Creación de la Agencia Espacial Africana: una nueva era para la investigación aeronáutica y el estudio de fenómenos inexplicables en el continente
'El futuro dirá si la ASA se atreverá a explorar este horizonte aún desconocido. Pero una cosa es cierta: en un mundo donde la cuestión de los FANIs se ha convertido en un tema serio y estructurado, África no puede permanecer al margen.'
Por Tristan Routier

El año 2023 marcó un punto de inflexión para África con la inauguración de la sede de la Agencia Espacial Africana (ASA) en El Cairo. Fruto de la voluntad de los Estados miembros de la Unión Africana, esta institución panafricana tiene como objetivo catalizar el desarrollo de las capacidades espaciales del continente, reforzar la cooperación científica y tecnológica, pero también afirmar a África como un actor de pleno derecho en la conquista y exploración del espacio.
Si bien la ASA se dedica principalmente a la observación de la Tierra, la gestión de los recursos naturales, la seguridad alimentaria y la prevención de desastres, su creación también abre una nueva ventana sobre un tema poco explorado en el continente: el de los fenómenos aéreos no identificados (FANIs), más comúnmente conocidos como OVNIs.
África y los FANIs: un desafío científico y cultural
En los últimos años, Estados Unidos ha reavivado el debate mundial sobre los OVNIs a través del trabajo de la NASA y la creación en 2022 del Equipo de Estudio Independiente de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAPIST). Este grupo de expertos civiles y militares tenía la misión de estructurar científicamente el análisis de estos fenómenos, más allá de fantasías y sensacionalismos. En Francia, el CNES dispone desde los años 70 de su propio sistema específico: el GEIPAN (Grupo de Estudios e Información sobre Fenómenos Aeroespaciales No Identificados), que recopila, analiza y publica las observaciones realizadas en el territorio nacional.
En este contexto, el surgimiento de una agencia espacial continental ofrece a África una oportunidad sin precedentes: desarrollar su propio enfoque, anclado en sus realidades culturales, históricas y científicas. Existen en el continente historias de fenómenos inexplicables, a menudo transmitidas a través de la tradición oral, y merecen una renovada atención hoy, a la luz de las herramientas tecnológicas modernas.
¿Hacia un GEIPAN africano?
¿Por qué no imaginar, como en Francia o Estados Unidos, un centro dedicado al estudio de fenómenos aeroespaciales no identificados en el seno de la ASA? Un "GEIPAN africano", que combinaría datos satelitales, testimonios civiles, observaciones militares y conocimientos tradicionales, podría fortalecer las capacidades científicas del continente y responder a la legítima curiosidad pública.
No se trataría sólo de “cazar OVNIs”, sino de comprender fenómenos atmosféricos complejos, perfeccionar los sistemas de vigilancia aérea e integrar mejor a las comunidades en la comprensión de sus cielos. Esta ambición también podría tender un puente entre las ciencias exactas y las ciencias humanas, integrando las representaciones simbólicas y cosmológicas específicas de las diferentes culturas africanas.
Una dinámica panafricana en curso
La creación de la ASA también es una fuerte señal política. Demuestra un deseo compartido de soberanía tecnológica y una visión a largo plazo. Allana el camino para una mayor cooperación entre investigadores, ingenieros, tomadores de decisiones y ciudadanos africanos en torno a importantes causas comunes, incluida la comprensión de nuestro entorno aéreo.
El futuro dirá si la ASA se atreverá a explorar este horizonte aún desconocido. Pero una cosa es cierta: en un mundo donde la cuestión de los FANIs se ha convertido en un tema serio y estructurado, África no puede permanecer al margen. Hoy dispone de medios – humanos, científicos y culturales – para ofrecer una lectura original, rigurosa e inclusiva de estos fenómenos.

Modificado por orbitaceromendoza
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