Ángel Jané: «Ir a Marte no es plantar una bandera, sino empezar una sociedad desde cero»
Su libro se llama «Mi casa en Marte» y es ahí donde quiere instalarse en 2026, como el único español preseleccionado para el proyecto Mars One
Su libro se llama «Mi casa en Marte» y es ahí donde quiere instalarse en 2026, como el único español preseleccionado para el proyecto Mars One
por Érika Montañés
Ángel Jané es uno de los cien seleccionados en la fase final del proyecto Mars One de la NASA para viajar a Marte en 2026 - NEWSLINEEDICIONES |
Ángel Jané (Barcelona, 1975) tiene respuestas para todo. Y hay preguntas infinitas para él, al que ves y piensas, inevitablemente, en un marciano. Hay tantos interrogantes planeando sobre el aire como los que se le podrían plantear al creador del proyecto Mars One, el empresario holandés Bas Landsdorp, que fundó en 2011 ese ambicioso reto para instalar en 2026 una colonia permanente en Marte. Pero de los 100 finalistas que quedan, entre ellos este español solo 24 viajarán. Y de ellos ninguno volverá.
¿Es una misión suicida? Hay mucho cuestionamiento detrás de este viaje tripulado a Marte sin retorno. También han sido muchas las dudas que ha suscitado el proyecto. Pero Jané las resuelve en un libro muy personal que parte de su pasado hacia ese futuro que solo unos pocos ven con claridad. El volumen lleva por título «Mi casa en Marte. Confesiones del primer explorador español seleccionado para viajar al Planeta Rojo» (publicado por Newsline Ediciones) y en él Jané abunda en ése que podría ser decisivo. Para el lector que piense que la carrera espacial es solo para ciudadanos sin ataduras en la Tierra, Jané habla sin pudores en el libro de cómo sus deseos de exploración y libertad afloraron en su niñez en hogares de adopción. A lo Matthew McConaughey en la cinta «Interstellar», tiene una hija, a la que aleccionará para quedarse sin padre, si supera las últimas fases del proyecto, al menos sobre la superficie terrestre.
Aunque sabe que habrá mucho sarcasmo sobre su experiencia y sus palabras, llama a comprender algunas de sus inquietudes.
¿Cuál es la inquietud que le lleva a escribir este libro? ¿Cóm surge la idea de plasmar su experiencia por escrito?
Yo, desde siempre, he sido un aficionado a la astronomía, a los viajes espaciales y a la ciencia en general. A raíz de mi implicación en el proyecto Mars One, se me ocurrió la idea ya hace tiempo de escribir un libro sobre todo de las anécdotas, además de mi pasado, mi infancia, un libro divulgativo sobre lo que va a ser la colonización del planeta Marte, que más que ir a plantar una bandera, va a ser la futura expansión del ser humano. Hay muchos aspectos a debatir en temas religiosos, políticos, técnicos, alimenticios y creo que es un tema que la gente debería empezar a conocer porque va a ser el futuro.
Vayamos al inicio. ¿Cuando se plantea esta experiencia, qué le dicen en casa? ¿Cómo es ese momento en que piensa si sí o si no se encarama al proyecto Mars One?
Bueno, yo siempre he sido muy aventurero, muy «locatis» como ellos me llamaban, así que no se sorprendieron demasiado de que me apuntara a este proyecto. De lo que sí se sorprendieron es de que fuera pasando fases y actualmente soy uno de los finalistas. El tema mediático sí ha sorprendido, pero no el hecho de presentarme, porque siempre he sido un poquito «así».
Pero en casa cómo sienta, a efectos personales esto trastoca una vida entera y la de los demás...
No, la verdad es que todos me apoyan mucho. Lo único el debate moral porque tengo una hija, el proyecto es para aquellos seleccionados y, en principio, si sale adelante es ir a otro planeta y quedarse ahí. La temática moral de la familia sí que la hemos hablado. Si el proyecto hubiera sido para irme en pocos años, dos, tres, cuatro o cinco años, no me hubiera apuntado porque mi hija todavía es pequeña, pero me da muchos años para cultivar su mente y darle unos valores para que el día de mañana sea una mujer independiente. Si consigo eso, me puedo marchar tranquilo.
¿Porque cuánto tiempo piensa estar en Marte?
Los finalistas que consigan ir allí se van a ir para quedarse. Esa es la idea. Para el resto de sus días. Pensemos que la idea de ir a Marte no es plantar una bandera, sino empezar una sociedad desde cero. Empezar una nueva vida en otro planeta, conseguir que haya vida en dos planetas a la vez y con todo lo que eso significa. Entonces va a ser un gran paso para la humanidad. El máximo reto no va a ser llegar, sino que va a ser vivir en dos planetas a la vez.
¿Cuándo llegue allí, qué edad tendrá?
