domingo, 17 de septiembre de 2023

La historia de Solari Parravicini, el Nostradamus argentino: sus profecías y el día que “viajó en un plato volador”

La historia de Solari Parravicini, el Nostradamus argentino: sus profecías y el día que “viajó en un plato volador”
Nació en 1898 en Buenos Aires, fue artista plástico de renombre internacional y también considerado un clarividente o “telépata”. A lo largo de su vida dibujó unas 1000 psicografías que hoy reviven en las redes sociales donde son interpretadas. Cómo decía que le bajaban los mensajes, quiénes eran sus amigos que recibieron su legado, los aciertos que se le atribuyen y sus “encuentros” con extraterrestres.
Por Gabriela Cicero


Benjamín Solari Parravicini en su juventud


La Argentina tuvo su propio Nostradamus. Nacido en Buenos Aires en 1898, Benjamín Solari Parravicini era un pintor y escultor con premios internacionales que decía que su mano era movida por una fuerza superior y escuchaba una voz con la que escribía sus premoniciones.

Hasta su muerte, a los 76 años, creó un total de 1000 dibujos proféticos sobre importantes acontecimientos que sucederían en la Argentina y en el mundo, que él llamaba psicografías, que hoy se suelen ser interpretadas en las redes sociales. ¿A quién se refiere con el hombre gris? ¿La Argentina tendrá su propia Revolución Francesa? Existe una creencia de que muchas de sus predicciones se cumplieron como la bomba sobre Hiroshima, el atentado de las Torre Gemelas y la asunción del Papa Francisco. Estos dos últimos sucesos reflotaron su nombre en los medios en las últimas décadas, incluso internacional.


Una de los retratos más conocidos de Benjamín Solari Parravicini


Benjamín nació en el seno de una familia aristocrática. Vivía en una elegante casa en Vicente López, que llamaban La casona, donde transcurrió su niñez y adolescencia. Su madre era Dolores Parravicini y Noriega, prima de Florencio Parravicini, un famoso actor de la época y su padre, Benjamín Solari y Romero un psiquiatra reconocido, que llegó a ser diputado nacional. La familia era numerosa. Benjamín era el mayor de ocho hermanos, y lo apodaban Pelón.


La casona de Vicente López de su infancia y adolescencia que se convirtió en la chacra de fin de semana en su adultez

De niño, Benjamín decía que hablaba con ángeles, duendes y hadas. Su padre médico no fue indiferente a esta situación que le inquietaba y le realizó varios tipos de estudios que no evidenciaron ningún tipo de enfermedad. Cuando era niño, Benjamín habría hecho su primera predicción, “una guerra estallaría en 1914″.

Su carrera artística fue notable. Expuso en la calle Florida, en la Asociación Amigos del Arte, y entre sus visitantes, estuvo presente el entonces presidente radical, Marcelo T. de Alvear, quien lo felicitó. También fue premiado en exposiciones internacionales, una organizada en La Rural y otra en Bélgica, donde el rey Alberto I adquirió una de sus obras.


Florencio Parravicini, el actor famoso de la familia

Con el paso del tiempo su casa de Vicente López se convirtió en su refugio del fin de semana, mientras que durante la semana vivía en un departamento de la calle México al 800, en el histórico barrio de Montserrat. Solari Parravicini se desempeñó como profesor en el Liceo de España, en la Ciudad de Buenos Aires, entre otras actividades vinculadas al arte.

Según los seguidores de su vida y obra, dicen que sería imposible contabilizar sus aciertos y que otros más espectaculares, creen están en camino de cumplirse. Por ejemplo, Víctor Manuel Jara, un estudioso de la vida del artista, mencionó en una completa monografía como aciertos el lanzamiento del primer satélite artificial y del primer ser vivo al espacio, los peligros de la cibernética y la robotización, la revolución cubana, la Crisis de los misiles en Cuba, la Segunda Guerra Mundial, las explosiones atómicas de Hiroshima y Nagasaki, el fenómeno hippie de los años 60, los experimentos, genéticos, la fecundación in vitro, la aparición de pestes y enfermedades desconocidas, la aparición del tercer sexo, la caída de los valores morales, religiosos y espirituales en el año 2000, y el incremento de los delitos urbanos (”el ladrón correrá por las calles y nadie lo atrapará”).

