jueves, 4 de junio de 2020

Henry Thomas, el niño de E.T que hizo llorar a Spielberg: su vida a los 48 años

Henry Thomas, el niño de E.T que hizo llorar a Spielberg: su vida a los 48 años
Eternamente Elliot para muchos fans, tuvo un extenso recorrido en cine y TV. Cómo le afectó aquel filme, perlitas de su biografía y en qué se inspiró para actuar la escena dramática en el casting que conmovió a Hollywood.



"Por supuesto que hubo ocasiones en que lamenté haber sido el niño de E.T".

Henry Thomas cumplirá 49 años en septiembre, pero el público no puede sacarse de la cabeza la imagen de ese niño adorable que podía vincularse con ternura descomunal con un ser de otro planeta. No es el típico señor destruido por la fama, no atravesó los dolores de tantos colegas refugiados en las drogas y el alcohol para tapar las lastimaduras de Hollywood, pero sufrió la popularidad temprana tuvo sus consecuencias. "Mi mundo se volvió completamente loco después de E.T", dijo al diario Mirror. "Fui ese tipo de famoso que no podía ir a ningún lado".

"Durante los primeros seis meses después del estreno, salía y me acosaban. Yo era un chico tímido, y ser abordado por adultos todo el tiempo me asustaba. Entonces dejé de salir de la casa. Me convertí en un ermitaño con 11 años".


Una escena de E.T

Esta es la historia de un actor que trabajó incansablemente después de que el extraterrestre más famoso interceptara su vida. De un señor que pudo despegarse de ese niñito que fue, pero que a la vez está atrapado en ese recuerdo mientras viva. Lo vemos por estos días en Netflix, lo vimos incansablemente en series y películas. Todavía hay misterios de su pasado que se anima a ir soltando a cuentagotas, a medida que E.T se vuelve un mito del cine cada vez más grande.

"Llama a tu puerta un hombre que es de la NASA. Ha descubierto que tienes en una criatura en tu armario. Ahora quiere quitarte a tu mejor amigo. Viene con un permiso". Apenas esas indicaciones recibió en 1981. Su casting (hoy subido a YouTube) se transformó en una masterclass de actuación infantil. Su composición sin método más que la intuición contiene toda la paleta de colores expresivos. Henry escucha, se sorprende, baja la mirada, se reincorpora, se quiebra y exige justicia. "No me importa lo que diga el presidente", llora. Corte. Tres minutos bastan para provocar piel de pollo en Steven Spielberg. Spielberg llora, su equipo llora al compás. El rol protagónico ya tiene dueño.


Henry Thomas, el chico de E.T

¿Cómo un actor de diez años logra una escena angelada con tan poca vida recorrida? Pasaron unos años hasta que Henry confesó cómo lo logró: recordando a su chihuahua Urso, que había sido asesinado por un vecino. Bastó dirigirse hasta esa sensación, traerla a la mente, para convertirse en Elliot.

Siempre será el bicivolador que llevaba en su bicicleta a E.T. El chico al que solo le basta tocar su índice con el del alien de cuello extensible para hablar el idioma de la amistad.


Henry Thomas hoy, en la serie "The Haunting of Hill House".

Confesiones de un hombre crecido en Hollywood

"No me hice rico con la película. Era un niño que cobró una tarifa básica", contó a Esquire, un poco cansado de que los periodistas siempre intenten indagar en aquella película inolvidable.

"Con E.T me convertí en el niño que todos querían ser. Yo no esperaba que el éxito se produjera de la manera en que se produjo. Para mí era como un campamento de verano. Fue la segunda película que hice. Obtuve el papel a través de una extraña alineación de coincidencias y de suerte. De repente mi teléfono sonaba y todos me querían en su película. Fue una especie de montaña rusa por unos años", se animó en esa entrevista otorgada a Esquire.


Drew Barrymore & Henry Thomas Reading en los Golden Globes 1983.

"Cuando vi a este extraterrestre con los pies extraños y el cuello telescópico, pensé, '¿qué demonios es esto?'. Pero supongo que me consoló la idea de una bicicleta voladora. No me podía quejar. Después del filme, volví a Texas, a mi escuela. Crecí en una zona rural, era de una familia pobre y mis padres no eran gente del mundo del espectáculo. Regresar fue extraño, y quizá más extraño para los otros estudiantes".

