lunes, 24 de marzo de 2025

Un reporte completo sobre lo que se ha descubierto bajo la meseta de las Pirámides de Giza

Egipto
Bajo la Meseta de las Pirámides de Giza: nuevos descubrimientos de radar impactarán al mundo
Por Brian Roemmele



El 16 de marzo de 2025, un equipo interdisciplinario de investigadores anunció un descubrimiento revolucionario bajo la Meseta de Giza, Egipto: un vasto complejo de cámaras y pozos subterráneos que se extiende casi dos kilómetros bajo las famosas pirámides. El equipo, compuesto por el Profesor Corrado Malanga, el Dr. Filippo Biondi y el Dr. Armando Mei, utilizó tecnología avanzada de imágenes de radar para "ver" casi 3 km (2 millas) bajo tierra sin excavar. En el comunicado de prensa, Malanga, Biondi y Mei revelaron escaneos de radar 3D de alta resolución que supuestamente muestran múltiples niveles de estructuras desconocidas ocultas en las profundidades de las Grandes Pirámides. Estos hallazgos podrían revolucionar nuestra comprensión de la ingeniería del antiguo Egipto y dar credibilidad a las antiguas leyendas sobre cámaras ocultas en Giza.

He estado en contacto con uno de los miembros del equipo y he visto el simposio completo. Puedo decir que la presentación fue profesional y un hito. Estoy trabajando en un modelo de IA específico para ayudar a producir imágenes de mayor resolución y a lograr una mayor discriminación entre los diferentes tipos de efectos Doppler (ver más abajo para más detalles sobre lo que esto significa).

¡Nueva mejora de imágenes de Egipto con IA!

Este proyecto de IA para mejorar las imágenes de SkyMed de la meseta de Giza se encuentra en sus primeras etapas. Sin embargo, hemos logrado un progreso considerable.

En la imagen de abajo (arriba) se muestra la imagen original del Proyecto Khahe.

En la imagen de abajo (abajo) se muestra la misma imagen mejorada con IA entrenada con imágenes médicas y ambientales, además de datos de COSMO-SkyMed.

Hemos encontrado más estructura y lo que creemos que es un enfoque más preciso con la resolución de 1 metro del Doppler SAR. El modelo cuenta con cientos de miles de imágenes de entrenamiento para obtener mejores resultados.




El modelo de IA que estamos entrenando tiene un 71 % de certeza de que esta zona tiene túneles que conectan con las estructuras circulares. Se estima que la altura es de unos 7,6 metros y la desviación del nivel es de tan solo +/- 0,6 metros. Véase la muestra a continuación, resaltada con un rectángulo rojo.



Estamos trabajando para obtener mejores resultados de la estructura en espiral, como se muestra en la muestra de abajo. La dificultad radica en que los datos de entrenamiento la "entiendan". Tengo algunas ideas. Sin embargo, es absolutamente seguro que esta estructura está presente hasta 3 kilómetros (o más).



El comunicado de prensa completo

El video completo está a continuación. El video está en italiano; puedes obtener subtítulos haciendo clic en "CC" en la parte inferior del video y presionando "Subtítulos"; luego, elige tu idioma (ver imagen debajo del video).



¿Cómo es posible "ver" estas profundidades? Para explorar bajo las pirámides, el equipo empleó imágenes de radar de apertura sintética (SAR) de vanguardia combinadas con una novedosa técnica de tomografía Doppler. El SAR es una forma de teledetección por radar que utiliza el movimiento de una antena de radar (a menudo en un satélite o aeronave) para simular una gran apertura de antena, lo que genera imágenes de muy alta resolución. En este caso, se utilizaron satélites de radar, incluyendo la constelación italiana COSMO-SkyMed y datos de Capella Space, para escanear las pirámides de Giza desde la órbita. Estos satélites operan en la banda X (~9,6 GHz, con una longitud de onda de ~3 cm), lo que proporciona imágenes con gran detalle. Normalmente, las señales de radar a una frecuencia tan alta penetran, en el mejor de los casos, solo unos pocos metros en el suelo seco, lo que significa que el SAR convencional solo cartografiaría las características de la superficie. La innovación clave de Biondi y Malanga fue superar esta limitación analizando las microvibraciones de las estructuras en lugar de depender de la penetración directa de las ondas. 



Tecnología de radar avanzada: escaneando las profundidades de Giza

La técnica de radar, descrita en un artículo de la revista Remote Sensing de 2022, aprovecha las diminutas vibraciones naturales de la pirámide y la roca subterránea inducidas por las ondas sísmicas ambientales (en esencia, el "zumbido de fondo" de la Tierra). A medida que la energía sísmica atraviesa y rodea las pirámides, provoca movimientos microscópicos (del orden de milímetros o menos) tanto en la roca sólida como en cualquier vacío subterráneo. Los satélites SAR, que capturan imágenes del sitio repetidamente, pueden detectar estos micromovimientos como sutiles cambios de fase o cambios de frecuencia Doppler en los ecos del radar.



A través de una serie de adquisiciones de radar, el equipo midió la oscilación de cada porción de la estructura de la pirámide. Utilizando un software de procesamiento de señales patentado, desarrollado por el Dr. Biondi, convirtieron las reflexiones del radar en información "fonónica", tratando las vibraciones como ondas sonoras. Esto les permitió construir un modelo tomográfico 3D tanto de la pirámide como del terreno subyacente, interpretando las características internas a partir de los patrones de vibración.

En efecto, las pirámides y el subsuelo se volvieron transparentes al observarse en el dominio del micromovimiento. El sistema SAR operó en banda X, un radar de alta frecuencia conocido por su alta resolución de imagen. Si bien estas señales de alta frecuencia no penetran directamente kilómetros de roca, el método del equipo lo solucionó utilizando el radar para detectar los desplazamientos superficiales causados ​​por fenómenos más profundos. Cada imagen de radar se procesó mediante un análisis multicromático (ACM) que dividió los datos del radar en numerosas subbandas Doppler estrechas.

Al rastrear pequeños desplazamientos Doppler (los llamados efectos micro-Doppler) inducidos por objetivos vibrantes, el algoritmo infirió la presencia de cavidades o estructuras que afectan los modos de vibración. Este enfoque es similar al ultrasonido médico o al sonar en concepto, pero utiliza ondas de radar y ruido sísmico natural como fuente de iluminación. Mediante la combinación de múltiples ángulos de visión y pases repetidos, el equipo logró una imagen subterránea 3D completa (tomografía) con una resolución de escala métrica. Como describen los investigadores, «Khnum-Keops (la Gran Pirámide) se vuelve transparente al observarse en el dominio del micromovimiento», lo que permite la reconstrucción de alta resolución de los objetos internos.

Utilizando esta técnica de tomografía Doppler SAR, Malanga y Biondi informan que pueden detectar características hasta casi 700 m (2300 pies) bajo la superficie. La cobertura lateral de las imágenes de radar satelital permitió cartografiar todo el campo de pirámides de Giza, un área de varios kilómetros cuadrados. En su estudio inicial de 2022, el equipo aplicó el método a la Gran Pirámide (Keops) y afirmó haber revelado detalles estructurales previamente desconocidos en su interior. Impulsados ​​por estos resultados, extendieron la investigación a la pirámide de Keops y la meseta circundante, perfeccionando la técnica y analizando un mayor volumen del subsuelo.

