lunes, 25 de julio de 2022

Jacques Vallée, el científico que se metió a cazador de OVNIs

Jacques Vallée
El científico que se metió a cazador de OVNIs
Sus teorías sobre los OVNIs pueden parecer disparatadas, pero Jacques Vallée asegura que se limita a aplicar el método científico. Poco a poco, de hecho, la comunidad científica va aceptando que, como proclama este informático, matemático, escritor, ufólogo, astrónomo francés y antiguo asesor de Steven Spielberg, el estudio de los OVNIS tiene base científica.
Por Daniel Méndez | Fotografía: Eduardo Bermúdez




Con apenas 15 años tuvo su primer encuentro con el Fenómeno, como él lo llama. Estaba en el ático de su casa en Pontoise (Francia), cerca de París, ayudando a su padre con unas tareas de bricolaje. Su madre dio un grito desde el jardín y Jacques se apresuró escaleras abajo. Ambos vieron un disco gris y muy brillante sobre la catedral gótica de la ciudad. Al día siguiente supo que su mejor amigo también lo había visto. «Le pedí que lo dibujara y era exactamente lo mismo», recuerda Jacques Vallée, convertido 67 años después en un ufólogo de renombre.

Aquel adolescente tiene hoy 82 años y un notable currículum a sus espaldas. Licenciado en matemáticas por la Sorbona de París y doctor en ciencia computacional por la Northwestern University de Illinois (EEUU), Vallée puede presumir de una larga carrera en el mundo de la ciencia y la tecnología.

Al fin y al cabo, ayudó a la NASA a crear una cartografía de Marte; trabajó, allá por los años 70, en el nacimiento de Arpanet, precursor de la actual internet; ha desarrollado herramientas de software utilizadas por la Biblioteca Británica, la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense o más de 70 plantas nucleares en el mundo.

En la actualidad es un capitalista de riesgo que mueve millones de dólares en empresas tecnológicas y relacionadas con la salud, en Silicon Valley, Europa o Israel. En paralelo a esta carrera ortodoxa, Vallée ha continuado explorando ese fenómeno todavía no explicado que son los objetos volantes no identificados.

Hubo otro episodio de juventud que terminó de asentar para siempre su interés en el misterio de estas ‘visitas’ alienígenas. Antes de dedicarse a la programación, Vallée, aficionado a la astronomía desde pequeño, trabajó en el Observatorio de París, trazando los satélites que orbitan alrededor de la Tierra. Una noche vieron un objeto que orbitaba en dirección contraria a la rotación de la Tierra, algo absolutamente anormal. No pensaron en naves espaciales, sino en algún nuevo lanzamiento de cohetes, o un meteoro. Pero al rato, la persona a cargo del proyecto cogió la cinta donde había sido grabado el objeto y la borró. ¿Por qué? Jacques Vallée cree que simplemente por temor al ridículo. «Pensaba que los norteamericanos se reirían de nosotros si informábamos de un objeto no identificado en el espacio». Corría el año 1961 y Vallée decidió en ese instante que, aunque fuera de tapadillo, se dedicaría a tratar de explicar esos fenómenos. Y en ello sigue.


OVNIs milenarios. Hay referencias a OVNIs desde el antiguo Egipto. También en Roma –Cicerón– o en el Japón medieval; incluso Miguel Ángel y Goethe hablaron de misteriosas luces en el cielo


En el resbaladizo mundo de la ufología, sus teorías le han granjeado admiración y no pocas polémicas. «Soy un hereje entre herejes», resume. En gran parte porque, con el paso del tiempo, no teme cambiar de idea. Le granjeó no pocas enemistades el abandono de la llamada hipótesis extraterrestre: una extendida teoría que supone que los OVNIs son un tipo de vida que viene de visita a la Tierra. Vallée la secundó en los 60, pero se opuso a ella en su libro Pasaporte a Magonia. Del folclore a los platillos volantes.

Vallée también trató de convencer a Spielberg de que cambiara el final de Encuentros en la Tercera Fase: nada de alienígenas. «Le dije que era más interesante si no se trataba de extraterrestres. Era real, físico, pero no E.T», sostiene. El director no le hizo caso, pero se inspiró en Vallée para el científico francés interpretado por François Truffaut en el film.

Pero, si no se trata de extraterrestres, ¿qué son? Vallée no tiene reparos en afirmar que no lo sabe. «Probablemente moriré sin encontrar la solución a este enorme problema», escribió en un diario hace años. Entretanto, creó con su mujer, Janine Saley, bases de datos de fenómenos que consideraba creíbles, para ver si los modelos informáticos arrojaban luz sobre el asunto.

También se ha centrado en los efectos en la psique de los testigos. A menudo relatan episodios de clarividencia, como si la potente luz que suelen describir ‘iluminase’ también su entendimiento. Habla de «una gran cantidad de energía concentrada en un espacio muy pequeño, que podría afectar a nuestro cerebro».