Una página en Facebook, con 22 mil seguidores, que lleva su nombre recopila sus trabajos y los difunde. Detrás está Marcelo Solari, quien se dedica a investigar esta temática desde los años 90 y no toma descanso. “He entrevistado a personas que lo conocieron en vida y he podido recopilar material copioso. Lo que se sube a la página es apenas la punta de un gran iceberg. El público ávido de estos temas no conoce gran parte de la vida y obra de Benjamín Solari Parravicini. Mi rol es ser una suerte de “archivista” que recoge la crónica y la da a conocer. El lector será quien juzgue mejor de acuerdo a su sensibilidad”, expresa. Y explica por qué hace tantos años está envuelto en la temática. “Estamos hablando del clarividente más importante de la Argentina y del mundo. Con mas de 75 aciertos proféticos. La obra habla por sí sola y sorprende a exégetas y neófitos a partes iguales”, asegura.


La Argentina tendrá su revolución francesa, predijo Benjamín Solari Parravicini

Los amigos de Benjamín

Al no tener descendencia, varios de los amigos del pintor recibieron su legado, dibujos y textos proféticos. Entre ellos el ingeniero y parapsicólogo Sigurd Von Wurm, el parapsicólogo y ufólogo Pedro Romaniuk, el astrólogo Norbert Pakula y el ufólogo Fabio Zerpa, quien le dedicó un libro y lo bautizó en su título como el Nostradamus argentino.

Romaniuk dijo en alguna oportunidad que Palavicini había superado a Nostradamus y a todos los videntes. “Todo el mundo habla de Nostradamus y el argentino subestimó al verdadero maestro Benjamín Palavicini que determinó cosas a nivel mundial que se han cumplido con precisión cronológica, cronométrica y minuciosas y las que se van a cumplir”, expresó.

Sobre los mensajes de su maestro, expresó: “nunca nos habló de catástrofes, de apocalipsis, de cosas terroríficas, de muerte, destrucción, fin de razas, fin del planeta. Nada de eso, todo lo contrario, nos habló de la paz, de la luz, del amor, de la bondad, el respeto que iba a existir en la nueva civilización y que falta un poquito así”, decía haciendo el gesto con los dedos. Romaniuk, recordado como un pionero en la investigación de ufología en la Argentina, también se dedicó a escribir sobre las profecías de Parravicini hasta su muerte en 2009.


Los libros de Sigurd Von Wurm dedicados a difundir la obra de Benjamín Solari Parravicini

El hijo de Sigurd Von Wurm, Eduardo, conserva la mayor parte de los originales de las psicografías de Benjamín Solari Parravicini, que su padre publicó en varios tomos titulados Dibujos proféticos. “Tales mensajes fueron recibidos durante un largo lapso, entre 1938 y 1969 y gozan de justificada fama, porque algunos ya se cumplieron y otros muchos corresponden a este inquietante y anhelado siglo XXI”, se explica en la página Web de Sigurd Von Wurm, quien murió en 2007 en Rosario a los 82 años. El ufólogo conoció al clarividente en 1971, después de haber mantenido correspondencia y se hicieron grandes amigos. El tomo III (2003) titulado La voz de los OVNIs se centra “en las visitas de los extraterráqueos”. Es el que incluye el relato del encuentro de Solari Parravicini con un extraterrestre, publicado por el diario La Razón, durante una solitaria madrugada mientras caminaba cerca del Obelisco. Varios medios entrevistaron al pintor, teniendo en cuenta que ya era famoso.

En 1968, Solari Parravicini fue entrevistado por el periodista Roque Escobar de la revista Esquiu, de orientación católica, publicada entre 1960 y 1993. Allí relata su experiencia con seres que identifica como extraterrestres, sus llamados “astro-navegos” en el centro de Buenos Aires. Durante una fría noche bañada de neblina, él y un amigo se cruzan con un individuo de apariencia inusual, alto, muy rubio, con ojos grandes, redondos y sin párpados. Este ser les hace señas para que se dirijan hacia la Diagonal, en dirección a la Casa de Gobierno. Ellos no le hicieron caso y su amigo le lanzó la pregunta: “Che... ¿no te parece que este hombre no es de este mundo?"


Benjamin Solari Parravicini junto al periodista de la Revista Esquiú, mostrándole el saludo extraterrestre

