El Curiosity no puede confirmar aún la existencia de material orgánico en Marte
«Mis palabras fueron mal entendidas», dice el investigador principal de la misión sobre, como él mismo dijo, el anuncio que «cambiaría los libros de Historia»
por José Manuel Nieves
«Mis palabras fueron mal entendidas», dice el investigador principal de la misión sobre, como él mismo dijo, el anuncio que «cambiaría los libros de Historia»
por José Manuel Nieves
Los cinco «mordiscos» del Curiosity en el suelo de Marte (Crédito: NASA) |
"Mis palabras fueron mal entendidas", ha asegurado John Grotzinger, el investigador principal de la misión Curiosity durante su intervención en la reunión anual de la Union Geofísica Americana, en San Francisco, donde cientos de periodistas esperaban el anuncio de un hallazgo que, según él mismo dijo hace dos semanas, sería digno de "figurar en los libros de Historia". A pesar de las expectativas creadas en todo el mundo, los investigadores no tienen aún pruebas suficientes para decir, sin ningún género de dudas, que en Marte hubo o hay actualmente alguna forma de vida. Ni siquiera confirmaron la detección de compuestos orgánicos en el Planeta Rojo.
El Curiosity ha analizado, por primera vez, el suelo marciano con su sofisticada batería de instrumentos. Se trata de una muestra procedente de un antiguo glaciar, una mezcla de polvo y rocas llamada "Rocknest" (Nido de rocas). Y ha encontrado que allí se desarrolla una compleja química en la que participan elementos como el agua, el azufre o el cloro. Pero, en esta fase aún temprana de la misión, los investigadores no están en condiciones de confirmar la presencia de material orgánico. "Debemos hacer aún mucho trabajo con este material. Hay que ser muy cuidadosos. Podría haber habido material orgánico que se degradó por la radiación solar y ultravioleta", dijo John Grotzinger, en investigador principal de la misión. pero aún es pronto para decirlo.
El Curiosity ha analizado, por primera vez, el suelo marciano con su sofisticada batería de instrumentos. Se trata de una muestra procedente de un antiguo glaciar, una mezcla de polvo y rocas llamada "Rocknest" (Nido de rocas). Y ha encontrado que allí se desarrolla una compleja química en la que participan elementos como el agua, el azufre o el cloro. Pero, en esta fase aún temprana de la misión, los investigadores no están en condiciones de confirmar la presencia de material orgánico. "Debemos hacer aún mucho trabajo con este material. Hay que ser muy cuidadosos. Podría haber habido material orgánico que se degradó por la radiación solar y ultravioleta", dijo John Grotzinger, en investigador principal de la misión. pero aún es pronto para decirlo.
Restos de agua
El Curiosity se encuentra en el antiguo lecho de un río, donde hubo abundante agua en el pasado. "Es la primera vez que podemos medir la "respiración" de los minerales que componen el suelo", dijo por su parte Paul Mahaffy, del Centro Espacial Goddard de la NASA. "Pero no se han detectado componentes orgánicos -añadió- . No todavía. Se han realizado mediciones con los tres instrumentos del SAM y se han identificado varios gases. Vapor de agua y oxígeno en pequeños porcentajes. Los restos de agua son mucho mayores de los que arrojan los antiguos océanos de la Tierra. Se aprecia también la presencia de oxígeno y azufre. Pero pocos compuestos orgánicos".
Los instrumentos del SAM (el analizador de muestras del Curiosity), identificaron también un compuesto del cloro (perclorato), y los frutos de otras reacciones químicas como metano clorado, un compuesto orgánico del carbono que al principio disparó las expectativas. Sin embargo, el análisis detallado de los datos reveló que, aunque el cloro sí que era auténticamente "marciano", el carbono podría proceder de la Tierra y haber sido llevado hasta Marte por el propio Curiosity y detectado después por los ultrasensibles instrumentos del SAM.
"Utilizamos todo nuestro instrumental científico para examinar estas muestras -aseguró Grotzinger- Y las sinergias entre los instrumentos y la riqueza de los datos nos hace albergar muchas esperanzas cuando los usemos en el destino principal de la misión, el Monte Sharp".
«Medir las palabras»
El Curiosity, aseguran los investigadores, lleva trabajando solo cuatro meses. Está apenas en el comienzo de un programa científico de dos años de duración, por lo que habrá que esperar un poco más para tener alguna respuesta más concluyente. Los lugares en los que ha excavado el brazo robótico del rover tienen un aspecto muy seco, pero está previsto analizar muestras de terreno en vasrias otras localizaciones. El cráter Gale es, en este sentido, realmente muy prometedor.