El bullying en su colegio era moneda corriente. Lo padeció y se resignó. "Yo era un blanco fácil. Todos intentaban tirar mi cabeza por el inodoro. Tal vez eran celos, tal vez solo eran niños siendo niños. Fue como un '¿qué carajo estás haciendo aquí? ¿Quién crees que eres?'". Cuando Henry comenzó a interesarse por las chicas, los problemas fueron aminorando. "Ser famoso era una ayuda para acercarme a las adolescentes, pero también una espada de doble filo".


Henry Thomas, el chico de E.T

A los 17 años, Henry se mudó a Nueva York para trabajar como actor. "Nunca quise conformarme con ese estereotipo de la estrella infantil que terminó mal. Nunca quise darle a nadie la satisfacción de tener esa foto mía robando una licorería".

Trabajo jamás le faltó. Participó de Psicosis IV, actuó junto a Brad Pitt en Leyendas de pasión y en Pandillas de Nueva York, Querido John y Ouija: El origen del mal, entre tantas otras películas. Incursionó de manera informal en la música en distintas bandas. Lo último que hizo de manera masiva es The Haunting of Hill House, serie de terror que emite Netflix.

En materia amorosa, tuvo un currículum extenso: se casó tres veces, con la actriz Kelly Hill, con la actriz alemana Marie Zielcke (con quien tuvo una hija, Hazel) y luego con Annalee, con quien fue padre de Evelyn y Henry.​


Henry Thomas, el que fue chico E.T.


La publicidad que lo devolvió al mundo

Fue en noviembre de 2019 cuando Henry, que jamás se había retirado de la actuación, volvió a ser visible con la misma fuerza en el mundo. Fue para un comercial de las tiendas estadounidenses Macy’s, con motivo del Día de Acción de Gracias. Cuatro minutos de campaña publicitaria lacrimógena que se hicieron virales hasta en Marte.


Henry Thomas y la publicidad que lo reencontró con E.T.

El corto se llamó A Holiday Reunion, y mostró que esa amistad entre E.T y Elliot no conocía de tiempos. El extraterrestre y su amigo humano se reencuentran 37 años después, cuando Elliot es casi un cincuentón con esposa y dos hijos. Nieve, decoración navideña, linternas y la irrupción de ese cuerpito del que emana una luz de otro mundo. La moraleja: E.T llega un rato y les enseña a las nuevas generaciones sobre conexiones más profundas que las virtuales.

Tanta ternura llegaba en simultáneo con otra noticia de Thomas adulto: días antes había sido detenido por conducir bajo los efectos del alcohol. Fue el portal TMZ que había publicado como "urgente" que en el estado de Oregón un motociclista llamó a la policía para informar que "alguien estaba parado en medio de un cruce de un barrio residencial. Al llegar al lugar, un agente vio que el actor estaba desmayado sobre el volante y tuvo que despertarlo".

"Le demandan una conducta intachable por haber sido un niño que creció en cámara. Como si nos debiera blancura solo por habernos vendido dulzura en una película mítica. Déjenlo crecer", despotricaba uno de los fans en el portal que desparramó la noticia.


El reencuentro del elenco de E.T, hace casi dos décadas. (UIP).

Ser parte de E.T hizo a Henry inmortal. Entiende que hasta su vejez tendrá que responder dudas o desmentir teorías sobre esa película que es de las que cuenta con mejores críticas en la historia de la ciencia ficción. Esa historia dulce que algunos críticos vieron como parábola cristiana, como paralelismo con Jesús de Nazaret, un ser que puede ser crucificado hasta que el amor y la fe lo hacen "renacer". "Me enojo en muchas oportunidades. Hace un tiempo estuve en una fiesta -le contaba a un periodista de Mirror hace unos años- y un borracho me siguió toda la noche tratando de hacer que le tocara el dedo. Casi no pasa un día en que no me digan 'E.T, mi casa, teléfono'".

La vida de Henry corrió por carriles distintos a los de su hermanita de ficción, Drew Barrymore, que sufrió aquel vendaval de fama, se refugió en la droga y tardó en recomponerse. La rubia confesó que a los 13 ya consumía cocaína. "A los 14 años ya había conseguido superar mis mierdas, había tenido una crisis, me habían ingresado a un hospital, me habían vetado en la industria y no tenía familia. Entonces me tocó convertirme en mi propia figura paterna y ordenar mi vida", admitió Drew a US Weekly. "De vez en cuando la veo, pero no somos amigos cercanos. Quiero decir que nos conocimos por un par de meses apenas de 1982", argumenta Thomas sobre el vínculo con la actriz.

Hoy Henry vive en Los Ángeles, en una casa similar a la de Elliott en E.T. Increíblemente aún conserva como oro un objeto que llevaba en esa película: el buzo rojo de la foto que lo inmortalizó.



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