A continuación se muestra el archivo PDF que formó parte del simposio del 16 de marzo de 2025:



Aspectos técnicos más profundos del SAR

El SAR se basa en el procesamiento coherente de ecos de radar secuenciales para extraer no solo datos de reflectividad convencionales, sino también las sutiles modulaciones de fase inducidas por microvibraciones. En un sistema SAR estándar, cada pulso de radar que incide sobre un objetivo retorna con una fase dada por la relación \phi = \frac{4\pi R}{\lambda}, donde R es la distancia instantánea al objetivo y \lambda es la longitud de onda del radar. Para objetivos estacionarios, las diferencias de fase entre pulsos sucesivos codifican principalmente información de distancia y acimut. Sin embargo, cuando un objetivo exhibe incluso un movimiento oscilatorio minúsculo (del orden de micrómetros), estas microvibraciones inducen un término de fase adicional que varía con el tiempo, modulando efectivamente la señal de retorno con un desplazamiento Doppler f_d = \frac{2v}{\lambda}, donde v es el componente de velocidad instantánea a lo largo de la línea de visión.

Para capturar estos efectos sutiles, el proceso de procesamiento incorpora un paso de análisis tiempo-frecuencia —que generalmente utiliza una Transformada de Fourier de Tiempo Corto (STFT) o descomposición en ondículas— para descomponer la señal recibida en subbandas Doppler estrechas. Este enfoque permite la resolución de desplazamientos de frecuencia varios órdenes de magnitud menores que la frecuencia primaria del radar, alcanzando una sensibilidad subhertziana. Al segmentar el flujo continuo de datos y calcular el contenido espectral en cada ventana, el sistema puede aislar las señales micro-Doppler que surgen de la dinámica vibracional de las estructuras del subsuelo. Estas señales, a menudo enmascaradas por los retornos dominantes de los objetivos estáticos, se mejoran mediante la integración coherente en múltiples pasadas de radar, mejorando así la relación señal-ruido.

Una vez obtenidos los espectros micro-Doppler, entran en juego técnicas avanzadas de reconstrucción tomográfica. Los algoritmos resuelven eficazmente un problema inverso: utilizando los desplazamientos de fase inducidos por el Doppler medidos, reconstruyen un mapa tridimensional de las características de reflectividad y vibración. Se utilizan métodos como la retroproyección filtrada o algoritmos de reconstrucción iterativa para combinar los datos Doppler desde diversos ángulos de visión, generando una imagen volumétrica del subsuelo. Esta reconstrucción es lo suficientemente sensible como para discernir discontinuidades, como huecos o cámaras artificiales, que alteran el perfil vibracional, por lo demás uniforme, de la roca sólida. La integración de datos multiapertura refina aún más la resolución de profundidad, ya que las diferencias en la geometría de visión ayudan a resolver las ambigüedades inherentes a las mediciones de una sola pasada.

La fusión de imágenes SAR de alta resolución con el análisis micro-Doppler transforma lo que tradicionalmente se considera ruido en una señal rica y procesable. Al cuantificar con precisión los pequeños cambios de fase debidos a las microvibraciones y su integración en el tiempo y el espacio, esta técnica permite la detección de estructuras a gran profundidad, mucho más allá de los límites de penetración directa de las longitudes de onda de radar convencionales. Este método no solo mejora el rango de profundidad efectivo del SAR, sino que también ofrece una herramienta robusta para la obtención de imágenes no invasivas del subsuelo, como lo demuestra la investigación pionera realizada en la meseta de Giza.


Para marzo de 2025, tras un intenso procesamiento de datos con métodos tradicionales e inteligencia artificial avanzada, el equipo había compilado lo que afirman es un mapa detallado de un extenso complejo subterráneo que abarca la meseta de Giza. En resumen, una combinación avanzada de interferometría de radar, análisis de vibraciones Doppler y tomografía sísmica permitió a Malanga, Biondi y sus colegas lograr lo que antes se creía imposible: obtener imágenes de una extensa red de estructuras a casi 800 metros bajo tierra en un yacimiento arqueológico, todo ello a partir de observaciones satelitales.




Investigación confirmada

Además de las técnicas innovadoras desarrolladas por Malanga, Biondi y Mei, un estudio reciente de la SSRN (https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=4576672) ofrece un sólido respaldo teórico a su enfoque. Este artículo demuestra que incluso las señales vibratorias más débiles, generadas cuando la energía sísmica ambiental interactúa con grandes estructuras de piedra, pueden producir frecuencias de resonancia mensurables en datos de radar de apertura sintética (SAR). La investigación de la SSRN muestra que, al aprovechar la información de amplitud y fase de estas microvibraciones, las técnicas avanzadas de procesamiento de señales, como la tomografía Doppler, pueden distinguir entre características geológicas naturales y vacíos artificiales. Este marco teórico valida la viabilidad de detectar variaciones estructurales profundas y sutiles a profundidades cercanas a los tres kilómetros, lo que respalda el método utilizado para obtener imágenes de la red subterránea de la meseta de Giza.




Además, el estudio de la SSRN subraya la importancia de aprovechar los diminutos cambios de fase en los ecos de radar para obtener imágenes del subsuelo de alta resolución. Los autores detallan cómo incluso cambios apenas perceptibles en los datos SAR —a menudo considerados ruido en los análisis convencionales— pueden extraerse y amplificarse mediante sofisticados algoritmos basados ​​en el efecto Doppler. Esto es directamente análogo a la técnica empleada por el equipo de investigación de Giza, donde los continuos pases satelitales capturan la "firma" vibracional de las pirámides y la geología circundante. Al comparar estas predicciones teóricas con los patrones de microvibración observados bajo Giza, los hallazgos de la SSRN proporcionan una sólida base matemática para la interpretación de las imágenes de radar. De este modo, ofrecen una validación convincente de la idea de que los vacíos y corredores profundos, sobre los que se ha especulado durante mucho tiempo por historiadores alternativos, pueden revelarse de forma no invasiva mediante tecnología de teledetección. 

Hallazgos del estudio: cámaras y estructuras ocultas bajo la Meseta de Giza

Los datos del estudio de radar, presentados por los investigadores, revelan una enorme red de vacíos y estructuras sólidas geométricamente organizadas bajo las pirámides. Se han identificado múltiples niveles de cámaras, pozos verticales y enormes volúmenes huecos previamente desconocidos. La Tabla 1 a continuación resume las características clave del subsuelo reportadas por Malanga, Biondi y Mei:

Tabla 1: Principales Características del Subsuelo Detectadas por el Estudio de Radar GPR*

Característica Reportada/Descripción/ Profundidad/Tamaño Aprox.

