miércoles, 5 de noviembre de 2025

Un estudio sugiere la búsqueda de “sondas de Von Neumann” extraterrestres en el sistema solar

Un estudio sugiere la búsqueda de “sondas de Von Neumann” extraterrestres en el sistema solar
Un estudio reciente investiga la posibilidad de que sondas espaciales extraterrestres autorreplicantes (las llamadas sondas de von Neumann) ya hayan llegado a nuestro sistema solar y hayan dejado rastros tecnológicos. El estudio concluye que la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI) debería ampliarse para incluir estas tecno-firmas.
por Andreas Müller


Imagen simbólica (ilustración). Fuente: Pixabay.com

Como explica de antemano a través de ArXiv.org el ingeniero y astrobiólogo Alex Ellery del Centro de Investigación de Autorreplicación (CESER) del Departamento de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la Universidad de Carleton, el análisis de la estrategia a largo plazo de las civilizaciones inteligentes está al inicio de sus consideraciones: En vista de las enormes distancias galácticas, las sondas autorreplicantes se consideran una opción lógica para explorar el universo, ya sea de forma defensiva o exploratoria.

En este contexto, Ellery vincula la idea de dichas sondas con la conocida paradoja de Fermi: "Si una civilización avanzada hubiera desarrollado tecnología para la replicación autónoma, es probable que las galaxias se recorrieran sistemáticamente en unas pocas generaciones".

Enfoque en el sistema solar: recursos y huellas

En la parte principal de su estudio, Ellery se centra en el sistema solar, no principalmente como lugar para la colonización, sino como posible emplazamiento para la extracción o la fabricación industrial. En primer lugar, aclara que los asteroides, y especialmente la Luna, podrían representar objetivos lógicos para dichas sondas debido a su abundancia de materias primas (metales, tierras raras, etc.).

Un punto importante: si bien el procesamiento de minerales en asteroides es ciertamente concebible, la detección arqueológica directa de dicha actividad sería extremadamente difícil; es probable que los procesos naturales se superpongan a los industriales en un grado difícil de distinguir.

En cambio, según Ellery, la Luna ofrece una mejor oportunidad para la detección: "Precisamente porque es geológicamente bastante tranquila, los restos de la actividad industrial, como los de la construcción de reactores, podrían haberse erosionado más lentamente y, por lo tanto, ser más fáciles de detectar".

Se propusieron tecno-firmas específicas

Ellery propone varios indicadores mensurables que podrían señalar procesos artificiales:

– La construcción de un reactor nuclear (del tipo Magnox) a partir de materiales lunares sería plausible, y podrían darse proporciones isotópicas especiales, como una proporción inusual de torio-232 a neodimio-144 o bario-137.

Otra posible pista serían los artefactos incrustados que podrían haber sido considerados “regalos” a cambio de materias primas, teóricamente accesibles solo con un cierto nivel tecnológico.

Además, analiza un concepto desarrollado por el propio von Neumann sobre un constructor universal como objeto de intercambio comercial o transferencia de tecnología que podría haber sido dejado por una civilización extranjera, pero en una posición técnicamente sofisticada, no principalmente como un objeto obvio.

Importancia para la investigación SETI

Con este estudio, Ellery amplía el alcance de la búsqueda de tecno-firmas: el enfoque ya no se centra únicamente en estrellas distantes y ondas de radio, sino también en nuestro entorno cósmico inmediato. Dado el aumento de la actividad humana en la Luna y los asteroides, la búsqueda de artefactos en el sistema solar podría cobrar cada vez mayor importancia en el futuro.

Ellery subraya a este respecto: «Es crucial qué buscamos y dónde buscamos». Precisamente porque las actividades comerciales y científicas en el espacio están aumentando, la posibilidad de descubrir restos de tecnología alienígena —si es que existen— también está aumentando.

Aunque las propuestas se basan en la teoría de las firmas físicas y tecnológicas, aún faltan pruebas directas. El propio autor señala que muchos indicadores —como las zonas de extracción de metales en asteroides— serán difíciles de distinguir de los procesos naturales. Por lo tanto, la Luna sigue siendo uno de los pocos objetos que pueden analizarse de forma realista.

En lugar de buscar únicamente ondas de radio o señales de luz, las geologías y los patrones isotópicos del sistema solar también se están definiendo ahora como posibles pruebas de tecnología extraterrestre.

En resumen, Ellery presenta una tesis provocativa pero científicamente sólida: el propio sistema solar podría contener rastros de una (o más) civilizaciones avanzadas de exploración galáctica, pero encontrar estos rastros requiere una búsqueda específica de las tecno-firmas propuestas.




Modificado por orbitaceromendoza

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