miércoles, 6 de febrero de 2019

Brasil: Caso ocurrido en Itiquira, en el estado de Goiás, causó problemas físicos en sus 4 testigos

Brasil
Caso ocurrido en Itiquira, en el estado de Goiás, causó problemas físicos en sus 4 testigos
por CIPEX


Croquis indicando la forma de aproximación del objeto.


El avistamiento ocurrió alrededor de las 19 horas del día 19 de febrero de 1977, en un sábado de carnaval, provocando verdadero pavor en los ocupantes del automóvil. Estas personas presentaron reacciones físicas extremadamente curiosas antes y después de la ocurrencia. El caso fue investigado por la Associação Brasiliense de Pesquisa e Cultura, que envió un informe detallado, así como las fotos que ilustran este reportaje.

En esa fecha, la pareja conformada por Moab Omena Farias y Ailza Farias, acompañada de su hija Glaucia Suzy, de ocho años, y de Moacir Omena Farias, hermano de Moab, recorría la carretera de Itiquira, donde pretendía pasar las fiestas de carnaval. Los Farias tenían por hábito organizar campamentos los fines de semana.


La familia Omena Farias, protagonista del caso.


La noche estaba fría, y el cielo estrellado, cuando percibieron que estaban siendo seguidos por un objeto luminoso que volaba aproximadamente a la altura de un avión. De repente, el aparato bajó verticalmente, siempre acompañando el coche y, algún tiempo después, volvió a bajar, de esta vez permaneciendo a unos 60 metros de altitud.

Los testigos pudieron entonces ver que se trataba de un disco, del tamaño aproximado de un autobús, en forma de un sombrero con pestañas, teniendo en la parte superior luces de colores variados, y en la parte inferior una luz única a todo su alrededor. Esta luz fue descrita como "similar a un pie de página", de color rojo-anaranjado; emitía luz de intensidad muy fuerte, que iluminaba toda la región alrededor.


Representación del OVNI observado por la familia Omena Farias, visto de frente y de abajo.


Se observó una especie de "puerta", alta y estrecha, en el lateral del aparato, puerta que luego desapareció. En esa aparición, el OVNI parecía estar envuelto por una neblina grisácea. A continuación, desapareció, para, de allí a cinco minutos, reaparecer en una curva de la carretera. En ese lugar, de repente, el aparato allí, estaba, inclinado, con la parte inferior hacia el automóvil, y emitiendo destellos rápidos y fuertes sobre los ocupantes del coche.

Se quedó parado, a unos 20 metros de altura, y a unos 15 metros del coche, cuando los chorros de luz alcanzaron intensamente a los pasajeros, principalmente los dos sentados en el asiento delantero.

Según las palabras de doña Ailza, la estructura externa del OVNI era similar a un "casco de jabuti" o a una "caldera de la planta de azúcar antes de ser usada".

El pánico de los testigos

El objeto permaneció silencioso durante todo el tiempo, a excepción de unos segundos antes de haber desaparecido por primera vez, que emitió un sonido similar a la detonación de una ametralladora.


Los testigos indicando en donde estaba el objeto en el momento del avistamiento.


Los ocupantes del Corcel fueron tomados por un intenso pánico ante la aproximación del OVNI. Decía Moab Omena Farias, que era contable en la Capital Federal: "Sentí miedo, desesperación, cuando nos encontrábamos con él, en la curva del camino, pensé que iban a posarse y secuestrarnos, así que le dije a mi mujer que se bajara que yo iba a quitar el auto de ellos. El motor del coche se detuvo en ese momento. La luz oscurecía la vista, y los flashes que emitía eran casi insoportables, de repente en la misma posición en que encontraba, allí parado, se fue, y entonces me dejé caer en el volante, las rodillas temblaban y, por unos diez minutos, allí me dejé quedarme, mirando hacia el punto donde el disco había estado, sin poder hablar ni moverme."

