Desclasificación de archivos de la Armada sobre OVNIs
Histórico caso OVNI investigado por la Armada Argentina
por Antonio De Comite
CEFORA (Comisión de Estudio del Fenómeno OVNI de la República Argentina) reveló en 2017 un caso investigado por la 'Armada Argentina' (el equivalente de nuestra Marina Militare), que revela detalles de un interesante caso de avistamiento de OVNIs que ocurrió en Necochea, una ciudad portuaria argentina, en 1962. El 29 de agosto, Osman Alberto Simonini anunció su encuentro con los OVNIs en el 'Km 28' de la 'Ruta 86'. Simonini viajaba en su camioneta y salía de La Dulce cerca de la granja de visones "Malabrigo", propiedad de Ernesto Arias. El caso se conoció gracias a un artículo publicado en el periódico local Ecos Diarios: la comisión de la Armada comenzó a investigar el caso a través del capitán Omar Pagani y los archivos ahora forman parte del archivo privado del investigador Roberto Banchs.
El episodio ocurrió alrededor de las 20:10 (hora local), cuando Simonini, viajando a una velocidad no admitida, vio a la izquierda y en una dirección paralela, a una distancia de aproximadamente 3 metros y a una altura de aproximadamente 2 metros, un "dispositivo" similar a dos platos unidos desde la parte más ancha, en color "caño de fusil" con un diámetro aproximado de 5 metros. El objeto lanzó desde su parte inferior un haz de color rojo y azul, similar a un proyector, y este haz tenía un diámetro de aproximadamente 2 metros. Simonini declaró que el OVNI se acercó a su camioneta a una distancia de unos 200 metros y al hacer este movimiento notó que la hierba del suelo se movía, destacando, además de la baja altitud en la que se movía, algún tipo de "aire o energía" que soplaba desde el fondo del casco.
Luego, el objeto se alejó de su camioneta unos 600 metros, sobre un muelle y a baja altitud, luego alcanzó el 'Km 28', inmediatamente giró en ángulo recto, internándose en un semillero. Simonini siguió su curso y vio que el objeto se detuvo a una altura de menos de un metro del suelo. Simonini se detuvo y salió de su camioneta, se acercó a una cerca que separaba el campo y, colocando las manos sobre el cable, sintió que hacía calor. Lo soltó, pero descansando de nuevo las manos notó que el material estaba aún más caliente, mientras que a pocos metros de él el cable estaba completamente frío.
Después de unos dos minutos, el objeto comenzó a subir a gran velocidad y desapareció en el cielo.
El testigo presentó su caso al Comisario Frontera, jefe de la Delegación de la Policía Federal y a los oficiales de la base de la Fuerza Aérea en Mar del Plata, con el interés de Juan José La Terza (uno de sus vecinos), quien declaró, mencionando el caso a estas entidades y en una nota en su posesión, por haber recibido esta respuesta textual:
"Los oficiales especialistas en estos estudios me manifestaron que el hecho no tenía nada de extraordinario pues ya se aceptaba como real esta clase de fenómenos y que el mundo científico estaba a la espera de una segunda etapa: la de establecer comunicación con esos artefactos".
Como si dijera eso, a pesar de ser un caso potencialmente interesante, si no se tiene evidencia concreta, el fenómeno no puede existir. Lástima que se esté llenos de casos similares, no solo de casos ufológicos recientes.
Modificado por orbitaceromendoza
No hay comentarios.:
Publicar un comentario