jueves, 18 de febrero de 2021

Suboficial de la Fuerza Aérea Argentina relata su experiencia OVNI

Suboficial de la Fuerza Aérea Argentina relata su experiencia OVNI
por Luis Emilio Annino


Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea Argentina (esfacba.com)


Crédito: csbfaam.org.ar
En diciembre de 2020 se difunde el libro digital "Anecdotario", correspondiente al concurso "Contanos tu historia o anécdota en la Fuerza Aérea Argentina", que fue editado por la Asociación Mutual del Círculo de Suboficiales de la Fuerza Aérea Argentina, en el que se buscaba poner en valor cultural los relatos, historias de vida y experiencias de sus autores, identificados principalmente como suboficiales retirados de la mencionada fuerza armada.

El trabajo se divide en tres apartados principales: "La vida en la Fuerza Aérea, la vida en la Escuela", "Recuerdos de 1982" y "Anhelos y Experiencias". Es en esta última sección que encontramos el relato del Suboficial Mayor (R) Luis Horacio Bazán, quien comparte su experiencia de avistamiento de un objeto volador no identificado, junto a otras personas, en la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea (ESFA), localizada en la provincia de Córdoba, en fecha incierta.

Se comparte aquí este testimonio, porque se entiende que es muy valioso e importante que los oficiales y suboficiales de ésta, y demás fuerzas armadas del país, se sientan dispuestos a compartir todo aquello que hayan visto y se enmarque dentro del fenómeno OVNI, a los fines de que pudieran surgir nuevos testigos que enriquezcan con datos y detalles lo acontecido, para que potencialmente se investigue el caso de manera retrospectiva, si dicha actividad no hubiera ocurrido. Si la investigación oficial finalmente tuvo lugar, es una oportunidad para que investigadores y público en general solicite el acceso a los documentos oficiales para conocer los pormenores de cualquier incidente y los resultados del estudio oficial del caso.

A continuación se comparte el relato del suboficial Bazán, en sus propias palabras.

¿OBJETO VOLADOR NO IDENTIFICADO, EN EL CIELO DE LA ESFA?

Cuando uno es muy joven vive experiencias que quedan en el olvido, hasta que pasados los años y por una cuestión natural del ser humano, comenzamos a recordar hasta el nombre de la maestra de primer grado; pero curiosamente nos olvidamos dónde dejamos, hace unos instantes, las llaves de nuestro automóvil.

Esa inexperiencia, desinformación, hicieron poco relevantes situaciones que hoy después de muchos años, comienzan a pasar por los pensamientos tranquilos aplomados, actuales y los sometemos a juicio crítico llenándonos de preguntas ¿Qué fue realmente lo que sucedió, en ese acontecimiento que se me viene a la memoria?…

…Cumpliendo con mi actividad en el viejo Escuadrón Sanidad de la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea, edificio que el destino quiso, como digo, se lo llevó el agua de las cloacas del Lavadero Mecánico cuando se despertaron los malditos mallines tragándoselo de a poco, acorralándonos a la decena de personas que allí trabajábamos, obligándonos a transformar lo poco habitable, en lugares comunes; que según el horario eran Sala de Encuentro, Detall o habitación del Enfermero de Turno.

Allí, casualmente en un turno más de los habituales semanales; en la tranquilidad del atardecer, con el sol ocultándose, me dispuse en un improvisado escritorio a dejar anotadas las novedades relevantes del turno, frente a una de las dos grandes ventanas, observé hacia el oeste una luz brillante en el cielo, de un tamaño que superaba al de las primeras estrellas que comenzaban a aparecer con la puesta del sol, se ubicaba apenas por encima de la arboleda detrás del Casino de Oficiales; causándome curiosidad y sin dejar de observarlo, me comuniqué telefónicamente con el Puesto Comando para preguntar si alguien había reportado algo relacionado con lo que yo estaba presenciando, contestándoseme negativamente. Inmediatamente llamé al Soldado Camillero quien apareció junto a Aspirantes que se encontraban internados autorizados a concurrir a clases en el pabellón estudios los que regresando, habían observado este particular fenómeno al final de la calle que unía el patio del Grupo Aspirantes, el Casino Anexo de Suboficiales y el alicaído edificio número 4 Sanidad.