Si todo sale según lo previsto y la agenda se cumple, será de aquí a diez años. Entonces tendré unos 51 años.
Fantasea con sus deseos al llegar allí...
Pienso explorar mucho. Ser una voz y unos ojos del Planeta Tierra en otro planeta, y por qué no, intentar encontrar vida presente o pasada, para resolver el santo grial de la ciencia y la religión. Y si realmente nuestro ADN pertenece a la Tierra o se originó en Marte, si encontramos que surgió una bacteria, estudiar su ADN sería muy interesante.
¿La experiencia en total le ocasiona mucho gasto de dinero?
No, esto es como una oposición. Tú te lo tienes que preparar por tu cuenta y si el día de mañana, eres seleccionado te ofrecerán un trabajo. Los seleccionados firmarán un contrato y empezarán a formarse en muchas áreas: Geología, Biología, Astronomía, Ciencia, Hardware... y será un trabajo reunerado como el de cualquier astronauta. En principio, no tengo gastos porque lo que tengo que hacer básicamente es estudiar mucho, me mandan mucho material para estudiar, y no tengo gastos. Lo que sí tengo es un canal en YouTube donde hago entrevistas, divulgación científica, pero es una cosa personal. Si tengo que hacer algún desplazamiento, claro que tengo que solventármelo yo, pero eso ya es un tema aparte.
Su formación, ¿cuál es exactamente?
Soy técnico en energías renovables y técnico en robótica, en lo que serían los robots de las fábricas. Pero realmente lo interesante del proyecto Mars One es que no necesitan grandes títulos académicos porque lo que van a dar en diez años supone estudiar varias carreras. Lo más importante aquí son las capacidades psicológicas o la capacidad de trabajar en equipo, o no ponerse nervioso en situaciones tensas. Y esto el personal de la calle lo puede tener. La preparación académica, en dos-tres carreras que vayan a tener, se las van a dar todos los años de preparación.
Yo poseo algunos de los requisitos que ellos piden; soy una persona muy creativa, la creatividad será algo muy importante, la resistencia, la persistencia también, serán requisitos que se van a pedir porque son personas que se van a ver en situaciones en las que seguramente muy pocas personas han estado. Por eso, una de las cosas del entrenamiento que vamos a tener que hacer en las próximas pruebas será competir en grupos. Se han formado diez grupos, con los cien candidatos que quedamos, se han hecho diez grupos de diez personas cada uno y vamos a tener que competir entre nosotros para ver cómo se organiza cada grupo y cómo supera los retos. Luego se va a hacer una réplica del asentamiento del planeta Marte en la Tierra y van a tener que convivir varios días, encerrados en un sitio aislado, para ver cómo solventar los problemas. Entonces, se van a valorar esas capacidades de saber estar tranquilos en situaciones tensas, de trabajar en equipo, de no ponerse nervioso y ser creativo, incluso tener sentido del humor es algo muy importante para solventar tensiones entre compañeros. Se buscan personas de este tipo.
Cuando dice que van a quedar en un lugar para competir, ¿dónde lo hacen?
La ubicación está por determinar. Seguramente será un sitio aislado, para que la prensa no interfiera mucho.
¿Llevan a todo el mundo al mismo sitio?
Una cosa son las pruebas finales, para las que se va a crear una especie de asentamiento, para acoger los 24 finalistas. Ahora quedamos 100 y estos 24 son los definitivos. Se va a crear un centro de entrenamiento, que son 8-9 meses cada año, preparándose y asumiendo nuevos retos.
¿Cuántas veces le toman el pelo con que si es Matthew McConaughey en la película Interstellar, o el personaje de Matt Damon en Marte?
Bueno, las bromas son comunes. La gente que está carente de información suele bromear porque es un recurso fácil. Lo que pasa es que yo estoy acostumbrado y me lo tomo con humor.
¿Teme algún efecto físico, más que psíquico, porque se habla mucho de que los astronautas vuelven enclenques, más altos, y con ciertas patologías por la falta de gravedad?
En el libro comento todos los riesgos y cómo se están solventando. Yo no temo los efectos físicos porque ya se está sobradamente preparado, por ejemplo, el año pasado hubo un experimento en la Estación Espacial Internacional en que el astronauta Scott Kelly permaneció un año entero para después comprobar sus efectos. Sí que es curioso que creció cinco centímetros, porque su columna vertebral se estiró un poquito, y es verdad que la microgravedad o la ausencia de gravedad durante el viaje puede tener efectos nocivos en los huesos y en los músculos, pero es algo que ya se está preparando con ejercicio físico desde hace muchos años y se sabe cómo solventarlo.
¿Va a dejar testamento si se va?
