sábado, 21 de enero de 2023

Aeropuerto para extraterrestres e inscripciones rupestres sorprenden en Serra do Roncador

Brasil
Aeropuerto para extraterrestres e inscripciones rupestres sorprenden en Serra do Roncador
por Eduardo Vessoni


Discopuerto en el Parque Estadual Serra Azul, en Barra do Garças Imagen: Eduardo Vessoni


Cuando Dionísio Carlos llegó a Barra do Garças, hace casi 40 años, este municipio de Mato Grosso estaba pasando por una fiebre.

No era una búsqueda de oro o de oportunidades laborales. Había gente de todo el mundo buscando maestros espirituales y portales a otras dimensiones. "Dicen que ahí es donde existen esas entradas a los mundos interiores", explica Dionísio.

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Su fama mística, alimentada también por el silbido del viento entre las rocas y por las misteriosas desapariciones en la región, garantizaron títulos al lugar como Portal a la Atlantida y acceso a la Tierra Hueca.


El arquitecto Dionísio Carlos con la maqueta del nuevo proyecto discoporto, en Barra do Garças, Mato Grosso Imagen: Eduardo Vessoni


Es en el Parque Estadual Serra Azul, a más de 500 kilómetros de Cuiabá, que se ubica el controvertido proyecto del difunto concejal Valdon Varjão, de 1995, que dio origen a un discopuerto, un "aeródromo intergaláctico" para naves espaciales.

En su momento, la obra fue aprobada por unanimidad por el Ayuntamiento local, debido a los diversos reportes de avistamientos de OVNIs en la región. Es una réplica de una nave y una placa de metal, donde el visitante puede tomar fotografías, vestido como un extraterrestre.

Sin embargo, el discopuerto debe ser remodelado con un proyecto ya aprobado por el consejo asesor del parque, valorado en R$ 100.000, pero que aún está pendiente de los trámites de la Alcaldía de Barra do Garças.


Imagen: Eduardo Vessoni


“Actualmente, la atracción no tiene una propuesta de interacción, ni una trama. Queremos algo que no solo sea lúdico sino que agregue conocimiento al visitante”, defiende Cristiane Schnepfleitner, gerente regional del parque.

Para esta analista ambiental de la SEMA (Secretaría de Estado de Medio Ambiente), el lugar debe ser un espacio provocador y no un atractivo que solo provoque diversión.

Según explica Dionísio Carlos, arquitecto responsable del nuevo aeropuerto extraterrestre, será un mirador dentro de una réplica de una nave y funcionará como un espacio interactivo con paneles de datos sobre la Tierra y el Espacio.

Según Dionísio, la escenografía del lugar con iluminación LED solar y estructura de acero galvanizado está inspirada en los crop circles de Inglaterra, como se conocen los círculos que aparecen misteriosamente en las plantaciones, también llamados agroglifos.

Más misterios


Sitio arqueológico Gruta dos Pezinhos, en el Parque Estadual Serra Azul, en Barra do Garças Imagen: Eduardo Vessoni


Cerrada al público, pero todavía fresca en la mente de muchos residentes, Gruta dos Pezinhos es otra de esas atracciones inexplicables en el Parque Estatal Serra Azul.

Con una autorización especial de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, visitamos este yacimiento arqueológico suspendido en una ladera del parque, con inscripciones rupestres de antigüedad indefinida, como dibujos de pies de hasta seis dedos cada uno.

Aún no existe un estudio cerrado sobre su origen, pero se cree que esas inscripciones fueron realizadas por grupos nómadas, en un área utilizada para rituales, hace unos 3.000 años.

Una de las hipótesis es que los pies, que tienen de tres a seis dedos cada uno, servían para contar personas.

“Es como una clase viva”, define Carlos Augusto Santos Muniz, analista de Medio Ambiente.


Sitio arqueológico Gruta dos Pezinhos Imagen: Eduardo Vessoni


El sitio, que está en proceso de ser catalogado por Iphan, también tiene grabados de patas de animales y alusiones a órganos sexuales.

“Por los dibujos y la estructura, nos hace pensar que era un lugar donde se hacía algún tipo de sacrificio, algún culto”, completa Muniz.

Sin embargo, el secreto mejor guardado en la turística comarca de la Serra do Roncador, como se conoce al destino, es la desaparición de un británico que buscaba un portal para acceder a la Atlántida.

En 1925, el coronel Percy Fawcett desapareció en la región, acompañado de otras dos personas, mientras realizaba una expedición en busca de un sitio sagrado al que llamó Ciudad Z.


Estatua dedicada al Coronel Fawcett, en una plaza en el centro de Barra do Garças, en Mato Grosso Imagen: Eduardo Vessoni


Nunca encontrado, vivo o muerto, Fawcett se hizo conocido como el verdadero Indiana Jones, por haber inspirado al cineasta Steven Spierlberg en la creación del personaje homónimo.