Decididos nos desplazamos silenciosamente hacia afuera observando cómo esta luz rojiza-amarillenta se desplazaba de derecha a izquierda, retornando lentamente al mismo lugar; a esta altura compartíamos la misma curiosidad y nerviosismo que se manifestaba en un completo silencio, sin advertirlo, se había sumado el Jefe de Servicio de Seguridad y nos encontrábamos uno al lado del otro sin distinción de jerarquías todos observando que estaba a cierta altura, pero dentro del predio de la escuela, cuando de pronto, aquella luz distante comenzó a emitir pequeños destellos azulados, aumentando su tamaño y abalanzándose imprevistamente hacia nosotros sin emitir ningún sonido, generándonos una sensación de calor intenso, mientras que a mí me recorrió un escalofrío que pocas veces sentí, fue un sólo instinto que nos invadió y en una excelente muestra de temor o cobardía corrimos hasta ponernos a resguardo en nuestro nunca “más querido escuadrón”, mi sorpresa fue, una vez distendido, que el primero en ingresar por haber ganado la carrera fue un aspirante con una bota de yeso que se movilizaba con una muleta. A los pocos instantes después de recuperarnos de esa experiencia vivida nos asomamos por la ventana verificando que esta luz ya no estaba.

De este inolvidable e inexplicable evento, pregunté a varias personas, algunas que vivían en el Barrio Aeronáutico pero ninguno supo de esa observación. Celpa Chamical fue consultado por este suceso informando por radio LV3, que ese día habían observado un fenómeno gaseoso en el cielo de aquella ciudad de la Provincia de La Rioja, aunque yo estaba seguro que ese objeto no fue algo atmosférico. Frente a esta incertidumbre de lo vivido, consulté al Padre Virginio Coradazzi (Fray Tadeo) quien visitaba a los internados antes de silencio, elevando una oración por su salud a nuestra patrona Virgen de Loreto; Aproveché entonces para comentarle y preguntarle que podía haber sido lo que vi, expresándome su convicción de la existencia de este tipo de apariciones en distintos lugares del mundo, sugiriéndome no hacerlo público, por el momento, ya que más adelante la fuerza aérea podría llegar a investigar estos casos.

Como comencé esta historia yo era muy joven, creo que pocos me creyeron; pasaron muchos años… quizás alguien más de quienes estuvimos presentes en esa instantánea de nuestra compartida experiencia al leer este relato, recuerde lo acontecido ese anochecer en nuestra querida ESFA….

Autor: S.M.(R) Luis Horacio BAZAN
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Aspectos destacables de la observación

- Luz rojiza-amarillenta inicial, de tamaño superior a las primeras estrellas nocturnas.
- Testigos múltiples: S.M. (R) Luis Horacio Bazán, "soldado camillero", aspirantes, "jefe de servicio de seguridad". 
- Movimientos: inicialmente distante, desplazamiento de derecha a izquierda, regresando al mismo lugar; emisión de destellos azulados, aumento de tamaño aparente, descenso repentino y silencioso sobre los testigos, sensación de calor intenso. 
- Reacciones/emociones de los testigos: tranquilidad inicial; luego curiosidad, silencioso nerviosismo, temor ("escalofrío", corrida a resguardarse), distensión final. Posteriormente perduró una sensación de incertidumbre en el testigo principal que buscó resolver con una persona de confianza (sacerdote), cuya respuesta fue ambivalente, señalando que este tipo de apariciones ocurrían en otras partes del mundo (efecto tranquilizador), pero que a su vez sugería no divulgarlo (efecto desconfianza), dejando la responsabilidad a una futura investigación de la Fuerza Aérea.



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