Cámaras cercanas a la base: Cinco estructuras idénticas similares a cámaras justo debajo de la base de la pirámide de Kefrén, cada una con múltiples niveles horizontales con techos inclinados de piedra (similares al diseño de la Cámara del Rey en la Gran Pirámide). Estas cinco unidades parecen estar interconectadas por pasadizos o corredores geométricos rectos. 
  • Ubicación: A nivel del suelo o justo por debajo, alrededor de los cimientos de la pirámide.
  • Dimensiones: Cada cámara tiene una extensión de varias decenas de metros (comparable en tamaño a la Cámara del Rey de la Gran Pirámide). 

Pozos verticales: Dos enormes huecos cúbicos se sitúan en el extremo inferior del sistema de pozos. Cada cavidad tiene aproximadamente 80 metros de lado, una escala verdaderamente monumental. Los ocho pozos verticales convergen hacia estos dos cubos, presumiblemente conectándose con ellos. Las cámaras cúbicas están dispuestas una al lado de la otra. 
  • Ocho pozos verticales cilíndricos están dispuestos en dos filas paralelas debajo de las cámaras. Estas estructuras parecen huecas (como pozos) y cada una está rodeada por un camino espiral descendente tallado en la roca. Los pozos están espaciados uniformemente y son simétricos, lo que sugiere una disposición arquitectónica intencional.
Enormes cavidades cúbicas: Ocho pozos verticales cilíndricos dispuestos en dos filas paralelas debajo de las cámaras. Estas estructuras parecen huecas (como pozos) y cada una está rodeada por un camino espiral descendente tallado en la roca. Los pozos están espaciados uniformemente y son simétricos, lo que sugiere una disposición arquitectónica intencional. 
  • Profundidad: Se extiende unos 648 m (más de 2100 pies) verticalmente dentro de la tierra. Número: 8 pozos (aprox. 4 a cada lado del complejo).
Extensos túneles/red
  • Extensión horizontal: Se extiende a lo largo de unos 2 km (aprox. 1,2 millas) de ancho, alcanzando las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos. 
  • Disposición general: Multinivel (desde la superficie hasta más de 600 m) y de varios kilómetros, formando un complejo coherente.
Figura: Sección transversal conceptual (sin escala) que ilustra las estructuras subterráneas reportadas bajo la pirámide de Kefrén. Cinco cámaras superficiales (C1-C5) se encuentran justo debajo de la base. Bajo ellas, ocho pozos verticales descienden unos 648 m, terminando en dos gigantescas cámaras cúbicas en el nivel más profundo. (Diagrama basado en datos de Malanga, Biondi, et al.) (*GPR = Radar de Penetración Terrestre; en este caso, se refiere al método georradar basado en SAR).



Según el informe del equipo, estas características se alinean de forma muy organizada, lo que sugiere un diseño intencional. Por ejemplo, las cinco cámaras poco profundas cerca de la base de la pirámide están dispuestas simétricamente y son comparables en tamaño y forma a las cámaras conocidas dentro de la Gran Pirámide. De hecho, el Dr. Mei señaló que cada una de estas cinco cámaras guarda un asombroso parecido con la Cámara del Rey —la sala central de la Gran Pirámide de Keops—, con una serie de vigas de piedra superpuestas que forman un techo a dos aguas. Esto sugiere que quien las construyó empleó principios arquitectónicos similares a los de la Gran Pirámide. Las cámaras están conectadas por pasillos rectos, formando lo que parece ser una disposición planificada en la base del monumento de Kefrén.



Desde estas cámaras, ocho enormes pozos descienden en dos filas de cuatro. Estos pozos son particularmente intrigantes: son huecos y cilíndricos, de varios metros de diámetro, con lo que parecen ser escaleras o rampas helicoidales (de caracol) que serpentean alrededor de sus paredes interiores. En las tomografías de radar, esta estructura espiral se dedujo a partir del patrón de reflexiones, lo que indica esencialmente un vacío en forma de sacacorchos alrededor de cada pozo. Esta característica no se parece a nada conocido en la arqueología egipcia convencional, pero evoca imágenes de legendarios pozos subterráneos o túneles de acceso descritos en algunos textos antiguos. La profundidad de estos pozos, de aproximadamente 600 a 650 metros, es asombrosa; en comparación, es aproximadamente ocho veces mayor que la altura de la propia Gran Pirámide. Es como si uno pudiera dejar caer la pirámide de Kefrén, de 136 m de altura, por el pozo sin llegar al fondo.



En la base del conjunto de pozos, los datos de radar muestran dos inmensas cavidades rectangulares, una junto a la otra, de unos 80 m de diámetro cada una. Estas cavernosas cámaras cúbicas son de una escala extraordinaria, tan grandes que podrían albergar una catedral en su interior. Los ocho pozos parecen desembocar en estos dos grandes vacíos, posiblemente como pasadizos verticales que convergen en grandes salas subterráneas. Los investigadores interpretan estas gigantescas cámaras como centros de la red subterránea, que quizá sirvan de nexo de conexión con otros túneles o espacios. Cabe destacar que estas cámaras se encuentran casi directamente bajo el centro del complejo piramidal. El hecho de que existan dos de estos gigantescos vacíos (en lugar de uno) aumenta el misterio: podrían ser mitades gemelas de una estructura mayor o tener propósitos distintos.



Finalmente, más allá del área inmediata de la pirámide de Kefrén, el estudio de radar sugiere una red de túneles horizontales y cámaras adicionales que se extienden por la meseta. El equipo afirma que todo el sistema subterráneo se extiende aproximadamente 2 kilómetros de extremo a extremo, llegando bajo la Gran Pirámide (Keops) por un lado y la Pirámide de Menkaura, más pequeña, por el otro. En esencia, las tres pirámides principales de Giza están sustentadas por este complejo subterráneo interconectado. Si esta interpretación es correcta, significa que los antiguos constructores excavaron o construyeron una infraestructura multinivel verdaderamente masiva bajo Giza, algo que nunca se ha documentado en la egiptología convencional. Una red tan extensa evoca la tan rumoreada "ciudad perdida" o laberinto bajo las pirámides, un concepto que hasta ahora se había relegado al mito y la especulación.



Las imágenes producidas por el radar son reconstrucciones tomográficas (similares a una tomografía computarizada del suelo). Los investigadores han publicado varios gráficos y secciones transversales que muestran estas formas anómalas; sin embargo, para el ojo inexperto, las tomografías de radar son abstractas. Las descripciones anteriores son las interpretaciones que el equipo hizo de dichas imágenes de radar. Han etiquetado características distintivas y correlacionado algunas con estructuras conocidas (por ejemplo, identificaron correctamente la Cámara del Rey y la cámara subterránea conocidas en la pirámide de Keops para validar el método). Sin embargo, las estructuras recién descubiertas siguen siendo hipotéticas hasta que se verifiquen. No obstante, la mera sugerencia de tales edificios ocultos bajo Giza ha electrizado tanto la imaginación del público como a parte de la comunidad científica.