El misterio del coronel Fawcett, que inspiró a Indiana Jones y desapareció en Brasil
por Eduardo Vessoni


Coronel Percy Harrison Fawcett (segundo de izquierda a derecha), en una fotografía tomada en Mato Grosso, en 1925 Imagen: Royal Geographical Society a través de Getty Images


Incluso parece una película sin pie ni cabeza. Imagínense juntar en un mismo guión, las "Minas del Rey Salomon", el reportero Tintín de los cómics, el sertanista brasileño Orlando Villas-Bôas y el empresario Assis Chateaubriand.

Percy Harrison Fawcett, cruce entre Sherlock Holmes e Indiana Jones, es el protagonista de un rompecabezas histórico sobre este explorador inglés desaparecido, probablemente en Mato Grosso, en busca de la "Ciudad Perdida de Z", una especie de Eldorado brasileño.

Viajes historicos

Después de tres meses de preparación, el 20 de abril de 1925, Fawcett, su hijo Jack y un amigo suyo partieron de Cuiabá, para nunca más ser localizados.


El coronel Percy Fawcett se aventuró en Brasil en busca de una ciudad perdida Imagen: Dominio público/Wikimedia


Algunos dicen que el trío habría encontrado el pasaje a otras dimensiones; otros afirman que los tres habrían sido devorados por los indios locales.

Incluso se ha especulado que Fawcett habría vivido durante más de tres décadas “en una ciudad subterránea, escondida bajo la Serra do Roncador”.

Tierra de misterios

Destino de aventureros y esoteristas, la región cuenta incluso con un aeropuerto para extraterrestres, ubicado en Barra do Garças, ciudad de Mato Grosso que también alberga una estatua en honor a Fawcett.


Estatua dedicada al Coronel Fawcett, en una plaza en el centro de Barra do Garças, en Mato Grosso Imagen: Eduardo Vessoni


"No hay nada más sólido que las leyendas. Fawcett se identificó con una de las principales leyendas de la Humanidad: la de la Ciudad Abandonada", analiza el periodista Antonio Callado en su libro-informe "Esqueleto na Lagoa Verde", donde describe su participación en la expedición de 1952, en busca de las huellas de los desaparecidos.

El explorador inglés incluso buscó el apoyo financiero del entonces presidente brasileño Epitácio Pessoa, pero desistiría con la insistente idea de ser acompañado por un séquito brasileño, sugerida por el (sospechoso) Cândido Rondon.


Coronel Fawcett en la expedición que exploró los bosques del Xingu, en 1925 Imagen: Royal Geographical Society a través de Getty Images


Más que cruzar portales a otras dimensiones, Fawcett parecía querer, solo y a su manera, encontrar oro y ganar fama internacional.

Para el corresponsal Larry Rohter, autor de la biografía del soldado brasileño, el orgullo, el exceso de confianza y cierto amateurismo en tierras inexploradas serían algunas de las razones del fracaso del último viaje de Fawcett.

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En el aniversario de la primera década del caso, en 1935, Fawcett fue homenajeado por el dibujante belga Hergé, en "El ídolo robado" de la colección "Las aventuras de Tintín", donde el reportero de historietas se encuentra con un explorador que habría dejó la civilización para vivir entre los indios, en una referencia a Fawcett.


Portada del cómic "El ídolo robado", inspirado en las aventuras del Coronel Imagen: Reproducción/Companhia das Letras


Percy Harrison Fawcett también inspiraría a otro Harrison, el actor Harrison Ford.

“Con su inseparable sombrero Stetson, uniforme caqui y botas largas”, como lo describe Hermes Leal, Fawcett fue la inspiración para la creación del personaje Indiana Jones, una franquicia de aventuras creada por el dúo George Lucas y Steven Spielberg.

Según otro biógrafo del coronel, David Grann, la primera inspiración fue la novela de 1991 "Indiana Jones y los siete velos", en la que el arqueólogo busca a Fawcett.

La búsqueda sería el último esfuerzo del explorador. El último, pero no el único.

Ceilán

Todo comenzó con un viaje a la actual Sri Lanka como oficial de la Artillería Real Británica, donde se interesó por la arqueología.

Fue allí donde Fawcett descubriría misteriosas inscripciones en una roca que, años después, establecería relaciones con el Documento 512, un mapa de 1754 de una Ciudad Perdida, conservado en la Biblioteca Nacional, en Río de Janeiro.

“El manuscrito es considerado el único mapa conocido de una ciudad perdida en el centro de Brasil y su existencia motivó, a lo largo de los años, innumerables investigaciones”, describe la Fundación Biblioteca Nacional.