Y Truffaut hizo de Vallée... En 1977, Vallée inspiró a Steven Spielberg el personaje del científico Claude Lacombe en Encuentros en la tercera fase, interpretado por François Truffaut. Para entonces, el científico francés ya era uno de los investigadores sobre OVNIs más prominentes. Foto: Getty Images


Y ha sostenido también que tras el Fenómeno (sí, con mayúsculas lo escribe él) se encuentra un sistema de control que trata de influir sobre nuestro sistema de creencias. Como si quisiese enseñarnos algo, utilizando la manipulación social a través del engaño. «Sea lo que sea, es mucho más inteligente que nosotros –afirma–. Y tiene un gran sentido del humor».

No escapan a esta interpretación, desde su punto de vista, milagros como el de Fátima o Lourdes. Sostiene que los relatos de los que presenciaron eventos como la ‘danza solar’ en Fátima –el Sol zigzagueó ante centenares de personas allí congregadas– son compatibles con los avistamientos de OVNIs.


Señales desde el arte. A lo largo de la historia, diversos artistas –como Miguel Ángel, Goethe...– han declarado ver formas extrañas e incluso algunos las pintaron. Arriba, la Anunciación con San Emigdio, retablo del italiano Carlo Crivelli, pintado en 1486, donde aparece un haz de luz en el cielo que representa al Espíritu Santo, pero que los amantes de la ufología interpretan como un OVNI.


Un aspecto importante de su teoría es que detrás del folklore popular, cuentos de hadas o incluso pasajes bíblicos, podrían encontrarse, en realidad, relatos más o menos tergiversados de encuentros con esta otra realidad. ¿Y si los estigmas que recibió San Francisco fuesen, en realidad, huellas en la piel producidas por una energía desconocida? Hay grabados del siglo XVI cuyos dibujos se parecen mucho a representaciones modernas del fenómeno OVNI.

También se ha sumergido en la historia. Y ha visto que, al contrario de lo que muchos sostienen, la aparición de OVNIs no es algo que comience en el siglo XX o, a lo sumo, en el XIX. Vallée ha encontrado episodios que se remontan a más de 3000 años atrás.

En el antiguo Egipto, un hombre declaró haber visto un disco brillante descender del cielo. En Japón, en 1180, se hablaba ya de una nave de barro. Los romanos mencionaron escudos en el cielo y dejaron numerosos informes: el Consejo exigía documentos detallados sobre cualquier evento inusual en el cielo. Y aparecen en los textos de Cicerón, entre otros. Incluso Goethe, a los 16 años, refirió haber visto innumerables luces moviéndose en un barranco. Miguel Ángel también habría visto un triángulo luminoso en el cielo más de 300 años antes. Llegó a pintarlo, aunque el cuadro no ha sobrevivido.

Muchas de estas teorías pueden sonar disparatadas. Vallée está acostumbrado. Pero asegura que no hace más que aplicar el método científico. Que, además de sumergirlo en archivos históricos, le ha llevado a realizar análisis isotópicos de restos que ha ido recopilando.


En otra dimensión. Jacques Vallée en 1979, con 40 años. Para entonces ya había lanzado su hipótesis interdimensional, según la cual los OVNIs y acontecimientos relacionados implican visitas de otras realidades o dimensiones que coexisten separadamente con las nuestras. ​Foto: Getty Images


En diciembre pasado publicó un artículo, junto con Garry Nolan, de la Universidad de Stanford, en la revista científica Progress in Aerospace Sciences, que no es, precisamente, el escenario habitual de teorías oscurantistas sobre avistamientos de OVNIs. Y antes de publicarlo, se revisó concienzudamente el trabajo de los investigadores. Buscan en esos restos materiales desconocidos que prueben el origen no terrestre de estos restos encontrados en países como Argentina, Brasil o Estados Unidos y que Vallée ha ido recopilando.

Las conclusiones, una vez más, no son definitivas. Pero este matemático francés sigue buscando explicaciones. Y, poco a poco, la comunidad científica va aceptando que el estudio de los OVNIs es legítimo, no cosa de un puñado de locos. Con esto, Vallée ya considera que ha conseguido algo importante, pues sólo así conseguiremos –algún día– resolver el misterio.



1 comentario:

  1. Cito
    "Y ha sostenido también que tras el Fenómeno (...) se encuentra un sistema de control que trata de influir sobre nuestro sistema de creencias. Como si quisiese enseñarnos algo, utilizando la manipulación social a través del engaño. «Sea lo que sea, es mucho más inteligente que nosotros –afirma–. Y tiene un gran sentido del humor»."
    Pienso exactamente lo mismo. Creo que nuestra cultura está siendo intervenida desde hace mucho tiempo. El artículo menciona muchos objetos o avistamientos de lo que hoy llamaríamos OVNIs. Aquí anoté 20 citas a medios de transporte aéreos referidos durante el éxodo.
    https://civilizacionestecnologicasestables.blogspot.com/...

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