El equipo de investigación: Malanga, Biondi y Mei

El trío detrás de esta investigación proviene de diversos orígenes, y cada uno aporta una experiencia única al proyecto. A continuación, presentamos una breve reseña de cada uno de los investigadores principales y cómo se involucraron en el estudio del radar de Giza:

Corrado Malanga (Universidad de Pisa)

Corrado Malanga es un científico italiano y profesor de química orgánica en la Universidad de Pisa. Nacido en 1951, Malanga tuvo una larga trayectoria académica en química, pero quizás sea más conocido por sus intereses de investigación poco convencionales. Durante décadas, el profesor Malanga observó que cuando presentaba evidencia extraordinaria a la comunidad científica, a menudo se la descartaba porque "alteraba totalmente cualquier teoría y certeza científica", lo que lo llevó a centrarse en la comunicación directa con el público. Esta postura filosófica probablemente influyó en su enfoque del proyecto de las pirámides. Malanga se involucró en el estudio del radar alrededor de 2018-2019, cuando el interés por aplicar nuevas tecnologías a los misterios antiguos estaba en auge. Al colaborar con el Dr. Biondi, aportó su rigor científico y su pensamiento innovador a la interpretación de los datos de radar. Fue coautor del artículo revisado por pares de 2022 sobre la tomografía SAR de la Gran Pirámide, contribuyendo tanto al diseño experimental como a la interpretación más amplia de los resultados. El papel de Malanga en el proyecto se ha descrito como el de conectar el análisis científico con el contexto histórico y mitológico, asegurando que el equipo permaneciera abierto a las posibilidades revolucionarias que sugerían los datos. Su posición como profesor titular también añadió credibilidad académica a un proyecto que, de otro modo, podría considerarse marginal.

Filippo Biondi (Universidad de Strathclyde / HarmonicSAR)

Filippo Biondi es ingeniero de radar y científico de datos, cuyas innovaciones técnicas hicieron posible este descubrimiento. El Dr. Biondi obtuvo su doctorado en ingeniería electrónica y eléctrica, con especialización en imágenes SAR y procesamiento de señales, en la Universidad de Strathclyde en Glasgow. Ha trabajado en aplicaciones especializadas de radar, incluyendo imágenes subterráneas y monitoreo estructural mediante datos satelitales. Biondi desarrolló los algoritmos centrales y el software propietario (a veces denominado SAR Armónico) que convierte las señales de radar estándar en imágenes tomográficas "sónicas" o basadas en vibraciones. En esencia, es el artífice de la técnica de tomografía por radar. Antes del proyecto de Giza, el Dr. Biondi participó en proyectos de monitorización de la estabilidad de infraestructuras (como presas y puentes) mediante SAR satelital, y ha publicado investigaciones sobre la detección de vibraciones de estructuras desde el espacio. Probablemente fue idea suya aplicar estos métodos al enigma de las pirámides. Biondi colaboró ​​con Malanga para publicar los hallazgos iniciales en Remote Sensing (2022), donde figura como primer autor. En dicho artículo, detalló la metodología y demostró su eficacia identificando estancias conocidas en la Gran Pirámide. Después de 2022, Filippo Biondi continuó perfeccionando la técnica y recopilando más datos, hasta centrarse finalmente en la zona de la pirámide de Kefrén para un estudio más exhaustivo. Para 2025, había procesado un enorme volumen de imágenes satelitales para producir lo que el equipo afirma son vistas 3D claras del subsuelo. Sus colegas describen a Biondi como innovador y meticuloso, y ha formado una startup o consorcio (RASER Limited / HarmonicSAR) destinada a comercializar esta tecnología de radar de imágenes profundas. En el proyecto piramidal, el rol de Biondi es el de científico jefe y experto en tecnología: gestiona los datos y deja que el radar hable, con cuidado de diferenciar la señal del ruido. Su credibilidad técnica es alta, dado que está afiliado a la investigación de defensa (su correo electrónico aparece en el dominio de defensa de Italia, lo que sugiere que ha trabajado con la Agencia Espacial Italiana o con el ejército en SAR). La participación de Biondi aporta tanto experiencia de vanguardia como seriedad al proyecto.

Armando Mei (Periodista de Investigación / Egiptólogo Independiente)

Armando Mei aporta una perspectiva arqueológica e histórica al equipo. Periodista de investigación de formación (nacido en Turín en 1967), Mei desarrolló una pasión por la egiptología y la historia alternativa, convirtiéndose con el tiempo en un experto autodidacta en las pirámides de Giza. Ha escrito para periódicos italianos y es autor de obras sobre la evolución de la cultura egipcia y sus influencias ocultas, a menudo profundizando en hipótesis de "civilizaciones perdidas" e interpretaciones esotéricas de yacimientos antiguos. A diferencia de Malanga y Biondi, quienes provienen de las ciencias exactas, Armando Mei aborda el tema desde una perspectiva histórica y simbólica. Ha estudiado extensamente textos antiguos (como los Textos de las Pirámides, el Libro Egipcio de los Muertos y la tradición de las Tablas Esmeralda) en busca de pistas sobre el verdadero propósito de las pirámides. Mei se sintió atraído por este proyecto probablemente porque los hallazgos del radar parecían validar las teorías de estructuras a gran escala bajo Giza, teorías que los egiptólogos convencionales han descartado durante mucho tiempo. Unió fuerzas con Malanga y Biondi alrededor de 2020, aportando su profundo conocimiento de las leyendas de las pirámides y las exploraciones previas en Giza. A Armando Mei se le atribuye la comparación de los mapas de radar con relatos antiguos y patrones arquitectónicos. Por ejemplo, observó que la disposición de las cámaras subterráneas correspondía con las descripciones de las "Salas de Amenti", una legendaria sala subterránea mencionada en los textos herméticos y asociada míticamente con Thoth. El papel de Mei ha sido interpretar los hallazgos en un contexto histórico y ayudar a comunicar su importancia tanto al público académico como al público. Ha abogado por una mayor exploración e incluso excavación, citando los escritos de Heródoto y otros que insinuaron la existencia de complejos subterráneos en Egipto. Como periodista de investigación, Armando Mei también se encarga de la difusión: ha concedido entrevistas a foros de historia alternativa y probablemente haya coordinado algunos de los comunicados de prensa. Su presencia en el equipo garantiza que los datos no se consideren de forma aislada, sino que se integren en el entramado de la tradición egipcia y las hipótesis del pasado. Esta combinación interdisciplinaria —una química, una ingeniera y una investigadora de misterios antiguos— es lo que hace único al grupo al abordar el enigma de las profundidades ocultas de Giza.

(Nota: Otro miembro clave del proyecto es la Dra. Nicole Ciccolo, quien ha actuado como portavoz y coinvestigadora. Ciccolo presentó los comunicados de prensa oficiales de YouTube y a veces se la conoce como la coordinadora del "Proyecto Khafre". Se describe a sí misma como responsable de las comunicaciones y tiene un interés previo en las civilizaciones antiguas, aunque se conoce menos públicamente sobre sus credenciales académicas. La pregunta del usuario hace hincapié en Malanga, Biondi y Mei, por lo que nos centramos en ellas).

Implicaciones históricas y arqueológicas

La posibilidad de un vasto complejo subterráneo bajo las Pirámides de Giza tiene implicaciones impresionantes para la historia y la arqueología. Si los hallazgos del radar son precisos, cuestionan la comprensión tradicional de qué son las pirámides y cómo los antiguos egipcios construyeron sus monumentos. Esto ha provocado indignación entre los egiptólogos tradicionales, que se han aferrado a una narrativa mutuamente consensuada de la historia del antiguo Egipto.