Primera hoja del documento 512, mapa de 1754 de una Ciudad Perdida que sería una de las inspiraciones de Fawcett Imagen: dominio público


También según BN, en las décadas siguientes, el documento sería la inspiración de obras como "As Minas de Prata", de José de Alencar, y "Las Minas del Rey Salomon", un clásico de Rider Haggard.

Por cierto, Fawcett recibiría de manos de Haggard, cuyo hijo había vivido en Mato Grosso, una misteriosa figurilla de basalto con letras desconocidas. En la mente fértil del coronel, esa era una especie de llave de entrada a la Atlántida brasileña.

Sus compromisos militares llevarían a Fawcett a países como Marruecos, donde actuó como espía del servicio secreto británico, y Malta, un archipiélago europeo que enseñaría técnicas de topografía al aventurero.

América del Sur

Antes de desaparecer, el continente ya no era nuevo para Fawcett quien, a principios del siglo pasado, ya paseaba por aquí por primera vez para demarcar las fronteras entre Perú y Bolivia, invitado por el Real Instituto Geográfico.


Fotografía tomada por Fawcett en expedición en Bolivia Imagen: Royal Geographical Society a través de Getty Images


Entre 1906 y 1924, hubo siete viajes de exploración en América del Sur, incluyendo pasajes por Corumbá, en Mato Grosso do Sul, y Rio Verde, "un lugar donde nadie había entrado antes", según Hermes Leal.

Como recuerda el periodista, los viajes de Fawcett a menudo estaban marcados por perrengues, como la bajada del río Acre, donde el coronel encontraba barreras naturales como 120 rápidos y se alimentaba de monos; y remolinos en ríos de Bolivia que engulleron "barcos enteros, incluida la tripulación".

En una de sus últimas noticias, antes de desaparecer en Brasil, Fawcett pidió a la familia que no enviara ningún tipo de rescate, en caso de fracaso de la expedición.

En las décadas siguientes, la prensa mundial haría exactamente lo contrario.


Se cree que la Cascada de São Francisco, en la Ruta Franciscana, fue uno de los lugares por donde habría pasado Fawcett Imagen: Eduardo Vessoni/UOL


En busca de Fawcett

Su desaparición fue una fuente inagotable de relatos que produciría infinidad de noticias.

Tres años después de su desaparición, habría una carrera por el paradero de Fawcett, en emprendimientos como la Expedición Dyott con el joven Brian Fawcett, en 1928; y el viaje sensacionalista de Edmar Morel.


Brian Fawcett, con Kalapalo Indian, en la expedición a Brasil en busca de su padre Imagen: Archivo Bettmann/Getty Images


Financiado por el empresario Assis Chateaubriand, en 1943, el viaje promovió el encuentro del reportero con Dulipé, el "indio rubio de ojos azules" de quien erróneamente se decía que era hijo del primogénito Jack Fawcett con una indígena.

El viaje de repercusión internacional le garantizó a Morel una entrevista con Izarari, un Kalaparo que confesaría haber matado a Fawcett, aunque el caso nunca llegó a probarse.

¿Los restos de Fawcett?

En 1952, Chatô también financiaría el viaje de Antonio Callado al Xingu, donde Orlando Villas-Bôas afirmó haber encontrado los restos de Fawcett.

Un año antes, cerca de un afluente del río Xingu, un Kalapalo había convencido a Villas-Bôas de que los huesos encontrados debajo de un árbol, cerca del río Culuene, pertenecían a Fawcett. Pero análisis realizados por antropólogos del Museo Nacional, en Río de Janeiro, y del Royal Anthropological Institute, en Londres, confirmaron que esos huesos pertenecían a otra persona.


Orlando Villas-Bôas e indios Kalapalo frente a los supuestos restos del Coronel Fawcett Imagen: dominio público


Brian, el hijo menor de Fawcett, regresaría a Brasil, en 1955, para un último intento de encontrar, al menos, a su hermano mayor, pero todo "fueron cenizas muy frías", como describió Callado.

Para el biógrafo Hermes Leal, la carrera por los restos del coronel terminaría siendo "más importante que la misma ciudad que busca". David Grann, otro escritor que también ha escrito sobre la historia de Fawcett, cree que el explorador ganó fama "no por lo que reveló al mundo, sino por lo que ocultó".


Retrato del coronel Percy Fawcett, 1920 Imagen: Getty Images


Ni siquiera las diversas cartas enviadas a su esposa Nina escaparían a los secretos e imprecisiones de Fawcett, quien solía dar coordenadas geográficas incorrectas para no ser encontrado (ni aquí ni en ningún otro mundo).

Fawcett aprendió a deshacer sus propias huellas, pero no pudo hacer que la gente olvidara su historia (inventada o no).




Modificado por orbitaceromendoza

1 comentario:

  1. Estudio rupestres desde hace muchos años y los de Mato Grosso me asombraron, aunque recién me entero de esta fama de la región.

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