lunes, 14 de septiembre de 2020

Una señal de vida en la atmósfera de Venus

Una señal de vida en la atmósfera de Venus
Se ha detectado fosfina en la atmósfera de Venus, un gas cuya presencia implicaría la existencia de una forma de vida.
por David Ramasseul


La surface de Vénus, inhospitalière et pourtant pleine de promesses.
La superficie de Venus, inhóspita pero llena de promesas. NASA


La Royal Astronomical Society se ha librado de sus efectos: la impactante información, bajo embargo, solo se ha entregado a un puñado de periodistas científicos cuidadosamente seleccionados. Pero algunas filtraciones permitieron anticipar el anuncio oficial: se ha detectado fosfina en la atmósfera de Venus. La fosfina es un gas altamente tóxico, compuesto de hidruro de fósforo, raro en la Tierra en su estado natural y utilizado principalmente como insecticida por fumigación.

Pero, paradójicamente, este gas letal también es un indicador confiable de la presencia de formas de vida. El descubrimiento fue realizado utilizando el telescopio James Clerk Maxwell en Hawai y el telescopio de Atacama en Chile por un equipo de científicos de las Universidades de Manchester, Cardiff y el Instituto de Tecnología de Massachusetts.

Obviamente, con una atmósfera compuesta por un 96% de dióxido de carbono, una presión superficial 92 veces mayor que la de la Tierra, nubes de ácido sulfúrico y temperaturas que flirtean alegremente con 500° Celsius, Venus no parece el planeta más propicio para el florecimiento de una vida exuberante.

Sin embargo, según astrobiology.com, las cantidades de fosfina en la atmósfera de Venus son tales que no podrían producirse mediante procesos abióticos. En otras palabras, los mecanismos físico-químicos no son suficientes para explicar una presencia tan significativa de fosfina. Solo la intervención de organismos vivos es compatible con las cantidades observadas.


La surface de Vénus photographiée par les sondes Venera 13 et 14
La superficie de Venus fotografiada por las sondas Venera 13 y 14. © DR


El programa Venera, desarrollado por la URSS en las décadas de 1960 y 1970, llevó en 1975 al aterrizaje de una sonda y las primeras fotografías de la superficie de Venus. Desde entonces, Marte le ha robado el espectáculo a su inhóspita hermana, captando la mayor parte de la atención de la NASA. No hay duda de que este descubrimiento fundamental reorganizará las cartas.



Artículo publicado el 2 abril 2018
La teoría de Carl Sagan de 1967 sobre la existencia de vida en las nubes de Venus que está ganando seguidores


Hace 51 años el astrónomo estadounidense Carl Sagan postuló la teoría de la vida en las nubes de Venus.


Cuando de vida extraterrestre se trata, Marte ha dominado las investigaciones científicas.

No en vano "marciano" es usualmente empleado como sinónimo de "alienígena".

Los científicos también han explorado las lunas de Saturno Titán y Encélado, y los satélites naturales Europa, Ganímedes y Calixto de Júpiter, entre otros lugares lejanos, siempre con la esperanza de encontrar vida.

Un estudio publicado el viernes pasado en la revista Astrobiology sugiere que el mejor lugar para buscar vida extraterrestre es en el planeta más cercano a la Tierra: Venus.

En otras palabras, los marcianos serían en verdad venusinos.

"La capa más baja de nubes de Venus (47,5 a 50,5 kilómetros) es un objetivo excepcional para la exploración debido a las condiciones favorables para la vida microbiana", dice la investigación liderada por Sanjay Limaye de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos.

Si bien este planeta es hoy en día el más caliente del Sistema Solar, algunos estudios sugieren que durante 2.000 millones de años tuvo un clima habitable con agua líquida en su superficie.

"Eso es mucho más tiempo que lo que se cree que ocurrió en Marte", afirma Limaye en un comunicado de la universidad, agregando: "Venus ha tenido tiempo de sobra para permitir la evolución de vida por sí mismo".

De hecho, la teoría de la habitabilidad de Venus no es nueva.

Una bola venusina

En el estudio, el equipo de Limaye reconoce que la teoría sobre la presencia de vida microbial en Venus "ha sido sujeto de discusión por varias décadas y, sin embargo, ha ganado una tracción limitada como objetivo popular en la investigación astrobiológica".

Y eso que el primero en sugerir esta posibilidad fue el mismísimo Carl Sagan.