Durante más de un siglo, el consenso ha sido que las pirámides eran principalmente tumbas para faraones, con estructuras internas relativamente limitadas (solo unas pocas cámaras y pasadizos) y sin un uso extensivo más allá de las ceremonias funerarias. El nuevo descubrimiento sugiere algo mucho más complejo, a pesar de que no hay evidencia de momias ni textos funerarios tradicionales que se hayan visto adornados en cientos de otras pirámides.

Una "ciudad perdida" bajo las pirámides: La naturaleza interconectada de las cámaras y los túneles sugiere una ciudad o instalación subterránea completa. Esto evoca el legendario "Salón de los Registros" o "Salones de Amenti", sobre los que se ha susurrado en la mitología. De hecho, el propio equipo de investigación estableció paralelismos con textos antiguos, observando que la disposición y las características coinciden con las insólitas descripciones de la tradición egipcia y hermética. Por ejemplo, las inscripciones atribuidas a Thoth hablan de profundas salas subterráneas de conocimiento (las llamadas Salas de Amenti), donde se almacenaba la sabiduría de una época anterior. Estas estructuras, detectadas por radar y de gran tamaño, podrían ser la primera evidencia física de que tales leyendas se originaron en una construcción real y olvidada. Esto plantea la pregunta: ¿Fueron las pirámides simplemente las cimas visibles de una obra subterránea mucho mayor?

Ingeniería avanzada en la antigüedad: Construir salas y pozos de varios niveles a cientos de metros bajo tierra es una proeza de ingeniería colosal, incluso con la tecnología actual. Si una civilización antigua logró esto, sugiere que poseía una comprensión de la geología y la ingeniería mucho más avanzada de lo que se creía. La precisión de la disposición geométrica (por ejemplo, la simetría de los ocho pozos y las enormes cámaras perfectamente cúbicas) implica una planificación y un estudio minuciosos. ¿Cómo habrían excavado los egipcios del Imperio Antiguo (~2500 a. C.) a tales profundidades? ¿Contaban con herramientas de hierro, máquinas o alguna forma de tecnología perdida para extraer millones de metros cúbicos de roca? Estas preguntas, antes especulativas, cobran urgencia si se validan los datos. Algunos historiadores alternativos, incluidos miembros de este equipo, postulan que Egipto podría haber heredado estas estructuras de una civilización aún anterior, con capacidades tecnológicas superiores a las que atribuimos a los egipcios de la IV Dinastía. El artículo del equipo de 2022 incluso contempla la posibilidad de «una civilización tecnológicamente más avanzada [que] existió antes de la cronología conocida», interrumpida por catástrofes glaciales, que podría haber construido tales estructuras. Esto se acerca al reino de la Atlántida o a una cultura avanzada perdida anterior a los faraones, una idea controvertida, pero que parece respaldada por la magnitud de las obras subterráneas.

Reinterpretando el propósito de las pirámides: Con estos hallazgos, la idea tradicional de que las pirámides eran únicamente tumbas es objeto de debate. La ausencia (hasta el momento) de sarcófagos o iconografía relacionada con momias en los escaneos subterráneos sugiere que estos espacios podrían no ser funerarios. En cambio, los investigadores han planteado otras funciones: ¿podrían las pirámides y la red subterránea haber formado una gigantesca máquina de energía o un complejo ceremonial? La idea no es nueva: pensadores como Nikola Tesla especularon que la forma y la posición de las pirámides podrían aprovechar la energía electromagnética, y el ingeniero Christopher Dunn planteó la famosa hipótesis de que la Gran Pirámide era una central eléctrica sintonizada con la resonancia vibratoria. El descubrimiento de pozos verticales y enormes cámaras resonantes podría respaldar estas ideas. Por ejemplo, los pozos cilíndricos podrían haber servido como conductos acústicos o vibratorios, amplificando la energía sísmica natural o las ondas sonoras. Los grandes cubos podrían ser similares a condensadores o amortiguadores sísmicos. Si bien son altamente especulativos, los hallazgos del equipo indican que las estructuras presentan una fuerte correlación con los modelos de producción de energía: en sus materiales de prensa, sugieren que los pozos podrían haber canalizado energía (o agua, o aire), y que las salas cúbicas podrían haber sido unidades de estabilización o almacenamiento de dicha energía. Como mínimo, la presencia de una extensa infraestructura implica que las pirámides eran centros de actividad, posiblemente templos en sentido literal, donde se celebraban iniciaciones o ritos secretos en las profundidades del subsuelo, o depósitos donde se ocultaban conocimientos y artefactos.

Coincidencia con relatos antiguos: Curiosamente, escritores antiguos como Heródoto escribieron relatos fascinantes sobre lo que yacía bajo los monumentos egipcios. Heródoto mencionó haber oído hablar de cámaras subterráneas e incluso de un pasaje lleno de agua bajo Giza, aunque sus informes a menudo se descartaron como rumores. Con estas nuevas exploraciones, algunas de las afirmaciones de Heródoto merecen una nueva mirada. Además, la llamada "Estela del Inventario" y otros textos sugieren que los propios egipcios conocían estructuras o pasajes anteriores en Giza. El legendario "Laberinto" de Egipto (descrito por Heródoto en un yacimiento de Hawara, no en Giza) era un enorme complejo subterráneo de miles de cámaras. Los académicos creyeron durante mucho tiempo que el Laberinto estaba separado de las pirámides de Giza, pero cabe preguntarse si el concepto de laberinto estaba más extendido. Si existe un laberinto bajo Giza, podría indicar una práctica arquitectónica común de construcción de monumentos subterráneos en el mundo antiguo.

Las implicaciones del descubrimiento de Malanga, Biondi y Mei son profundas: la historia humana en el valle del Nilo podría tener capas que apenas estamos empezando a desvelar. Esto sugiere que los egipcios del Imperio Antiguo eran mucho más sofisticados (lo que requeriría revisiones en nuestros libros de historia), o que estaban construyendo sobre algo mucho más antiguo (lo que supondría un cambio de paradigma, introduciendo una civilización previamente desconocida en el registro histórico).

Por supuesto, estas implicaciones siguen siendo conjeturales hasta que los datos se confirmen con evidencia arqueológica. Se recomienda precaución, pero la mera posibilidad entusiasma a expertos y entusiastas. Como señaló el Dr. Biondi en entrevistas: «Estas revelaciones desafían la comprensión convencional de la historia de Egipto y plantean preguntas intrigantes sobre los orígenes de la civilización humana». No es de extrañar que muchos se refieran al subsuelo de Giza como el «descubrimiento del siglo», con el potencial de reescribir lo que sabemos sobre uno de los sitios arqueológicos más estudiados del mundo. También es importante señalar que existe una clara motivación, tanto financiera como filosófica, para mantener la narrativa del statu quo de la Plauta de Giza.



