constructor. Jugábamos canicas, beisbol y quemados.
¿Pero entonces cómo las conseguía? No era bien visto comprar canicas, el chiste era ganarlas.
Lo sé, pero casi no ganaba. Cuando tenía ocho años, junto con un amigo arreglamos un jardín. Los dos pesos que nos pagaron los quisimos gastar en canicas. Caminamos hasta Mixcoac para llegar a una fábrica, pero no nos podían vender a nosotros porque solo manejaban cajas de 10 mil. Fue tal nuestra decepción que nos regalaron algunas.
Es famoso su lado cinéfilo…
Sí. De niño iba a los programas dobles de las matinés y durante el doctorado en Berkeley asistía a los cineclubes donde pasaban las películas de culto. Ahí descubrí a Kurosawa, Fellini y Antonioni.
¿Qué me dice de Star Wars o Star Trek?
Sí las vi, pero ya me tocaron cuarentón. En el caso de La guerra de las galaxias me gustaron las primeras tres, pero aun así siempre preferí ver Los siete samuráis de Kurosawa o Los hijos del paraíso de Marcel Carné.
¿Tiene equipo de fútbol?
Ahora Los Pumas pero de niño el Atlante. Generalmente en los deportes me gusta cuando los débiles le ganan a los fuertes.
Eso es un síndrome entre los mexicanos, ¿por qué será?
A lo mejor porque siempre hemos perdido en todos lados.
¿Cuál ha sido la mejor época de Los Pumas?
Todavía me acuerdo cuando subieron a primera división, entonces creo que no se podía tener refuerzos extranjeros en segunda. Fue a principios de los sesenta, esa fue una buena época; también cuando tuvieron a Cabinho.
¿Desde dónde se pueden ver mejor las estrellas?
Afuera de la ciudad. De preferencia hay que ir a lugares deshabitados. Desde el punto de vista climático conviene en invierno, porque en verano hay muchas nubes. El mejor lugar para ver el cielo dentro del hemisferio norte es el Observatorio Astronómico Nacional ubicado en San Pedro Mártir, en Baja California. Mientras que en el sur, un sitio privilegiado es la cordillera norte de Chile.
¿Cree en la vida más allá de la Tierra?
Sí. Nuestra galaxia tan solo tiene 200 mil millones de estrellas y cada una tiene al menos 10 planetas, así que imagínese. La probabilidad de que alguno esté habitado es altísima. Lo que es muy difícil es tener contacto con ellos porque las distancias son enormes. Algunos astrónomos calculan que puede haber unas tres mil civilizaciones en nuestra galaxia y la más cercana estaría a mil años luz de distancia, por lo que viajando a la velocidad con que llegamos a la Luna tardaríamos más de 100 mil años en llegar a esa civilización.
Entonces no cree en los OVNIs.
No, son puros cuentos. No hay ninguna demostración científica sobre eso. Hace algunos años se hizo una comisión en Estados Unidos dedicada a revisar 10 mil casos de OVNIs. Los analizaron todos y con excepción de 30 a todos los demás les encontraron una explicación lógica, y esos 30 tampoco eran demostrables de evidencia extraterrestre.
¿Y en el Zodíaco?
Es divertido pero hasta ahí. La astrología y la astronomía caminaron juntas hace algunos siglos pero después se separaron, es como la alquimia y la química. Las predicciones del futuro a través de los astros son pura charlatanería.
*** ***
Manuel Peimbert
Manuel Peimbert (Foto: Cortesía UNAM) |
¿Cuál es el origen de su apellido?
Aparentemente viene del País Vasco. En España hay muchos Imbert y mi teoría es que de pronto un Pedro Imbert se puso Peimbert. Pero todos mis antepasados, al menos desde hace siete generaciones, son mexicanos.
¿Es verdad que de niño le gustaban las canicas?
Sí, pero no era bueno. Entonces no había televisión y vivía en la colonia Crédito Constructor. Jugábamos canicas, beisbol y quemados.
¿Pero entonces cómo las conseguía? No era bien visto comprar canicas, el chiste era ganarlas.
Lo sé, pero casi no ganaba. Cuando tenía ocho años, junto con un amigo arreglamos un jardín. Los dos pesos que nos pagaron los quisimos gastar en canicas. Caminamos hasta Mixcoac para llegar a una fábrica, pero no nos podían vender a nosotros porque solo manejaban cajas de 10 mil. Fue tal nuestra decepción que nos regalaron algunas.
Es famoso su lado cinéfilo…
Sí. De niño iba a los programas dobles de las matinés y durante el doctorado en Berkeley asistía a los cineclubes donde pasaban las películas de culto. Ahí descubrí a Kurosawa, Fellini y Antonioni.
¿Qué me dice de Star Wars o Star Trek?
Sí las vi, pero ya me tocaron cuarentón. En el caso de La guerra de las galaxias me gustaron las primeras tres, pero aun así siempre preferí ver Los siete samuráis de Kurosawa o Los hijos del paraíso de Marcel Carné.
¿Tiene equipo de fútbol?
Ahora Los Pumas pero de niño el Atlante. Generalmente en los deportes me gusta cuando los débiles le ganan a los fuertes.
Eso es un síndrome entre los mexicanos, ¿por qué será?
A lo mejor porque siempre hemos perdido en todos lados.
¿Cuál ha sido la mejor época de Los Pumas?
Todavía me acuerdo cuando subieron a primera división, entonces creo que no se podía tener refuerzos extranjeros en segunda. Fue a principios de los sesenta, esa fue una buena época; también cuando tuvieron a Cabinho.
¿Desde dónde se pueden ver mejor las estrellas?
Afuera de la ciudad. De preferencia hay que ir a lugares deshabitados. Desde el punto de vista climático conviene en invierno, porque en verano hay muchas nubes. El mejor lugar para ver el cielo dentro del hemisferio norte es el Observatorio Astronómico Nacional ubicado en San Pedro Mártir, en Baja California. Mientras que en el sur, un sitio privilegiado es la cordillera norte de Chile.
¿Cree en la vida más allá de la Tierra?
Sí. Nuestra galaxia tan solo tiene 200 mil millones de estrellas y cada una tiene al menos 10 planetas, así que imagínese. La probabilidad de que alguno esté habitado es altísima. Lo que es muy difícil es tener contacto con ellos porque las distancias son enormes. Algunos astrónomos calculan que puede haber unas tres mil civilizaciones en nuestra galaxia y la más cercana estaría a mil años luz de distancia, por lo que viajando a la velocidad con que llegamos a la Luna tardaríamos más de 100 mil años en llegar a esa civilización.
Entonces no cree en los OVNIs.
No, son puros cuentos. No hay ninguna demostración científica sobre eso. Hace algunos años se hizo una comisión en Estados Unidos dedicada a revisar 10 mil casos de OVNIs. Los analizaron todos y con excepción de 30 a todos los demás les encontraron una explicación lógica, y esos 30 tampoco eran demostrables de evidencia extraterrestre.
¿Y en el Zodíaco?
Es divertido pero hasta ahí. La astrología y la astronomía caminaron juntas hace algunos siglos pero después se separaron, es como la alquimia y la química. Las predicciones del futuro a través de los astros son pura charlatanería.
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Manuel Peimbert
Nació en la Ciudad de México el 9 de junio de 1941. Egresado de la UNAM, ha ganado el Premio Nacional de Ciencias y Artes y es miembro de El Colegio Nacional.
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