Consecuencias del avistamiento

Aquí está una parte del testimonio de la señora, Ailza Farias: "Yo estaba aterrorizada y ya había llamado varias veces la atención de Moab sobre aquella luz, él me llamó boba, diciendo que aquello debía ser un reflector o un avión, pero cuando el objeto llegó más cerca de nosotros y él pudo ver que no era un avión, entonces se quedó callado, mis piernas empezaron a pesar como si fueran de plomo, se quedaron dormidas y parecía tener un hormiguero en mi piel en toda la extensión de las piernas. Comencé a sentir náuseas, mi cabeza dio la impresión de que estaba quedando vacía y me sentía diferente. Ahí comencé a gritar de miedo, porque sabía que ellos iban a secuestrarnos, a mí y a mi marido."

También Moacir Farias, comerciante, cuenta lo que sentía ante el OVNI "Sentí algo muy extraño, pero no quise contarlo a los demás, parecía que había algo pesado sobre el pecho, y aquella noche no pude dormir, problema que nunca tuve antes."

En cuanto a la niña Glaucia, dijo: "Era redondo, y yo tuve miedo, comencé a llorar. Nunca más quiero ver otro disco volador".

A partir del encuentro con el objeto, el automóvil de los Farias tuvo sus luces delanteras y traseras quemadas. Después de que desapareció, los cuatro permanecieron durante unos 10 minutos sin pronunciar una sola palabra. Continuaron el viaje y, poco después, al llegar al campamento al que se dirigían, no lograron dormir; hecho inédito, ya que ninguno de ellos jamás había tenido ese problema; la propia niña tampoco pudo dormir. A las 4 de la madrugada, Moab, viendo que continuaban todos muy nerviosos, decidió oír un poco de música para relajar los nervios.


La familia Omena Farias en el lugar en donde ocurrió el caso (Crédito: EBE-ET)

Diseño sobre la foto, representando el OVNI en el lugar del avistamiento. (Crédito: EBE-ET)


Pero el tocadiscos no funcionó. Al examinar las pilas, Moab comprobó que se estaban deshaciendo, es decir: de ellas salía un líquido y estaban maleables, casi flácidas, el metal dejaba restos de tinta en las manos; desgraciadamente, sin asociar el hecho con la ocurrencia del OVNI, arrojó las pilas afuera. A continuación, Moab observó que sus piernas estaban hinchadas, desde los muslos hacia abajo.

Llamó la atención de la esposa, la cual verificó que también estaba hinchada, pero de la cintura hacia abajo. Al día siguiente, doña Ailza tuvo hemorragias por el oído derecho y por la nariz; fue víctima también de náuseas y vómitos que duraron cerca de quince días, además de falta de apetito y otros síntomas de desequilibrio orgánico, como insomnio. Ella fue sometida a un examen ginecológico de rutina, y su estado fue considerado, desde el punto de vista clínico, perfectamente normal. Luego tuvo que hacer una serie de exámenes de laboratorio para complementar el diagnóstico médico.

Control médico

En el caso de Moacir Omena Farias, desde el 19 de febrero estuvo sufriendo de mareos y vértigos, lo que jamás sintió en toda su vida. Es curioso notar que la pareja Farias reside en Brasilia, en la Supercuadra Sur 205, la misma supercuadra en la que fue fotografiado un objeto luminoso por parte de Eduardo Stuckert, antes del carnaval, cuyo material fue publicado por el diario Correio Brasiliense.

Este caso es uno de los más interesantes ocurridos en la región de Brasilia, área de frecuentes avistamientos de OVNIs. Como había escrito María de Fátima Machado, directora del Departamento de Ufologia da Associação Brasiliense de Pesquisa e Cultura, todavía estaba lejos de estar cerrado, ya que los testigos permanecían bajo control médico, para averiguar los problemas causados por el encuentro.




Modificado por orbitaceromendoza

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