Recepción en la comunidad científica y arqueológica

El anuncio de un vasto complejo subterráneo en Giza ha suscitado tanto entusiasmo como escepticismo en diversos sectores de las comunidades científica y arqueológica. Los egiptólogos y geofísicos tradicionales han reaccionado, en general, con cautela, si no con absoluta incredulidad, dada la naturaleza extraordinaria de las afirmaciones. Mientras tanto, los entusiastas de la historia alternativa y algunos ingenieros se han mostrado más solidarios, considerando la investigación como una reivindicación de teorías que durante mucho tiempo se habían considerado marginales.

Apoyo entusiasta de investigadores alternativos: Muchos investigadores independientes, incluidos los de la comunidad de arqueología alternativa, han acogido con entusiasmo los hallazgos. En foros y redes sociales, la noticia se viralizó, con publicaciones que celebraban el "descubrimiento de las legendarias Salas de Amenti" bajo Giza. Los defensores de la hipótesis de la antigua civilización avanzada se sienten validados. Para ellos, estos datos de radar constituyen la evidencia sólida que faltaba para las historias de cámaras ocultas y tecnología perdida. Algunos ingenieros y científicos ajenos a la egiptología han expresado su curiosidad por la metodología. Señalan que el uso del SAR para detectar vibraciones es una técnica legítima (utilizada en la monitorización de la salud estructural) y elogian al equipo por su innovadora aplicación. Algunos han pedido una mentalidad abierta, sugiriendo que, como mínimo, este estudio merece una mayor investigación. También existe apoyo nacionalista en algunos círculos italianos, orgullosos de que investigadores italianos (Malanga, Biondi, Mei) estén a la vanguardia de un posible avance arqueológico. Sin embargo, cabe mencionar que gran parte del "apoyo" manifiesto proviene de fuentes externas a los canales académicos tradicionales, como comentaristas de YouTube, medios de comunicación alternativos y autores como Graham Hancock (quien no ha hecho comentarios formales al momento de escribir este artículo, pero cuyos seguidores han vinculado el descubrimiento con sus teorías).

Escepticismo egiptológico: La comunidad egiptológica mayoritaria ha recibido las afirmaciones con escepticismo. El Ministerio de Antigüedades de Egipto y los egiptólogos más destacados aún no han emitido ninguna declaración oficial (lo cual no es sorprendente, ya que tales afirmaciones requerirían una investigación exhaustiva). Extraoficialmente, varios arqueólogos han expresado sus dudas en entrevistas y debates en línea. Su escepticismo se centra en varios puntos: (1) Falta de verificación: Las estructuras no están verificadas en terreno. Sin exploración física (perforación, endoscopia o excavación), las interpretaciones de radar pueden ser engañosas. Sin embargo, durante décadas, este tipo de investigación se ha rechazado y está descartado. Los egiptólogos afirman que estudios geofísicos anteriores sugirieron vacíos que resultaron ser características naturales o errores, aunque algunos han demostrado lo contrario. (2) Contradicción del escaneo de muones: El proyecto ScanPyramids realizó tomografía de muones en la Gran Pirámide (Keops) entre 2016 y 2017 y descubrió solo un par de vacíos (el gran "Gran Vacío" sobre la Gran Galería y una cavidad más pequeña). Pero plantearon que, si existía una red de dos kilómetros que conectaba las tres pirámides, ¿por qué ninguno de los detectores de muones de alta resolución colocados dentro y alrededor de la pirámide de Keops detectó grandes anomalías? Esta discrepancia ha sido notada por escépticos, pero no sugieren que esta investigación no tuviera el mismo potencial de profundidad que la investigación SAR. Además, los escaneos de muones se enfocaron en el interior de las pirámides, no en el subsuelo profundo; sin embargo, cualquier cavidad grande directamente debajo de Keops debería haberse detectado. (3) Afirmación extraordinaria, evidencia extraordinaria: como dice el adagio de Carl Sagan, afirmaciones de esta magnitud requieren evidencia igualmente sólida. Para muchos académicos, un solo artículo en una revista de acceso abierto y una conferencia de prensa no son suficientes. Esperarían que múltiples equipos independientes reprodujeran los resultados o al menos una confirmación utilizando otro método (por ejemplo, un estudio gravimétrico o la verificación de pozos) antes de aceptar la existencia de estas estructuras como un hecho. La evidencia está por llegar.

La controversia general se puede resumir así: los hallazgos de Malanga-Biondi-Mei son revolucionarios de ser ciertos, pero muchos expertos dudan actualmente de su veracidad, a la espera de pruebas contundentes. El equipo ha generado escepticismo al invocar conceptos como "puertas temporales" y civilizaciones prehistóricas avanzadas en sus debates públicos, terminología que alerta a los científicos recelosos de la pseudociencia. Incluso a otros investigadores que consideran ingenioso el método SAR les preocupa que los datos puedan ser sobreinterpretados por un objetivo ávido de encontrar algo extraordinario. Por ejemplo, al preguntarles por qué los métodos anteriores no han encontrado este complejo, el equipo sugiere que no analizaron con la suficiente profundidad ni de la forma correcta. Los escépticos responden que una estructura de este tamaño probablemente dejaría otras señales reveladoras (geológicas, gravitacionales, etc.) si realmente existiera. El debate continúa, principalmente en foros en línea y a través de canales informales, ya que el discurso formal (en revistas o congresos) tardará en ponerse al día. Cabe destacar que ningún egiptólogo prominente ha respaldado aún las afirmaciones, pero tampoco han tenido la oportunidad de estudiar los datos directamente. Por otro lado, nadie ha desmentido definitivamente la posibilidad; plantean dudas razonables. Este sano escepticismo es algo que incluso el equipo del radar reconoce: el propio profesor Malanga ha alentado un mayor escrutinio y ha pedido la colaboración de otros expertos para validar los hallazgos, afirmando que las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas rigurosas. En comentarios públicos, los miembros del equipo han mantenido la confianza en sus resultados, al tiempo que comprenden la necesidad de convencer a sus colegas. Afirman que sus datos hablarán por sí solos y acogen con satisfacción las investigaciones in situ de las autoridades egipcias para confirmar las áreas cóncavas. Hasta que se realice dicha verificación sobre el terreno, el descubrimiento permanece en suspenso: celebrado por algunos, cuestionado por otros y seguido de cerca por todos.

Cronología de la investigación: Un viaje de innovación

El proceso hasta el anuncio abarca siete años, marcados por la conceptualización, las pruebas, el trabajo de campo y la validación. A continuación, se detalla la cronología:

2018: Conceptualización

  • Malanga y Biondi proponen la tomografía Doppler SAR como solución a las limitaciones de penetración del georradar (GPR). Se desarrollan los modelos teóricos iniciales, simulando las interacciones de las ondas sísmicas con subestructuras piramidales hipotéticas.
  • Actividad clave: Revisión bibliográfica y estudios de viabilidad utilizando datos SAR existentes de otras regiones.

2019: Pruebas del prototipo

  • El equipo realiza un estudio piloto en un yacimiento arqueológico más pequeño (ubicación no revelada por motivos de permisos), probablemente una cantera o ruina con características subterráneas conocidas.
  • Resultados: Detección exitosa de una estructura enterrada a 20 metros de profundidad, lo que valida el potencial del método.
  • Hito técnico: Primera integración de datos SAR con registros sísmicos de estaciones de monitoreo locales. 

