viernes, 30 de julio de 2021

México: Se cumplen 30 años de la gran oleada de avistamientos de OVNIs

México
Se cumplen 30 años de la gran oleada de avistamientos de OVNIs
por Yohanan Díaz


Crédito: unsolvedmysteries.fandom.com


En este mes se cumplen tres décadas del inicio de la gran oleada OVNI que tuvo lugar en la República Mexicana en 1991. Según el investigador Luis Andrés Jaspersen, cuando le cuestioné sobre estos avistamientos, nos afirmó que “el eclipse de Sol del 11 de julio duró 6 minutos y 53 segundos, fue parte vital de dicha oleada”, señalando que había una relación directa entre la aparición de los objetos voladores no identificados y este evento astronómico.

Por su parte, el reconocido investigador, Jaime Maussan, a quien en su momento interrogué sobre dicha oleada, “ese día se produjo un eclipse de Sol y fue el instante en que se dio el encuentro entre el pueblo de México y estos objetos”.

Aquella jornada, el noticiario ‘24 Horas’, del periodista Jacobo Zabludovsky, dio a conocer un video de Guillermo Arreguín donde se veía a un objeto circular que en la parte superior era plateado y en la inferior era de color oscuro, es decir, producía una sombra; aparentemente giraba sobre su propio eje y se mantuvo así por varios minutos sobrevolando la Ciudad de México.

Días después se conocieron más filmaciones captadas en el centro del país donde este objeto presentaba las mismas características.

Hay que tener en cuenta que en México se vivía un clima favorable a la temática OVNI gracias a los programas de radio y TV de Nino Canún. En el espacio llamado ‘¿Y usted qué opina?’, Canún hablaba de este fenómeno.

Tampoco podemos olvidar que, en 1991, se empezaba a normalizar el uso de las cámaras de video, por lo que fue la primera gran oleada filmada, lo que sirvió para que, desde entonces, se tenga constancia de los avistamientos de objetos voladores anómalos.

La noche del 19 de julio de 1991, Nino Canún realizó un programa maratónico que está considerado como el más largo en la historia de la ufología. Duró 11 horas con 10 minutos y causó un gran impacto en la sociedad, a tal grado que logró cambiar literalmente la vida de millones de personas.

En su momento, el estudioso Luis Ramírez Reyes nos mencionó que “tuvo lugar un encuentro de investigadores serios, objetivos, sagaces y con mente muy abierta en la televisión. A manera de debate, se consiguió que expertos expusieran con claridad sus conocimientos en un espacio de discusión tan acalorada como llena de información”.

Esta gran oleada provocó que miles de jóvenes se interesaran por saber más sobre el enigma de los No Identificados y, en general, sirvió para difundir la cultura de voltear hacia el cielo. Todos se sintieron partícipes de un tema del que no conocían en profundidad sus implicaciones, pero que les llamaba la atención porque suponía que, quizá, estábamos siendo visitados por extraterrestres, por entidades ajenas a nuestro mundo.

Esta oleada de 1991 sirvió, también, para que las personas empezaran a salir a acampar con el objetivo de realizar vigilancias OVNI en busca del encuentro con esos misteriosos objetos. Uno de estos sitios de reunión fue la Casita Blanca en el municipio de Atlixco, en Puebla, donde llegaban cada fin de semana cientos de personas para ver a los “marcianos”, y que, incluso, en el 2011, en este mismo lugar, se instaló un contenedor de agua que aparenta ser un “plato volador” de color plata a manera de monumento que ha dejado constancia de que, justo ahí, miles de personas se reunieron con la intención de perseguir lo desconocido.



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