Días después, el artista dice tener otro encuentro con este ser y otros similares. Esta vez estaba solo. Salía del teatro, de haber visto My fail lady en el Teatro Nacional y comido después su plato favorito, un puchero de gallina. “Serían como las tres o cuatro de la madrugada. En esa época había mucho asaltos por acá y tuve miedo, de manera que decidí tomar por la Diagonal, rumbo a Belgrano. Cuando iba cruzando la calle, se me apareció el ‘hombre’ otra vez". Describe una experiencia en la que, tras perder el conocimiento, se encuentra en lo que cree que era una nave espacial. “Me encontré como en un borde un barco con una baranda que parecía de metal. Era como una explanada negra. Como de caucho. Entonces, aparezco yo allí, no sé cómo y me encuentro con dos seres iguales. Muy sonrientes, me saludaron poniéndome las manos en el hombro". El periodista le preguntó si creía que estaba en un plato volador y Parravicini afirmó: -Sí. claro, no hay duda. Y vuelve a describirlos como parecidos a los seres humanos, muy lindos y fuertes y que hablaban todos los idiomas porque eran telépatas. “Usted también es un telépata”, le dijeron, además de contarle que venían de Venus. Desde allí, observa distintos lugares del mundo, incluyendo la punta del Obelisco de Buenos Aires y otros lugares como “Cristianía” y Canadá. Al final de esta experiencia, regresa a Buenos Aires, bastante mareado, vuelve a toparce con el hombre alto que intenta abrazarlo y después se da cuenta de que ya no tenía más la revista de My fair Lady.

El periodista cuestiona la veracidad de la historia, sugiriendo que podría ser un sueño o una fantasía. Solari Parravicini insiste en que, aunque puede sonar increíble, es su verdad. “Sí, mire, podrán decir que soy loco, como decía mi padre que era psiquiátra, en broma, claro. Podrán decir que soy un embustero, un falseador, pero yo lo viví así y así lo cuento. Nunca lo quise contar, por otra parte. Hace unos días me convencieron de que lo haga, y ahora lo hago, aún arriesgando a que me tomen como un loco. Lo que recuerdo bien es que después de aquello estuve cuatro días idiota. Ahora me recuperé, claro”.


Obra El Circo se va, de Benjamín Solari Parravicini, que fue donada por él al Museo de Bellas Artes de la provincia de Corrientes

Las pinturas del artista tienen sus misterios. Por ejemplo, en la provincia de Corrientes, el Museo de Bellas Artes Juan Ramón Vidal, atesora el óleo, El circo se va, donado por Solari Parravicini. La obra con un bufón andrógino y hastiado, con un moño con los colores nacionales ocupa el centro de la escena, fue restaurado hace poco tiempo. En la parte posterior de la obra, la profesional que se ocupó de esta tarea, Elisa Martínez se encontró con otro payaso. “Curiosamente, en el reverso de la misma, se halla otro payaso, con técnica y características diferentes”. Y ahí surge la duda, si el segundo payaso es una obra inconclusa o fue puesta allí de manera intencional y esconde tras de sí algún significado. Otro enigma sin resolver.

Las profecías

Como puede observarse, los vaticinios engloban distintos acontecimientos que pueden ser del ámbito de la política, ciencia, tecnología, en lo social. A continuación, algunos de los más difundidos con las fechas en que fueron creados.



1936: Cuba, ideal de turistas, será alcanzada en descalabros, será del oso y el oso sobre su cabeza permanecerá por cinco tiempos. Luego, un cúmulo de sorpresas le sorprenderá. Habrá sangre, sangre y fuego, fuego y muerte, y luego nada.

1937: Cabeza de barba… que parecerá santa, más no será y encenderá las Antillas.

1938: Caerá el corazón del mundo, año 1940. Caerá y será alemán hasta 1944.

1938: RA. La Argentina debe ya prepararse a sufrir. Tendrán unos mandones que le reducirán a un comunismo de corte fascista. La muerte correrá por sus calles y caminos”.

1939. La Argentina despedazada, partida en dos ideas levantará un fantoche de nueva doctrina. La iglesia hará silencio. La oración vencerá.



1941: Duelo de poderes entre yanquis y rusos. Duelo de conquista espacial y trueno. Aunque no parezca, América llevará el cetro.

1971: La Argentina tendrá su “revolución francesa”, puede ver sangre en las calles, si no ve el instante del “hombre gris”.

1972: “Nueva era llega! Mundo en disfraz. Mascarada perenne. La iglesia entregará su otorgamiento a la renunciación del Papado y el nuevo será joven de ideas”.



Algunas de sus mensajes que hablan sobre extraterrestres.

Sin fecha: Cerebros pensantes astrales llegarán a la Tierra y le ayudarán.

1939: Llegarán a la Tierra nuevamente seres extraterrestres. Llegarán en naves espaciales diferentes, de diferentes planetas… y habitarán los cráteres montañosos de los Andes y del sur patagónico. Ellos convivirán la vida humana, se les verá y se les hablará.



1972: La monstruosidad fea y deformada de los “extraterrestres” es fantasía humana, no existe!

Sin fecha: La Teoría de Darwin, dejará de ser porque se sabrá que el hombre bajó de los planetas”.





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