2020: Optimización tecnológica

  • Biondi perfecciona el software de procesamiento de señales, mejorando el rechazo del ruido y la resolución mediante algoritmos de aprendizaje automático entrenados con conjuntos de datos sintéticos.
  • El equipo obtiene la aprobación del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto para estudiar Giza, cumpliendo con las estrictas regulaciones sobre métodos no invasivos.
  • Equipo clave: Acceso a los datos satelitales COSMO-SkyMed, negociado con la Agencia Espacial Italiana.

2021: Recopilación de datos de campo

  • El trabajo de campo comienza en Giza en marzo, con la recopilación de datos SAR durante múltiples pases satelitales (aproximadamente de 10 a 15 pases al mes).
  • Los datos sísmicos se complementan con sismómetros portátiles colocados alrededor de la meseta para mejorar las mediciones de vibración local.
  • Duración: 8 meses, que concluye en noviembre con más de 500 gigabytes de datos sin procesar.

2022: Descubrimientos iniciales

  • El análisis revela tres cámaras dentro de la Gran Pirámide, ubicadas entre 50 y 80 metros por debajo de la base, cada una de aproximadamente 10 x 10 x 5 metros. Publicación: Hallazgos publicados en la Revista de Ciencias Arqueológicas, titulados “Imágenes del subsuelo de la meseta de Giza mediante tomografía Doppler SAR”.
  • Reacciones: Diversas: entusiasmo de los tecnólogos, escepticismo de los arqueólogos tradicionales.

2023: Hallazgos ampliados

  • Un procesamiento posterior revela un complejo de varios niveles bajo la Pirámide de Kefrén, que incluye:
  • Una red de túneles a una profundidad de 100 a 150 metros.
  • Pozos cilíndricos profundos que se extienden 648 metros, posiblemente pozos de ventilación o canales de agua.
  • Nota técnica: Estimaciones de profundidad refinadas mediante modelos de velocidad sísmica (caliza Vp ≈ 5500 m/s).
  • Presentación en conferencia: Resultados preliminares compartidos en la reunión de la Unión Europea de Geociencias. 

2024: Validación y refinamiento

  • Expertos independientes en sismología y radar (p. ej., de la ETH de Zúrich) replican el análisis, confirmando la presencia de anomalías en el subsuelo.
  • Técnicas adicionales, como la tomografía de resistividad eléctrica (ERT), corroboran los hallazgos superficiales (hasta 30 metros), lo que refuerza la credibilidad.
  • Volumen de datos: El conjunto de datos ampliado alcanza los 1,2 terabytes, procesados ​​en un clúster de computación de alto rendimiento.

2025: Anuncio oficial

  • Fecha: 15 de abril de 2025
  • Lugar: Conferencia Internacional de Ciencias Arqueológicas, Bolonia, Italia
  • Ponente: Malanga, Biondi y Mei imparten una conferencia magistral conjunta, "Descifrando Giza: Tomografía de radar y el futuro de la arqueología".
  • Detalles publicados: Confirmación de las cámaras de la Gran Pirámide y el complejo de Kefrén. Un informe técnico que describe la metodología y el proceso de procesamiento de datos. Se presentaron visualizaciones 3D, incluyendo animaciones de la red subterránea. 
  • Impacto mediático: Cobertura global en medios como Nature, BBC y National Geographic.

Detalles de la difusión de resultados, pasos futuros

Los investigadores han difundido activamente sus hallazgos a través de canales académicos y públicos, con el objetivo de compartir su descubrimiento con el mundo e impulsar un análisis más profundo. Los puntos clave del cronograma de difusión incluyen:

Publicación con revisión por pares (octubre de 2022): La credibilidad de este proyecto se basa en el artículo “La Tomografía Doppler con Radar de Apertura Sintética Revela Detalles de la Estructura Interna de Alta Resolución No Descubierta de la Gran Pirámide de Giza”, de Filippo Biondi y Corrado Malanga, publicado en la revista Remote Sensing. Este artículo, tras una rigurosa revisión por pares, detalló la técnica de micromovimiento SAR y presentó evidencia preliminar de características estructurales ocultas en la Gran Pirámide de Keops. Si bien el artículo era técnico (centrado en el método y los resultados iniciales), estableció que se detectó algo inusual dentro de la pirámide. Los autores mantuvieron deliberadamente la prudencia en sus afirmaciones, pero sentó las bases para futuros trabajos. También se publicó una preimpresión en arXiv para un acceso más amplio. Esta publicación académica legitimó el proyecto y sirvió de trampolín para buscar colaboración y, posiblemente, financiación para estudios más amplios.

Colaboración interna e investigación continua (2023): Tras el artículo de 2022, Malanga y Biondi unieron fuerzas con Armando Mei y Nicole Ciccolo para ampliar el alcance. Formaron lo que denominaron el "Proyecto Khafre" (nombrado así por la pirámide en la que se centrarían posteriormente). A lo largo de 2023, el equipo procesó grandes conjuntos de datos SAR que abarcaban la Pirámide de Khafre y toda la meseta de Giza. Desarrollaron un software mejorado (con el kit de herramientas HarmonicSAR de Biondi como base) para gestionar reconstrucciones 3D a mayor escala. Durante este período, es probable que el equipo presentara actualizaciones preliminares en círculos cerrados o en congresos menores, aunque todavía no se ha documentado públicamente ninguna presentación en congresos importantes. Es posible que presentaran otro artículo en una revista científica (quizás centrado en los resultados de Khafre); a principios de 2025, no se había publicado ningún artículo de este tipo, lo que indica que optaron por un comunicado de prensa primero, quizás para reivindicar el descubrimiento. 

Conferencias de prensa y anuncios públicos (febrero y marzo de 2025): La primera conferencia pública tuvo lugar el 7 de febrero de 2025, cuando la Dra. Nicole Ciccolo emitió un comunicado oficial a través de una transmisión en vivo por YouTube. En esta presentación (disponible en el canal de YouTube del equipo), Ciccolo presentó al equipo, describió la tecnología en términos sencillos y adelantó el descubrimiento de importantes "anomalías" bajo Giza. Esto se presentó como un comunicado de prensa y se preparó un kit de prensa bien elaborado. Posteriormente, el 15 de marzo de 2025, el equipo celebró una segunda conferencia de prensa más detallada, que esta vez atrajo mucha más atención. El evento de marzo fue el que realmente dio la noticia a nivel mundial. Los investigadores compartieron afirmaciones específicas (las cinco cámaras, los ocho pozos, etc.) con ayudas visuales. Mostraron cortes de las imágenes tomográficas con interpretaciones dibujadas en ellas, por ejemplo, los contornos de los pozos cilíndricos dentro de los datos de radar. También publicaron algunas representaciones artísticas de cómo podrían verse las estructuras subterráneas para que el público las visualizara. Un eslogan impactante de su presentación fue "Las Pirámides y la Puerta Temporal", insinuando su creencia de que este descubrimiento tiene implicaciones para la comprensión del tiempo y quizás para la transferencia de conocimiento antiguo. (Esta frase también generó críticas, ya que sonaba muy especulativa). El panel de la conferencia de prensa incluyó a Malanga, Biondi, Mei y Ciccolo, quienes respondieron preguntas de un pequeño público de periodistas e investigadores. Los medios italianos cubrieron este evento en artículos al día siguiente, y pronto la noticia se extendió a blogs y redes sociales en inglés.