En 1967 el famoso astrónomo y divulgador científico estadounidense publicó en la revista Nature un trabajo titulado: "¿Vida en las nubes de Venus?", también firmado por el biofísico molecular Harold Morowitz.


Venus, aquí visible como un punto "delante" del Sol, es el planeta más cercano a la Tierra y, sin embargo, poco explorado como posible hábitat de vida extraterrestre.


Con el objetivo de demostrar que estos organismos podrían existir rigiéndose por las leyes bioquímicas de la Tierra, los investigadores imaginaron un ser venusino hipotético similar a una bola, la cual estaría flotando a la altura de las nubes.

Dos años después, el propio Sagan contaría que su "argumento heurístico tuvo al menos una consecuencia saludable": el periódico Saturday Evening Post publicó una caricatura de un jugador de ping pong al cual la pelota le grita: "¡Espera! ¡Soy un amigable visitante de otro planeta!".

Explorar las nubes

"En la Tierra sabemos que la vida puede prosperar en condiciones muy ácidas, puede alimentarse de dióxido de carbono y producir ácido sulfúrico", dice Rakesh Mogul, profesor de bioquímica en la Universidad Politécnica del Estado de California, en Estados Unidos, y coautor del estudio de Astrobiology.

Por eso la atmósfera ácida de Venus, compuesta principalmente de dióxido de carbono y gotas de agua que contienen ácido sulfúrico, podría no ser un problema para la proliferación de vida.


Los investigadores sugieren tomar muestras de las nubes de Venus utilizando las aeronaves VAMP, desarrolladas por las compañías privadas Northrop Grumman y LGarde.


Otro de los investigadores, David J. Smith del Centro de Investigación Ames de la NASA, explica también en el citado comunicado que los microorganismos terrestres, principalmente las bacterias, han demostrado poder vivir en la atmósfera de la Tierra a altitudes de hasta 41 kilómetros.

A pesar de todo ello, "en la búsqueda de vida extraterrestre, las atmósferas planetarias que no son la de la Tierra permanecen en gran parte inexploradas", se detalla en el texto.

Según los investigadores, una forma de tomar datos y muestras de las nubes de Venus sería usar las aeronaves VAMP, desarrolladas por las compañías privadas Northrop Grumman y LGarde.

"Para saber necesitamos ir hasta ahí y tomar muestras de las nubes", dice Mogul. Y agrega: "Venus puede ser un nuevo capítulo emocionante en la exploración astrobiológica".



Fosfina en Venus: el extraordinario hallazgo que muestra que puede haber indicios de vida en las nubes del sexto planeta más grande del Sistema Solar
por Jonathan Amos


Planeta Venus: la fosfina es detectada en latitudes medias


Es una posibilidad extraordinaria: la idea de que organismos vivos estén flotando en las nubes del planeta Venus.

Pero esto es precisamente lo que está siendo considerado por astrónomos después de que detectaran una sustancia en la atmósfera que no logran explicar.

Se trata de un gas conocido como fosfano o fosfino (PH3), una molécula formada por un átomo de fósforo y tres átomos de hidrógeno.

En la Tierra se asocia a la fosfina con la vida, en los microbios que viven en las entrañas de animales como los pingüinos o en ambientes pobres en oxígeno como los pantanos.

Es un gas que se puede producir industrialmente, por supuesto. Pero en Venus no existen las fábricas; y ciertamente no hay pingüinos.

Entonces, ¿cómo es posible que ese gas esté allí, a 50 km de la superficie de nuestro planeta?

La profesora Jane Greaves, de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), y sus colegas se están haciendo la misma pregunta.

Y han publicado un artículo en la revista Nature Astronomy que detalla sus hallazgos sobre la fosfina en Venus, así como las diversas investigaciones que han hecho para intentar demostrar que esta molécula podría tener un origen natural y no biológico.

Pero por el momento, están confundidos.


La señal de fosfina fue confirmada por el telescopio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array en Chile.


Debido a todo lo que se sabe de Venus, nadie ha logrado explicar una vía abiótica hacia la fosfina. No en las cantidades que se han detectado.

Esto significa que vale la pena considerar que exista una fuente de vida en ese planeta.

"A lo largo de toda mi carrera me he interesado en buscar vida en otras partes del Universo, por eso me impresiona que esto sea posible", dijo la profesora Greaves.

"Pero sí, estamos animando genuinamente a otras personas a que nos digan lo que podríamos habernos pasado por alto. Nuestro artículo y los datos son de acceso abierto; así es como funciona la ciencia".