Todavía no lo he pensado. Si al final soy uno de los elegidos, tendré que cuestionármelo. Pero sí es verdad que hay que sacar nuevas leyes, porque hay muchos debates éticos que esto plantea: el testamento, si se está casado, qué pasa con la herencia...
Y no estamos preparados para ello todavía...
Es cuestión de tiempo, de mentalizarse, reunirse y empezar a dialogar de estos temas. Es cierto que yo soy uno de los que pretenden ir a Marte de aquí a una década. Pero hay otros proyectos como NASA y la compañía SpaceX que hace poco presentó el sistema de transporte interplanetario, que pretende llevar cien humanos al planeta Marte y empezar a crear una ciudad. Todo indica que los esfuerzos de los ingenieros y los visionarios están puestos aquí, realmente es bueno porque al haber competencia se está acelerando todo un poquito.
¿Contempla la opción de llegar allí y decepcionarse? ¿Todo esto ha sido para usted como una obsesión, un deseo, un sueño?
Al principio me lo tomaba como un hobby, ahora ya estoy un poco más en serio en toda esta temática, también, como le decía antes, tengo un canal en YouTube en el que voy poniendo vídeos para que la gente esté informada. Es un hobby, una forma de vida, el más allá, visionar cómo será nuestra sociedad del futuro porque realmente es muy interesante que la gente no lo sabe, pero en una o dos décadas vamos a ser una raza que viva en dos planetas a la vez. Independientemente. Quizás el mayor logro no habrá sido llegar a Marte y poner un pie en otro planeta por primera vez, sino que como se va a crear otra sociedad desde cero, con otra filosofía, sin religión, sin dinero, etcétera, puede que en el futuro sea un referente para la Tierra. Quizás Marte nos ayude a mejorar las cosas en la Tierra y todos estos debates son los que tratamos en el libro.
Repite mucho lo de sin dinero... ¿Está huyendo de alguna manera de los problemas de la Tierra?
No. Huir no, al contrario, es una forma de intentar mejorarlo, puesto que aquí en la Tierra los gobiernos es más que evidente que no nos representan, no hacen lo que nosotros deseamos, no tenemos la sociedad que queremos, siempre sufriendo con ir al banco y llegar a fin de mes, y con la propia supervivencia. Entonces, ir a Marte supondrá una forma de mejorar estas cosas, empezar desde cero en otro planeta y ser un referente para la Tierra. No estoy tratando de huir de nada, sino de mejorar la vida de todos nuestros ciudadanos.
¿Pero y si se fundan bancos en Marte?
No creo eso, porque la filosofía no tiene nada que ver con eso.
Dice también lo de la religión. ¿Cree que un católico no puede viajar a Marte?
Cada uno podrá tener su propia religión, pero allí no va a haber un dios que castigue o premie nuestros actos. Yo creo que tenemos que olvidarnos ya de las religiones infundadas porque no las hemos creado nosotros, nos las han enchufado con un calzador, y creo que debemos empezar a ser más espirituales. Realmente, si lo pensamos bien, el ser humano, todo lo que nos forma, los animales y las plantas son producto de la explosión de una estrella. Por ejemplo, el calcio de nuestros huesos, el hierro de nuestra sangre, todo eso se formó porque una estrella explotó. A mí me gusta pensar que somos el mismo universo que ha tomado consciencia de sí mismo y se está cuestionando su existencia. Por lo tanto, nosotros somos dioses que no necesitamos creer en una entidad superior que nos castiga o nos premia según nuestros actos, porque nosotros mismos ya somos dioses. Tenemos que empezar a sustituir la religión por la espiritualidad y eliminar barreras de religiones, políticas, sexos y razas, porque es algo infundado, un ser humano no nace en un país o comunidad, ni en una religión, y luego se le cataloga. Todo lo que es infundado lo es para separarnos y poder controlarnos mejor.
Es muy joven, pero ¿cómo desearía acabar sus días?
Yo no creo en la muerte espiritual, la muerte física es algo así como un malentendido, desde mi punto de vista, porque la gente llora, lleva el luto, y yo creo que nosotros cuando morimos está demostrado que somos energía, que vibramos en un estado diferente en función de nuestro estado de ánimo. Creo que cuando morimos físicamente, lo único que hacemos es cambiar de estado. Me gusta poner el ejemplo del agua. Tú puedes tener agua en un vaso y romper el vaso, pero el agua seguirá siendo agua, y el agua puede estar en estado sólido, líquido o gas. Solo cambia de estado en función de donde esté. Me gustaría acabar mis días siendo un representante de toda la humanidad, resolviendo los grandes enigmas que existen y haciendo ver a la gente que podemos crear una sociedad mejor, la sociedad que todos nos merecemos.
¿Pero allá arriba no?
Sí, claro, claro. Marte será un referente en el futuro para que los habitantes de la Tierra quieran hacer las cosas igual.
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