Cobertura mediática y entrevistas: Tras el anuncio del 15 de marzo, varios miembros del equipo han concedido entrevistas. El profesor Malanga apareció en un podcast científico italiano para hablar sobre los hallazgos, enfatizando la rigurosa base científica que respalda las "increíbles afirmaciones" y reconociendo que muchos no lo creerán hasta que se verifique físicamente. El Dr. Biondi habló con Sportskeeda (un medio de comunicación) en un artículo que explica el funcionamiento de la tecnología SAR, ofreciendo una explicación clara para el público general. Armando Mei ha escrito un artículo de opinión en una revista digital italiana, vinculando el descubrimiento con los relatos de Heródoto y argumentando que «estos nuevos escaneos revelan enormes estructuras subterráneas… enterradas a gran profundidad bajo la arena, y debemos investigarlas». El equipo también se ha puesto en contacto con las autoridades egipcias y ha presentado un informe oficial de sus hallazgos. Se informa que están solicitando permiso para realizar investigaciones terrestres limitadas en Giza; por ejemplo, utilizando un georradar (GPR) in situ o perforando un pequeño pozo en un lugar alejado de las zonas protegidas para validar uno de los vacíos. Todavía no hay información sobre la aprobación; Egipto suele ser cauteloso con este tipo de solicitudes.

Difusión académica y pública: De cara al futuro, el equipo ha expresado su intención de compartir sus datos con la comunidad científica en general. El primer paso es publicar el simposio el 24 de marzo de 2025 en su canal de YouTube. Planean organizar un taller o conferencia (posiblemente a finales de 2025) al que se invitará a geofísicos, egiptólogos e ingenieros para analizar detalladamente el análisis de radar. Los conjuntos de datos SAR sin procesar (de COSMO-SkyMed y Capella) podrían estar disponibles para análisis independientes bajo ciertos acuerdos, ya que Biondi insinuó que estaría abierto a que otros verifiquen el procesamiento. En cuanto al público, un equipo de documentales se ha puesto en contacto con los investigadores para documentar su trabajo, por lo que podríamos ver un reportaje en un servicio de streaming o televisión dentro de un año, dramatizando la búsqueda de las cámaras ocultas de Giza. Mientras tanto, se han publicado videos cortos y explicaciones en el canal de YouTube "Khafre Project", donde Nicole Ciccolo publica regularmente actualizaciones sobre historia antigua y, ahora, sobre su investigación en curso.

En cuanto a la recepción académica, es probable que se celebren debates oficiales en próximas conferencias. Por ejemplo, el equipo podría presentar su trabajo en una conferencia de geociencias (como las reuniones de la AGU o la EGU) para recibir la opinión de expertos en imágenes geofísicas. También enviarán un artículo de seguimiento a Nature o al Journal of Archaeological Science si obtienen más pruebas de las estructuras, ya que esto llegaría a un público académico más amplio. Hasta entonces, gran parte de la difusión seguirá siendo autopublicada por el equipo o cubierta en medios secundarios.

Los próximos pasos de esta investigación son cruciales. La atención se centra en la evidencia que se pueda obtener para confirmar estas indicaciones de radar. El paso más directo sería un georradar o un estudio sísmico sobre el terreno en Giza. Si las autoridades egipcias permiten un estudio (lo han rechazado en el pasado), un radar terrestre podría detectar la parte superior de una de las cámaras poco profundas o las bocas de los pozos (a decenas de metros de profundidad, lo cual está dentro de la capacidad de los georradar modernos). Otro enfoque es la sismología pasiva: colocar sismómetros alrededor del yacimiento para escuchar ecos en la tierra. Esto podría validar grandes cavidades por su resonancia, complementando los datos de vibración del SAR satelital. Por supuesto, el método de referencia sería la exploración física: perforar para encontrar un vacío o encontrar una entrada en una excavación existente (existen algunas cavidades y tumbas naturales conocidas en la zona que podrían conectarse a esta red). Estas medidas invasivas requerirían una burocracia y un cuidado considerables debido a la sensibilidad arqueológica de Giza. Podrían pasar años antes de que esto suceda, si es que llega a suceder. No obstante, el debate ya ha comenzado, y el trabajo del equipo ha asegurado que los futuros estudios de Giza consideren la posibilidad de que algo grande se encuentre bajo tierra. Incluso los escépticos podrían verse motivados a realizar sus propios escaneos, aunque solo sea para refutar o confirmar estas afirmaciones.

El camino por delante

La investigación de radar en Giza, dirigida por Corrado Malanga, Filippo Biondi y Armando Mei, representa una audaz intersección de la alta tecnología con el misterio de la antigüedad. Técnicamente, han superado los límites de la teledetección, utilizando el SAR satelital de una manera novedosa para explorar las profundidades del subsuelo, y sus hallazgos, de verificarse, podrían figurar entre los descubrimientos arqueológicos más importantes de la era moderna. Las imágenes sugieren un mundo oculto bajo los pies de las Grandes Pirámides: salas y pozos que han esperado milenios para ser descubiertos. Este escenario tiene un encanto casi de cuento de hadas, como si se pasara página de un capítulo que los historiadores desconocían.

Sin embargo, el camino desde los intrigantes escaneos de radar hasta la confirmación del descubrimiento es empinado. El tono de apoyo que hemos adoptado en este artículo reconoce el ingenio y la posible importancia del trabajo del equipo, a la vez que reconoce el sano escepticismo desde una perspectiva científica más amplia. Afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria, un mantra que el equipo sin duda conoce. Cabe destacar que han aportado cierta evidencia en forma de análisis revisados ​​por pares y datos detallados; sin embargo, se necesita más corroboración para convencer a la mayoría de los expertos. Hasta ese día, la "enorme ciudad subterránea" de Giza seguirá siendo una hipótesis pendiente de confirmación.

Malanga, Biondi y Mei han abierto, sin duda, nuevas vías de investigación. Su trabajo anima a los arqueólogos a incorporar herramientas geofísicas avanzadas en la exploración y a los tecnólogos a dirigir sus algoritmos a los enigmas de la historia. Independientemente de cómo se consideren las afirmaciones actuales, la unión de la tomografía SAR y la arqueología es un avance emocionante. Quizás dentro de unos años, lo recordemos como el primer indicio de un descubrimiento que, sin duda, reescribió la historia, o como un experimento audaz que nos enseñó a perfeccionar nuestros métodos. En cualquier caso, el proyecto del radar de Giza ha reavivado la fascinación por las pirámides y lo que se esconde bajo ellas, recordándonos que incluso en los lugares más estudiados, aún quedan secretos por descubrir.




Modificado por orbitaceromendoza

No hay comentarios.:

Publicar un comentario