¿Qué es lo que han detectado exactamente?

El equipo la profesora Greaves identificó por primera vez la fosfina en Venus con ayuda del telescopio James Clerk Maxwell en Hawái, y luego confirmó su presencia utilizando el de Atacama en Chile.

La fosfina tiene una "línea de absorción" distintiva que estos radiotelescopios perciben a una longitud de onda de aproximadamente 1 mm.

El gas puede ser observado en latitudes medias del planeta a aproximadamente 50-60 km de altitud. La concentración es pequeña, formando solo 10-20 partes en cada mil millones de moléculas atmosféricas, pero en este contexto, eso es mucho.


La molécula de fosfina está formada por un átomo de fósforo y tres átomos de hidrógeno.


¿Por qué es tan interesante?

Venus no está en el top de la lista cuando se habla de la posibilidad de que haya vida en otras partes de nuestro Sistema Solar.

Comparado con la Tierra, es un infierno. El 96% de su atmósfera está compuesta de dióxido de carbono y ha experimentado un efecto invernadero fuera de control. Las temperaturas de la superficie son como las de un horno para hacer pizza: de más de 400 grados.

Las sondas espaciales que han aterrizado en ese planeta han sobrevivido solo unos minutos antes de averiarse.

Sin embargo, 50 km más al norte las temperaturas son menos extremas. Por eso se cree que, si realmente hay vida en Venus, aquí es exactamente donde se podría encontrar.


Se piensa que Venus es un mundo infernal, un candidato poco probable para albergar vida.


¿Por qué debemos tener dudas?

Las nubes son gruesas y están compuestas principalmente de ácido sulfúrico en un 75-95%, lo cual es catastrófico para las estructuras celulares que componen los organismos vivos en la Tierra.

William Bains, un doctor afiliado al Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) de Estados Unidos, es un bioquímico del equipo y ha estudiado varias combinaciones de diferentes compuestos que se espera que existan en Venus.

Bains ha examinado si los volcanes, los rayos e incluso los meteoritos podrían desempeñar un papel en la producción de PH3, y dice que todas las reacciones químicas que ha investigado son demasiado débiles (10.000 veces) para producir la cantidad de fosfina que se ha observado.

El doctor cree que para sobrevivir al ácido sulfúrico los microbios venusianos en el aire tendrían que utilizar una bioquímica desconocida y radicalmente diferente, o desarrollar una especie de armadura.

"En principio, un tipo de vida vida más amante del agua podría esconderse dentro de una capa protectora de algún tipo dentro de las gotas de ácido sulfúrico", le dijo Bains al programa The Sky At Night de la BBC.

"Estamos hablando de bacterias que se rodean de algo más resistente que el teflón y se sellan por completo. Pero entonces, ¿cómo comen? ¿Cómo intercambian gases? Es una verdadera paradoja".

¿Cuál ha sido la reacción?

El equipo es cauteloso y recalca que no afirma haber encontrado vida en Venus, pero dice que la idea debe explorarse más a medida que los científicos también buscan cualquier vía química geológica o abiótica que pueda explicar el fenómeno.

El doctor Colin Wilson de la Universidad de Oxford trabajó en la sonda espacial Venus Express (2006-2014) -la primera misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) al planeta Venus- y aseguró que las observaciones de la profesora Greaves impulsarían una nueva ola de investigación en el planeta.

"Es realmente emocionante y conducirá a nuevos descubrimientos, incluso si la detección de fosfina original resultara ser una mala interpretación espectroscópica, lo cual no creo que sea el caso. Creo que la vida en las nubes de Venus hoy es tan improbable que encontraremos otras maneras químicas de crear fosfina en la atmósfera, pero descubriremos muchas cosas interesantes sobre Venus durante la búsqueda", le dijo a la BBC.

El doctor Lewis Dartnell de la Universidad de Westminster también toma la noticia con pinzas. Él estudia las posibilidades de vida más allá de la Tierra y considera que Marte o las lunas de Júpiter y Saturno son una mejor apuesta para encontrar vida.

"Si la vida puede sobrevivir en las plataformas superiores de las nubes de Venus, es algo muy revelador, porque significaría que tal vez la vida es muy común en nuestra galaxia en su conjunto. Tal vez la vida no necesita planetas muy parecidos a la Tierra y podría sobrevivir en otros, en planetas infernales parecidos a Venus en la Vía Láctea".




Modificado por orbitaceromendoza

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