Para los científicos de la misión, la detección de sustancias como cloro, agua y azufre demuestra las capacidades de este sofisticado laboratorio, cuyos instrumentos seguirán desmenuzando y analizando rocas durante los próximos dos años. El Curiosity es la primera de las misiones enviadas a Marte que tiene esta capacidad.
Sobre la tremenda expectación suscitada tras las declaraciones de John Grotzinger hace dos semanas a una emisiora de radio, el propio científico dijo que "Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice. Y medir mucho las palabras, ya que pueden crear expectativas que luego no se cumplen". Grotzinger añadió que "eso es precisamente lo que ha ocurrido con mis palabras, que fueron mal entendidas". El jefe científico de la misión señaló que "la Ciencia avanza paso a paso, y no se puede ir más deprisa que las propias investigaciones".
El Curiosity, en busca de «pruebas extraordinarias» en Marte
La NASA ha sido realista, responsable y cumplido con el rigor que se merecen los ciudadanos.
por Juan Pérez Mercader
NASA y los responsables de la Ciencia en Curiosity acaban de hacer lo apropiado: aplicar la ética de cualquier científico serio y seguir el principio de que "Exceptional Claims Require Exceptional Proofs". Es decir, antes de decir que se ha encontrado algo excepcional hay que probarlo de forma excepcional. En el caso de los compuestos orgánicos que parece científicos de Curiosity y sus instrumentos han encontrado muy cerca de la superficie de Marte, hay que estar muy seguros de lo que son, de si son propios de Marte, o si han "llovido" en Marte, si se han llevado allí desde la Tierra montados en el rover, e, incluso si se han sintetizado durante el propio proceso de detección o medida. Esto es especialmente importante en lo referente a los compuestos clorados que se han detectado: ¿Son de alli? ¿Cómo se formaron? ¿Si no son de allí, cómo se han formado?
Todas estas preguntas solo se pueden afrontar y, con tiempo, responder en el contexto de un proyecto de ciencia integrada y transdisciplinar donde las preguntas se hacen de forma ordenada y rigurosa. Curiosity es un proyecto de esta clase.
Estas no son tareas fáciles ni rápidas. Son muy serias, ya que su interpretación colectiva (no solo en lo referente al cloro) tiene un impacto enorme tanto en la conciencia Humana como en nuestra percepción del lugar que ocupamos en el Universo y en su historia. El proceso científico requiere tiempo, paciencia y rigor. Hay que ser muy cuidadoso con lo que se dice, especialmente en la ciencia histórica y el entusiasmo hay que “regarlo” con rigor científico y tranquilidad.
NASA ha confirmado que hay un descubrimiento importante: se tiene evidencia de que han existido ríos en la superficie de Marte. Esto es espectacular y la comunidad científica sabe lo que implica para la Vida.
Hoy NASA ha sido realista, responsable y cumplido con el rigor que se merecen los ciudadanos y los temas. En ese orden.
Juan Pérez Mercader es actualmente Senior Research Fellow en Earth and Planetary Science y en la Origins of Life Initiative de la Universidad de Harvard, y Profesor de Investigación del CSIC en Excedencia. Fundador e impulsor principal del Centro de Astrobiología, fue su primer director desde 1999 hasta 2008. Ha sido el arquitecto e impulsor principal de la participación española en la exploración de Marte en la misión MSL de la NASA y en el “Beagle-II” de la ESA.
Todas estas preguntas solo se pueden afrontar y, con tiempo, responder en el contexto de un proyecto de ciencia integrada y transdisciplinar donde las preguntas se hacen de forma ordenada y rigurosa. Curiosity es un proyecto de esta clase.
Estas no son tareas fáciles ni rápidas. Son muy serias, ya que su interpretación colectiva (no solo en lo referente al cloro) tiene un impacto enorme tanto en la conciencia Humana como en nuestra percepción del lugar que ocupamos en el Universo y en su historia. El proceso científico requiere tiempo, paciencia y rigor. Hay que ser muy cuidadoso con lo que se dice, especialmente en la ciencia histórica y el entusiasmo hay que “regarlo” con rigor científico y tranquilidad.
NASA ha confirmado que hay un descubrimiento importante: se tiene evidencia de que han existido ríos en la superficie de Marte. Esto es espectacular y la comunidad científica sabe lo que implica para la Vida.
Hoy NASA ha sido realista, responsable y cumplido con el rigor que se merecen los ciudadanos y los temas. En ese orden.
Juan Pérez Mercader es actualmente Senior Research Fellow en Earth and Planetary Science y en la Origins of Life Initiative de la Universidad de Harvard, y Profesor de Investigación del CSIC en Excedencia. Fundador e impulsor principal del Centro de Astrobiología, fue su primer director desde 1999 hasta 2008. Ha sido el arquitecto e impulsor principal de la participación española en la exploración de Marte en la misión MSL de la NASA y en el “Beagle-II” de la ESA.
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